tag:blogger.com,1999:blog-63489734020479006462023-11-15T06:31:26.476-08:00Economía Política y Desarrollo Económico.Unknownnoreply@blogger.comBlogger202125tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-26373065545245313672021-08-19T20:34:00.004-07:002021-08-19T20:34:59.761-07:00DARON ACEMOGLU: POR QUÉ LA DEMOCRACIA ES DIFÍCIL DE MANTENER EN LA ARGENTINA<p><span style="text-align: justify;">El profesor del MIT dijo que
el país, al igual que Brasil, corre el riesgo de haberse enfocado demasiado en
los recursos naturales, porque eso profundiza el conflicto distributivo</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">19 de agosto de 2021. Sofía
Diamante. LA NACION<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El economista Daron Acemoglu,
autor del libro Por qué fracasan los países, hace un llamado de atención sobre
la poca regulación que tiene el avance tecnológico. En particular, advierte
sobre el ritmo de la automatización y su impacto en el empleo y la desigualdad,
y señala que esta inequidad tiene a su vez un efecto directo sobre la estabilidad
de las instituciones democráticas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El profesor del Massachusetts
Institute of Technology (MIT) acaba de publicar su último libro El Pasillo
Estrecho: Estados, Sociedades y Cómo alcanzar la Libertad, escrito junto con el
economista James Robinson (trabajaron juntos en el primer libro también), en
donde concluyen que la sociedad se vuelve más fuerte a medida que el Estado
asume más responsabilidades.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Cómo llegan a esta reflexión?
En primer lugar, Acemoglu explica que, desde 1990, si bien creció la producción
de bienes y servicios, los salarios se estancaron y en algunos sectores cayeron
los puestos de trabajo. “En los últimos años, los trabajos y salarios del grupo
demográfico con menor grado educativo crecieron muy poco o bajaron. Esto genera
inequidad y las consecuencias sociales son bastante obvias, está relacionado
con la falta de paz social y el reclamo a las instituciones e incluso a la
democracia”, dice el economista turco, en el seminario internacional organizado
por el “Boletín Informativo” de Techint.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Acemoglu indica que la
automatización es uno de los principales factores que generó el incremento de
la desigualdad, ya que se asocia con la desaparición de los trabajos de la
clase media. “Tendemos a pensar la tecnología como una cuestión monolítica, que
incrementa la productividad. En mi investigación me centré en la dirección de
crecimiento tecnológico en la economía mundial”, cuenta.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Según explica, en un primer
momento, el avance de la tecnología puede generar una recuperación de algunas
funciones de los trabajadores. “Es un período de prosperidad. Hay un
desplazamiento del trabajo por la tecnología, pero hay un efecto de contrapeso,
porque la automatización se acelera, pero, al mismo tiempo, hay otras
tecnologías que se desaceleraron”, dice.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Sin embargo, advierte que se
ve un patrón donde el balance de la tecnología está desbalanceándose para
promover la automatización. “Hay sectores que no ven de manera transparente
este cambio. Los robots son el ejemplo por excelencia del reemplazo de tareas
que antes realizaban los trabajadores, como la línea de ensamblaje. Si hablamos
de los robots que mejoran la productividad, tenemos que verlo en términos de la
perspectiva de los trabajadores. Mientras más robots se introducen en el centro
de Estados Unidos, más se ve el declive de los trabajadores”, señala.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El profesor del MIT dice, por
lo tanto, que hay un prejuicio frente a la automatización, pero no es una ruta
que esté predeterminada. “Vivimos en un mundo globalizado y tenemos que
competir con otros proveedores por el menor costo. Eso significa que el recorte
de gastos es una gran preocupación para las empresas y la automatización se ve
como una posibilidad para lograrlo. Las grandes empresas tecnológicas gastan
más de dos tercios de sus fondos en inteligencia artificial. Además, tienen
incentivos fiscales para hacerlo, ya que los impuestos al trabajo en Estados
Unidos son de alrededor del 25%, mientras que se grava con menos de 10% la
inversión en tecnología. El gobierno, de forma efectiva, les da un subsidio de
casi 20% a las empresas cuando utilizan software para reemplazar a los
empleados y seguir produciendo”, dice de manera cruda.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">A su vez, señala que es
necesario regular la tecnología, pero dice que los legisladores de los países
desarrollados legislan sobre inteligencia artificial sin tener en cuenta a los
países en desarrollo. “Yo en algunas cosas soy pro libre mercado, pero la
tecnología no cumple los requisitos, porque está sujeto a muchas influencias y
está determinada por el poder que tienen las empresas para hacerse oír. La
regulación de la tecnología es algo a lo que debemos prestarle más atención”,
recomienda.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">“Durante las próximas décadas
vamos a ver un cambio muy importante de este paradigma porque hay un desafío
demográfico, que es que todas las poblaciones están envejeciendo. Para los países
como Japón y Corea del Sur, que tienen mucha de su población envejecida, la
relación con la tecnología fue positiva. La tecnología respondió al
envejecimiento con la automatización. Cuanto más viejo se torna un país, más
robots adopta. Es positivo cuando la automatización se hace de manera
equilibrada en función de las demandas de las poblaciones”, explica.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Sin embargo, enfatiza:
“Necesitamos tener una regulación de la tecnología que sea más holística. ¿A
quién debe beneficiar la tecnología? La regulación de la tecnología debería ser
la piedra angular de nuestras instituciones. Necesitamos un nuevo tipo de
Estado de bienestar, donde se fortalezca la red de seguridad social”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La democracia en crisis<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Acemoglu indica que, desde
2006, cada vez más países abandonaron la democracia o vieron deteriorada su
calidad democrática. “Esto es muy preocupante y la pandemia aceleró este
proceso, desató las insinuaciones autoritarias de muchos líderes y erosionó la
confianza en muchos países democráticos”, dice.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Por eso, el economista señala
la importancia de lograr un equilibrio entre el Estado y la sociedad. “Cuando
hay un Estado muy fuerte, suceden dictaduras como la de China. Cuando hay una
disrupción del otro sentido, hay un colapso de las instituciones del Estado.
Cuando se logra este equilibrio, tenemos una dinámica completamente distinta,
ambos se fortalecen. Por eso la sociedad se debe involucrar más en la política,
para saber qué y cómo se está regulando, y no tenemos que temer a la
intervención del Estado si esta se vuelve necesario”, indica.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Finalmente, acerca de América
Latina, asegura que, si bien no tiene nada de malo que las economías vivan de
los recursos naturales, esto puede hacer profundizar los conflictos
distributivos y generar más malestar social. “Vivir de los recursos naturales
puede ser una fuente de ingresos magnífica cuando hay una estructura balanceada
de la economía. Australia y Nueva Zelanda son exportadores de recursos
naturales, pero también exportan bienes industriales. La Argentina y Brasil
corren el riesgo de haberse enfocado demasiado en los recursos naturales. Esto
profundiza el conflicto distributivo, en lugar de agrandar la torta invirtiendo
y exportando los frutos del capital humano”, señala.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">“La distribución de ingresos
es bastante desigual y esto profundiza los conflictos sociales y políticos. Las
democracias resultan más difíciles de mantener en los países que dependen de
los recursos naturales. La Argentina es un gran ejemplo”, concluyó.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Sofía Diamante<o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-56441926821264633872021-08-17T08:28:00.006-07:002021-08-17T08:28:35.066-07:00ANDRES BORENSTEIN: "EL ESTADO DEBE SER MÁS COMPETENTE Y NO EL BOTIN DE GUERRA DE LA POLÍTICA"<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es licenciado en Economía por la
UBA y tiene una maestría en Finanzas por la UTDT; es economista asociado en
Econviews y docente universitario en la UBA y la UTDT; se desempeñó como
economista jefe en BTG Pactual y como economista para Sudamérica en la embajada
británica; conduce el podcast La Economía en 3 minutos.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">15 de agosto de 2021. Esteban
Lafuente. LA NACION<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Hay que hacer que el Estado sea más
competente”, afirma Andrés Borenstein, economista asociado de la consultora
Econviews, quien advierte sobre la baja calidad de bienes públicos, como la
salud o la educación estatal, que lleva a los hogares con mayores recursos a
destinar parte de sus ingresos a la medicina prepaga o a los colegios privados.
En diálogo con LA NACION, el economista habló sobre el deterioro en la
formación de los trabajadores y la pérdida de capital humano, señaló que la
falta de inversión es la cuestión clave para explicar el estancamiento y
pronosticó que este año la economía, incentivada por el consumo y la reapertura
de actividades, tendría un repunte de más del 7%.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Qué expectativas tiene para
este año?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Claramente va a haber una
recuperación, a menos que la variante Delta del coronavirus tenga un impacto
negativo. Creemos que la economía va a crecer un 7% o incluso un poco más,
cerca de 7,5%, en parte por el efecto de arrastre estadístico y en parte porque
el Gobierno va a poner plata en el bolsillo de la gente. Además, se van a abrir
actividades que estaban cerradas. Con los recientes anuncios vuelven un montón
de servicios: vuelve la gente a la cancha, vuelven los cines, los restaurantes
tendrán más personas; también hay que ver si se reactiva el turismo extranjero.
Con eso la economía se recupera, pero obviamente no es robusta, porque tenemos
muchos problemas. Estará incentivada por el consumo, pero poco va a venir por
el lado de la inversión y de las exportaciones. Veo algo en construcción, pero
tampoco es masivo; se termina lo empezado, pero no está claro que haya nuevas
obras, y los precios de las propiedades vienen cayendo. Es una recuperación
buena, pero nada espectacular si lo comparás con otros países de la región:
casi todos recuperan lo perdido este año salvo Perú, México y Argentina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Por qué se da eso?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Porque tuvimos una caída muy
profunda, pero no tenemos nada de inversión, y es muy difícil crecer sin
inversión. No entra plata financiera ni en la economía real. La tasa
internacional es muy barata, pero el sistema regulatorio y político en la
Argentina está trabado y con una credibilidad muy baja. Por eso los bonos
rinden más del 20% pese a que no tenemos prácticamente pagos hasta 2025. La
contracara de la desesperanza de la clase media es que es difícil de convencer
a alguien de que entierre capital en el país.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Qué condiciones faltan para que
crezca la inversión?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Un tema es el nivel de
discrecionalidad en la economía. La pobreza institucional es el principal
factor; se agravó en los últimos años, pero es estructural. Y está el cepo, no
te dejan pagar deuda documentada, se fuerzan reestructuraciones en el sector
privado, hay que hacer un amparo para que te dejen importar, se nacionaliza la
hidrovía. Son cosas que no ayudan en el clima de negocios. El campo, que es el
sector más productivo, es en buena medida ninguneado, con impuestos muy altos,
con prohibición de exportaciones, con una visión de hace 100 años desde la cual
se piensa que no se exporta valor agregado, y eso es falso. Muchos políticos
piensan que la economía es del lado de la demanda: pongo plata para el consumo
y así la actividad crece. Pero es una verdad a medias, porque a largo plazo no
podés crecer así. Hace falta la oferta: que los argentinos produzcamos más
bienes y servicios para que algunos se consuman internamente y otros se
exporten. Necesitamos hacer a la Argentina atractiva para la inversión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Y en cuanto al trabajo? ¿Cómo
observa el impacto del deterioro educativo y de la pandemia sobre el capital
humano?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Es algo muy preocupante. Cuando
se mira el trabajo, se mira la demografía para ver si hay gente o no, pero
luego está el capital humano ajustado por lo que sabe hacer. Y veo un deterioro
muy grande. La pandemia fue la frutilla del postre, porque hizo que más chicos
dejaran el colegio. Es paradójico, porque se habla de muchos unicornios en la
Argentina, y parecería que tenemos un 5% de jóvenes que sabe programar, habla
inglés, tiene posgrados y está para las grandes ligas. Y el problema es todo el
resto. Lo que vi en esta pandemia es que el que tiene plata se hace ciudadano
uruguayo y se va, y los chicos de veintipico, con ciudadanía o consiguiendo
contrato, se van. Y el capital humano que se va no es el que probó todo y no
consigue nada, se va gente con formación universitaria y experiencia laboral
valiosa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Qué sectores o rubros tienen
espacio para el crecimiento?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Hay capacidad en toda la cadena
de valor agroexportadora. Hay mucho potencial en Vaca Muerta; el sector del
litio puede ser interesante, porque puede generar US$1000 y US$1500 millones,
que es algo que no cambia la macro argentina, pero es relevante. Hay áreas de
la industria que son competitivas a nivel global, hay más para hacer en el
mundo de la pesca y un montón en los servicios de valor agregado, pero con un
cepo es todo más difícil.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Qué efectos tiene el cepo?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Básicamente es un impuesto a la
exportación, entre otras cosas. No coincido con los colegas o con el Gobierno
cuando hablan de la restricción externa y esa idea de que faltan dólares.
Faltan al precio que vos querés. Por supuesto que tenemos pocas reservas y es
un gran problema. Y si sube el dólar, tienen que bajar los salarios un poco más
y a nadie le gusta, pero al mismo tiempo necesitás emplear más gente. Hoy tenés
42% de pobreza y los planes sociales son casi imprescindibles, pero el objetivo
en un país no debería ser planes para siempre, sino un auxilio a las familias
que la pasan mal. Estoy contento de que los impuestos financien eso, pero tiene
que tener un plan de salida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Hablaba del dólar, ¿cómo ve esa
variable hoy?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–El tipo de cambio está puesto
tozudamente en $97. El promedio histórico, de 1991 a 2021, te da $94, y si
mirás el promedio de julio es $96. Entonces, cualquiera que mire eso te diría
que está bien, pero citando una frase que no es mía: “En el promedio se ahogan
los petisos”. El punto es que la situación social y política de Argentina no es
igual al promedio histórico: antes no teníamos 42% de pobres, desempleo de
doble dígito, 11 años con PBI estancado, 15 años de inflación y últimos ocho
con índices altos. Hoy el promedio es engañoso. En este momento, un dólar más
depreciado va a ser una necesidad por algunos años, hasta que transicionemos a
una economía más sólida. Es un ‘ayudín’ doméstico, con la soja a US$500 y la
tasa internacional baja.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Y se puede resolver el cepo en
el corto plazo?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Se puede. Hay dos formas. Una es
como se hizo con Macri, con credibilidad, sabiendo que se viene una
devaluación. Esa vez el dólar pasó de $9,50 a $15 y después bajó un poco,
porque había credibilidad. Esa solución hoy no existe. Entonces hay que buscar
un plan B, que es el plan con el FMI que viene en el primer trimestre de 2022.
Tendremos el pedido de ir saliendo gradualmente del cepo y, a la vez, aumentar
las reservas internacionales netas, que van a llegar a las elecciones con la
lengua afuera. Y cuando se mira eso, la ecuación cierra con un tipo de cambio
más depreciado en términos reales. El Gobierno tiene el fetichismo de querer
manejar el tipo de cambio, pero controla el nominal y el que importa es el
real, y ese no se puede manejar, porque la inflación no se contiene por decreto
o con un cepo. Creo que por un tiempo hay que pagar el precio de tener salarios
más bajos para poder normalizar la economía. No quiero bajar los salarios de
largo plazo, quiero subirlos, pero primero hay que normalizar la economía y que
más gente tenga trabajo. Hay que pensar cómo va a crecer la economía a largo
plazo y para eso tenemos que pensar consensos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Y cuáles son?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–La economía argentina se tiene
que abrir. Eso no quiere decir que hay que abrir y dejar un tendal de heridos
‘a la Martínez de Hoz’, porque se puede discutir excepciones que por alguna
razón estratégica lleven más tiempo que otros. Podés pensar en hacerlo
gradualmente y no de hoy para mañana, pero el modelo de cerrar se probó que no
funciona. Un segundo punto es el sistema impositivo, que es una calamidad. Hay
que salir del modelo de Ingresos Brutos y el Sircreb, que son un atentado a la
inversión, y repensar el federalismo fiscal que no funciona. La coparticipación
es un engendro y la Constitución del 94 nos hizo tirar la llave al río. Hoy
recaudás 40 puntos del PBI de impuestos entre Nación, provincias y municipios,
pero tenés servicios públicos de baja categoría. No es la discusión de Estado
chico o grande: lo que quiero es uno eficiente. Si recaudamos 40 puntos,
tengamos infraestructura, salud, ciencia y tecnología de primer nivel. Hay que
hacer que el Estado sea más competente, y no el botín de guerra de la política,
que pague bien y sea meritocrático.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Por dónde pasan esas
transformaciones?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–Es un proceso de muchos años de
deterioro, que a nivel provincial tiende a empeorar. Tengamos el gasto público
alto, pero que las escuelas tengan internet. Lo que vimos en la pandemia es que
la diferencia entre la educación privada y la pública fue gigante. Si las
escuelas no tienen presupuesto, ¿en qué se gastan los 40 puntos del PBI? Hay
una muy mala calidad de bienes públicos, que hacen que para la clase media sea
imperioso tener medicina prepaga, seguridad en el edificio o educación privada.
Y otro punto son las regulaciones: se dio marcha atrás con las SAS (sociedad
por acciones simplificada), por ejemplo. Hacer negocios en la Argentina es
difícil. Y hay que hacer algo con el mercado de trabajo. Modernizarlo, eliminar
la industria del juicio y sumar un modelo de indemnizaciones a la brasileña,
parecido a lo que tiene el sector de la construcción.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–¿Cómo ve la inflación en lo que
queda de 2021 y en 2022?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">–No hay motivos para esperar que
baje, y si lo hace será marginal. Para lo que resta de este año puede hacerlo
en el margen, pero falta credibilidad. La inflación es hija de las
expectativas. Influyen también factores como el dólar. Si el tipo de cambio sube
1% mensualmente y la inflación está en alrededor del 3%, hay un tema de
expectativas, donde el que vende no sabe si repone, no sabe si va a poder
reponer y, por las dudas, sube el precio. Para 2022 hay dos cuestiones
importantes. Una es que cuando se haga el programa con el FMI y haya que
avanzar con un plan fiscal, habrá que ajustar las tarifas, que quedaron muy
desfasadas y hoy el 70% del costo lo paga el Estado. Eso no se sostiene.
Además, hay que ir levantando el cepo y acumular reservas; la solución es una
devaluación grande. Pensamos en una devaluación nominal del 60% punta a punta
en 2022, y con eso no podés tener algo menos de 45% de inflación. Y frenar la
inflación moderada es difícil. Mi impresión es que el acuerdo con el FMI va a
pedir un sendero de reducción del déficit y que a mediano plazo el Banco
Central no le pueda dar un peso de ayuda al Tesoro. Si la emisión monetaria es
cada vez menor, eso debería ayudar a mejorar la credibilidad y fortalecer la
demanda del peso, y eso ayudará a ir reduciendo la inflación. Pero si no
tenemos ownership del Gobierno, ese acuerdo va a ser una solución masomenista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Mencionó al gobierno de Macri.
¿En qué falló?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Hubo errores, una herencia muy
grande y mala suerte. Creo que el primer error fue no diagnosticar bien la
herencia, que era peor de lo que pensaban. El segundo fue que probablemente
creyeron que tenían más poder del que tenían, en términos de seducir a los
mercados: que el financiero les iba a dar más changüí y que en la economía
real, tanto argentinos como las multinacionales iban a invertir más porque
estaban ellos y eran “buenos”. Esa soberbia jugó. Después, hubo errores en el
armado político, como en el manejo de la reforma previsional. No soy de los que
critica el gradualismo, porque Macri no tenía los votos en las cámaras
legislativas, y la campaña de Scioli fue muy efectiva en términos de definir a
Macri como el cuco que iba a destruir el Estado, y lo obligó a sobreactuar,
pero hubo cuestiones políticas que salieron mal. Y creo que el 28D fue un
error, sobre todo en la forma. Ahí se equivocaron.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Esteban Lafuente</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-46768927208666422762021-06-05T06:00:00.005-07:002021-06-05T06:00:37.710-07:00EL DATO QUE DEJA AL DESCUBIERTO CÓMO SE EMPOVRECIÓ LA ARGENTINA EN LOS ÚLTIMOS 40 AÑOS<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En 1980 el Producto Bruto del
país triplicaba el promedio mundial. Actualmente, está un 20% por debajo del
mismo. Las razones y los efectos de ese mal desempeño económico.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por Melina Manfredi. 03 de
Junio 2021<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Desde 1980 hasta la fecha, la
Argentina atravesó sucesivas crisis económicas y financieras, devaluó varias
veces, multiplicó la inflación y anotó varios eventos de default de su deuda.
Uno de tantos indicadores que expresan ese deterioro en la macroeconomía local
es la caída del PBI per cápita. Este indicador expresa la relación entre todos
los productos y servicios que se generan en una economía durante un año y la
cantidad de habitantes en el país. Es una de las medidas económicas que se
utilizan para calcular la riqueza de una economía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Según datos del FMI, en 1980
el PBI per cápita de la Argentina era de alrededor de US$8.000 por habitante.
Esa cifra era más de tres veces el PBI per cápita mundial, que estaba levemente
debajo de los US$2.500 por persona. En la actualidad, el Producto per cápita
local está en US$8.500 por persona pero el indicador global subió a US$10.800,
así, el PBI argentino quedó un 21% por debajo del indicador global. Según los
analistas, este dato expresa el empobrecimiento que sufrió la Argentina en los
últimos 40 años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Argentina creció mucho menos
el mundo. Ese crecimiento es inferior porque el país creció en un promedio de
1,4% mientras el mundo lo hizo a un promedio de 2,7%. Encima, la población
argentina aumentó menos que el promedio mundial. Eso nos debería jugar a favor
pero, como es tan bajo el crecimiento, igualmente perdemos participación en el
PBI mundial”, explicó Fernando Marengo, socio y economista jefe de Arriazu
Macroanalistas. Y añadió: ““Económicamente, de las últimas cuatro décadas,
perdimos dos. Hubo 20 años con tasa de crecimiento promedio anual negativa.
Esto ocurre porque Argentina es una economía hiper volátil”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“La Argentina está estancada
en términos de crecimiento. Prácticamente tiene el mismo PIB per cápita que a
mediados de los ’70, mientras que otros países, como los asiáticos, pero
también Perú o Chile, crecieron por bien por encima. Salvo Brasil, que crece
como Argentina o un poco mas, y Venezuela, que tuvo una destrucción violenta
del Producto, la Argentina perdió el tren. Está en el podio de los países con
más recesiones”, completó Marina Dal Poggetto, directora ejecutiva de Eco Go.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A su turno, Lorenzo Sigaut
Gravina, economista de Equilibra, apuntó que el PBI per cápita, medido en
dólares, depende del tipo de cambio al que se calcule. En ese sentido, expresó
que en un país con tantos períodos de múltiples cotizaciones como la Argentina,
el indicador puede parecer más benévolo en momentos de dólar atrasado y
mostrarse más exiguo en tiempos de tipo de cambio más competitivo. Si bien
sostuvo que prefiere usar otros indicadores, concedió: “Lo cierto es que, más
allá de cómo se mida, la Argentina ha tenido una performance relativa peor que
la del resto del mundo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En cuanto a las razones de ese
bajo crecimiento, Sigaut Gravina enumeró varios factores. Entre ellos, la falta
de confianza, la dificultad de refugiar valor en el país y también los
problemas que plantea que el sector privado ahorre en dólares, ya que eso deja
poco espacio para la inversión productiva. “Hay una falta de visión de largo
plazo en las políticas públicas”, resumió.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El efecto cotidiano<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los fríos números de la
economía tienen una incidencia clara en el día a día de la población. “El PBI
en dólares crece 1,4% por año y, como hay inflación en dólares, el poder de
compra del país está cayendo. Y el dato más claro que resulta de todo esto es
tener un 50% de la población en la pobreza. Esto es resultado de tener 40 años
de política económica absolutamente incierta. Además, todos estos episodios
(que en economía se conocen como “stop and go”) generan una volatilidad muy
nefasta para la inversión. Salvo en la década del ’90, no hubo incremento en el
stock de capital y eso limita la posibilidad de crecer a futuro”, señala
Marengo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Además, la Argentina suma
otros problemas que el resto de los países no tienen, como la inflación. La
pobreza creció muchísimo desde mediados de los ‘70, cuando alcanzaba a un 4% o
5% de la población. Claro que 2020 fue un año particularmente crítico pero es
cierto que la economía crece poco. La realidad es que tenemos como un estado de
bienestar falso, que no es sostenible ni financiable, entonces se genera
inflación y los ahorros se van al exterior porque no hay instrumentos locales
para ahorrar en el país”, explicó Dal Poggetto, quien sostuvo que la salida a
esta situación crítica debe empezar por la generación de consensos básicos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“La pobreza es una
consecuencia del mal desempeño de la economía argentina. A mediados de los ’70
había poco desempleo y baja pobreza. Hoy, hay mucha pobreza y bastante
desempleo. Son fenómenos que están interrelacionados ya que muchas personas
quedaron excluidas y la única forma de sostenerlos es con políticas de gasto
social. En realidad, es necesario incluirlos para no entrar en un círculo
vicioso”, planteó Sigaut Gravina. En ese sentido, propuso que es necesario que
haya acumulación de capital, no solo económico sino también humano (basado en
la capacitación) para que eso se traduzca en inversiones productivas que
incluyan a esos sectores de la sociedad a través del trabajo y generen
crecimiento en la economía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Finalmente, Marengo calculó
que, para salir de la pobreza, el PBI anual per cápita debería triplicarse
desde el 1,4% que promedió en los últimos 40 años a la zona de 4,5%. “Eso
demanda inversión para apuntalar la oferta y, para financiar esa inversión, se
necesita un mercado de capitales doméstico. El fortalecimiento de este último
depende de la baja de la inflación, la reducción del déficit fiscal y la
emisión monetaria y de acotar la volatilidad del tipo de cambio”, indicó.</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-78617452462545789002021-05-30T08:25:00.003-07:002021-05-30T08:25:33.833-07:00ECONOMÍA E IMPACTO AMBIENTAL: QUÉ TIPO DE CONSUMIDORES SOMOS?<p> ECONOMÍA E IMPACTO AMBIENTAL: QUÉ TIPO DE CONSUMIDORES SOMOS?</p><p><br /></p><p>https://www.lanacion.com.ar/economia/economia-e-impacto-ambiental-que-tipo-de-consumidores-somos-nid30052021/</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-25868048512040033022021-05-27T08:23:00.003-07:002021-05-27T08:23:46.959-07:00CISNE NEGRO O REY DRAGÓN? SE PUEDEN PREVENIR LOS CISNES NEGROS?<p><span style="font-family: arial;"><span style="text-align: justify;">Cisne Negro o Rey Dragón: ¿Se
pudo evitar la guerra económica? </span><span style="text-align: justify;">Por: Bernardo Ancidey. 08/02/2016.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De un tiempo para acá se
realizan investigaciones científicas sobre la aparición de las crisis y
catástrofes, tanto en el mundo natural como en el artificial. Estos estudios
muestran que estas últimas son muchas veces el resultado de la existencia de
cierta dinámica no lineal en los sistemas conocida como caos. Este último es un
término matemático que implica un comportamiento determinista muy sensible a
las condiciones iniciales y no debe confundirse con el caos en su sentido
usual.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un tema interesante que surge
de estos trabajos es la posibilidad de predecir las crisis. Imagínense por
ejemplo si pudiéramos conocer cuándo va a ocurrir un terremoto de gran magnitud
o cuándo van a caer los precios del petróleo. Incluso la serie temporal de
índices como el de precios al consumidor, el de escasez y la tasa de cambio
fantasma en Venezuela, pueden también ser analizados de esta manera. Lo que
lleva a preguntarnos si las crisis asociadas, era posible predecirlas y por
tanto evitarlas o al menos mitigar sus efectos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sobre la predictibilidad o no,
hay dos grandes opiniones científicas conocidas metafóricamente como “el cisne
negro”, propuesta por el libanés Nassim Nicholas Taleb1 y “el rey dragón",
del francés Didier Sornette2.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El Cisne Negro afirma la
impredecibilidad de estos eventos de gran magnitud que son causados por la
misma dinámica de los eventos del mismo tipo pero de mucha menor magnitud, así
un débil temblor y uno catastrófico tienen las mismas causas pero efectos muy
distintos. Estos últimos son capaces de causar grandes transformaciones en todo
el sistema. Para esta postura, lo más que se puede asegurar es que ocurrirán
muchos eventos pequeños, menos medianos y unos rarísimos de enorme magnitud.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El Rey Dragón sostiene la
visión contraria, es decir que es posible predecir la aparición de los grandes
eventos, como un gran terremoto o una caída en los precios de commodities como
el petróleo, observando con detalle la aparición de una dinámica exponencial
creciente fruto de las interrelaciones dentro del propio sistema. Sornette
afirma que “el mecanismo raíz de un dragón rey es una maduración lenta hacia la
inestabilidad, que es la burbuja, y el punto culminante de la burbuja es a
menudo el desplome… Es el reflejo de un comportamiento colectivo emergente
fundamentalmente endógeno. La causa del desplome, la causa de la crisis, tiene
que buscarse en una inestabilidad interna del sistema. Cualquier pequeña
perturbación producirá esta inestabilidad”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No está demás señalar que
Sornette ha tenido éxitos espectaculares en la predicción de varios
“reventones” de burbujas económicas. Como algunos lo han acusado de
provocarlos, optó por desarrollar una nueva metodología que consiste en guardar
la predicción en una bóveda y publicarla después de ocurrido el reventón de la
burbuja. Igualmente tuvo éxito.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Si aplicamos esta última
perspectiva al incremento del dólar fantasma, la escasez y la inflación en
Venezuela, veríamos una situación como las descritas por Sornette. Por ejemplo
la escasez no comenzó de repente, sino con ciertos productos como la leche o el
azúcar, en la época en que gobernaba el Comandante Chávez. Estos éxitos
iniciales retroalimentaron “el sistema comercial” para expandir primero de
forma gradual y luego exponencial, la escasez de cada vez más productos,
abarcando no solo los de la cesta básica sino muchísimos más.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En el caso del dólar ocurrió
lo mismo, primero unos aumentos que ahora parecen modestos, a Bs 15/US$, luego
un crecimiento exponencial fruto del “sistema de especulación” que lo llevó en
menos de dos años a la tasa fantasma actual de Bs. 1.000/US$. Todo ello fruto
de la retroalimentación positiva de una histeria sin fundamento en la economía
real. La inflación, que cómo nos lo explicó la Profesora Pasqualina Curzio, es
causada hasta en un 73,1% por el dólar fantasma, es evidente que sigue el mismo
comportamiento de este último.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como vemos si debemos creerle
a Sornette, y yo creo que tiene razón, la crisis era predecible leyendo con
cuidado las señales que las anunciaron. También era posible impedir los efectos
que la retroalimentan y creo que todavía es posible. La pregunta que más me
inquieta, es sí ya estamos en el reventón o desplome de la burbuja o este
todavía está por venir… En todo caso, la peor actitud es seguir
“retroalimentando” esos sistemas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">1<span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[1]</span>
Nassim Nicholas Tal (2008). El Cisne Negro. Paidos, Ibérica.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">2<span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%;">[1]</span><!--[endif]--></span>Didier
Sornette (2013, Junio). Cómo podemos predecir la próxima crisis financiera. En
https://www.ted.com/talks/didier_sornette_how_we_can_predict_the_next_financial_crisis/transcript?language=es</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-2509471563508255752021-04-28T08:53:00.001-07:002021-04-28T08:53:07.662-07:00TRIPLE BOTTOM LINE. ¿QUÉ ES EL TRIPLE RESULTADO FINAL?<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En 1994, el autor y
empresario, John Elkington , se basó en el concepto del triple resultado final
(TBL) con la esperanza de transformar el actual sistema empresarial centrado en
la contabilidad financiera para adoptar un enfoque más integral en la medición
del impacto y el éxito. Históricamente, las empresas operaban en servicio
únicamente para sus resultados financieros. Sin embargo, como resultado de la
teoría y aplicación del triple resultado, algunas empresas comenzaron a darse
cuenta de la conexión entre la salud ambiental, el bienestar social y el éxito
financiero y la capacidad de recuperación de la organización.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hoy en día, las organizaciones
saben que el éxito no solo se refleja en sus declaraciones de pérdidas y
ganancias. Más bien, para obtener una perspectiva precisa y completa de sus
operaciones y relaciones con el medio ambiente, la comunidad y la economía, las
organizaciones deben tener en cuenta todos los costos asociados con hacer
negocios yendo más allá del cumplimiento. Las Corporaciones B certificadas
ayudan a que el concepto del triple resultado, como lo diseñó John Elkington,
cobre vida. Las corporaciones B son un tipo de negocio relativamente nuevo,
legalmente requerido para considerar los impactos en todas las partes
interesadas, incluidos los empleados, los clientes, los proveedores, la
comunidad y el medio ambiente. Su misión es convertirse en una comunidad de
líderes que impulsen un movimiento global de personas que utilizan los negocios
como una fuerza para el bien.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La teoría del triple resultado
amplía las métricas de éxito empresarial para incluir contribuciones a la salud
ambiental, el bienestar social y una economía justa. <b>Estas categorías de
resultados a menudo se denominan las tres "P": personas, planeta y
prosperidad.</b></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A continuación, presentamos
algunos datos básicos sobre el triple resultado:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: 18.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;">·<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->El triple resultado es un marco de
transformación para las empresas y otras organizaciones para ayudarlas a
avanzar hacia un futuro regenerativo y más sostenible.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: 18.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;">·<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->Las herramientas dentro del triple resultado
ayudan a medir, comparar, establecer metas, mejorar y eventualmente evolucionar
hacia sistemas y modelos más sostenibles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: 18.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-family: arial;">·<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span><!--[endif]-->El triple resultado ilustra que si una
organización solo se centra en las ganancias, ignorando a las personas y al
planeta, no puede dar cuenta del costo total de hacer negocios y, por lo tanto,
no tendrá éxito a largo plazo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“El triple resultado final no
fue diseñado para ser solo una herramienta de contabilidad. Se suponía que
provocaría un pensamiento más profundo sobre el capitalismo y su futuro ". - John Elkington en su artículo
de Harvard Business Review</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Si bien hay tres categorías
que conforman la teoría del triple resultado, es importante recordar que cada
categoría no está aislada. A través de la lente de la teoría de sistemas, las
personas, el planeta y la prosperidad están interconectados.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Personas</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La categoría de personas
considera a todas las partes interesadas (versus únicamente a los accionistas),
incluidos los empleados, las comunidades dentro de las cuales opera una
organización, las personas a lo largo de la cadena de suministro, las
generaciones futuras y los clientes, solo por nombrar algunos. Las conexiones
con la responsabilidad social empresarial (RSE) son fundamentales para esta
parte del triple resultado. La RSE se define como una responsabilidad entre las
organizaciones de satisfacer las necesidades de sus partes interesadas y una
responsabilidad entre las partes interesadas de hacer que las organizaciones
rindan cuentas de sus acciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Algunas iniciativas que una
organización puede considerar como parte de sus objetivos de RSE incluyen:
promover los derechos humanos; acabar con la pobreza y el hambre; diversidad,
equidad e inclusión; Equidad de género; garantizar un entorno de trabajo sano y
seguro; y participación comunitaria y voluntariado. Las iniciativas de RSE no
solo son beneficiosas para las partes interesadas, sino que la adopción de esta
estrategia comercial también es esencial para los negocios.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como parte del compromiso de
promover iniciativas de RSE, también vemos empresas que comparten las mejores
prácticas con otras empresas y organizaciones . Por ejemplo, Evolution
Marketing ha creado recursos , gratuitos, para que cualquiera pueda promover iniciativas
de sostenibilidad social en su organización.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Planeta</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La opinión pública, el poder
adquisitivo de los consumidores, la velocidad y transparencia del intercambio
de información a través de las redes sociales e incluso el activismo liderado
por la industria (ver Patagonia 1 por ciento para el planeta ) ha facilitado
que las partes interesadas responsabilicen a las organizaciones por sus
acciones. Esto se ve al recompensar los impactos positivos y reprender los
negativos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cuando ese sentimiento
aparezca entre el público estadounidense, es probable que afecte a quién
compran los consumidores y a quién apoyan en última instancia. Las partes
interesadas son cada vez más conscientes no solo de las consecuencias que
tienen las empresas en el medio ambiente, la comunidad y la economía, sino
también de la importancia de los problemas globales, como el cambio climático y
la justicia social. De hecho, una encuesta sobre el Cambio Climático en la
Mente Estadounidense de 2020 muestra que “Casi seis de cada 10 (aproximadamente
el 58 por ciento) de los estadounidenses están ahora 'Alarmados' o
'Preocupados' por el calentamiento global. De 2014 a 2019, la proporción de
'Alarmados' casi se triplicó".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Durante las últimas dos
décadas, hemos sido testigos de un aumento de empresas que adoptan prácticas
que ayudan a minimizar el impacto ambiental. Además, más recientemente,
organizaciones líderes como AT&T, DELL, EASTON, Hewlett Packard, Kohler
Co., Levi Strauss & Co. y Target han dado un paso más en el camino de la
sostenibilidad al crear un impacto neto positivo o regenerativo en el medio
ambiente. y sociedad.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Para proteger el
planeta, debemos mostrarles a los demás que lo imposible puede ser un negocio
como de costumbre". - Lisa Jackson ,
vicepresidenta de medio ambiente, políticas e iniciativas sociales de Apple</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Prosperidad</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La teoría del triple resultado
es de naturaleza sistémica a través de su visión de las personas, el planeta y
la prosperidad . Con esta conectividad en mente, las Naciones Unidas (ONU) crearon
los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que "garantizan que todos los
seres humanos puedan disfrutar de una vida próspera y plena y que el progreso
económico, social y tecnológico se produzca en armonía con la naturaleza".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p>M</o:p>uchos de los ODS de la ONU
tienen como objetivo mejorar una amplia gama de áreas relacionadas con el medio
ambiente, las personas y las oportunidades económicas. Uno de los muchos
objetivos centrados en la prosperidad tiene como objetivo proporcionar trabajo
decente (condiciones de trabajo seguras, salarios dignos, liderazgo compasivo)
y crecimiento económico para aquellos en comunidades específicas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ejemplos de los ODS de la ONU
sobre cómo las empresas pueden ayudar a respaldar la prosperidad de sus partes
interesadas incluyen:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para el 2025, tomar medidas
inmediatas y efectivas para erradicar el trabajo forzoso, terminar con la
esclavitud moderna y la trata de personas. Además, prohibir y eliminar todas
las formas de trabajo infantil, incluido el reclutamiento y la utilización de
niños soldados.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para 2030, diseñar e
implementar políticas para promover un turismo sostenible que cree empleos y
promueva la cultura y los productos locales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Algunas empresas como Kohler
Co.han adoptado un enfoque sistémico para integrar la prosperidad en su
negocio: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Como empresa global,
entendemos que la forma en que hacemos negocios impacta en las comunidades en
las que vivimos y trabajamos… Creemos que para hacer crecer nuestro negocio de
manera responsable, debemos contar con programas que impacten positivamente el
medio ambiente y la sociedad a escala". - Laura Kohler ,
vicepresidenta sénior de recursos humanos, administración y sostenibilidad.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La definición de "éxito
empresarial" está evolucionando</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El dicho, "negocios como
de costumbre" ahora tiene un nuevo significado. A los ojos de los
consumidores, empleados y otras partes interesadas ya no es suficiente cumplir
únicamente con los estándares de cumplimiento. Comprender y operar a través de
un marco de triple resultado ofrece oportunidades de optimización, innovación y
mejora en todas las industrias y sectores. Involucrar un modelo de negocios con
una consideración integral de las personas, el planeta y la prosperidad
conducirá en última instancia a una mayor resiliencia y ahorros de costos, una
disminución del riesgo organizacional (es decir, la cadena de suministro y las
relaciones públicas), una disminución de los costos imprevistos y un éxito
general para todos los interesados involucrados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: arial;">Si bien los nuevos modelos comerciales continúan
evolucionando, todavía hay mucho trabajo para los profesionales de la
sostenibilidad dentro de cada organización, sin importar la industria, el
sector o el puesto de trabajo. A través de la teoría del triple resultado, los
agentes de cambio de sostenibilidad tienen la oportunidad de involucrar
estratégicamente a colegas y líderes. Como resultado, todos podemos lograr un
progreso medible y centrado en la sostenibilidad en prácticamente todo lo que
hacemos.</span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-7551391729194006522021-04-22T07:00:00.006-07:002021-04-22T07:00:47.259-07:00CÓMO SE VINCULA EL CAMBIO CLIMÁTICO CON LA APARICIÓN DEL COVID-19 Y EL TEMOR A ENFRENTAR UN MUNDO CON PANDEMIAS PERMANENTES<p><span style="text-align: justify;">En el Día Mundial de la
Tierra, líderes de todo el mundo y especialistas explican cómo la degradación
del ambiente en manos del ser humano ha generado la aparición de nuevas
epidemias que amenazan el orden sanitario mundial. El coronavirus como última
expresión del peligro latente. 22 de Abril de 2021</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Cuántas veces escuchamos la
frase: “El tiempo se agota”? Seguramente muchas. Sin embargo, desde que la
pandemia de coronavirus golpea al mundo, tanto los desarrollos científicos como
la propia toma de conciencia, han puesto en un primer lugar de importancia este
interrogante que afecta a la salud y la vida socio económica del mundo entero.
El propio António Guterres, secretario General de las Naciones Unidas, lo dejó
claro recientemente: “El tiempo se acaba para evitar que el cambio climático se
convierta en una catástrofe permanente. Ha llegado el momento, en este año
crucial para la humanidad, de emprender una acción climática enérgica”. Pero el
panorama adquiere más complejidad cuando empieza a surgir una interpretación
que vincula el desequilibrio ecológico y del medio ambiente con la irrupción de
nuevas pandemias. ¿Hay relación entre el coronavirus y la contaminación? Son
cada vez más los especialistas que dicen que sí.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La emergencia sanitaria
mundial que transitamos debido al COVID-19 sucede en un momento de alerta sobre
el cambio climático y sobre la creciente pérdida de biodiversidad. “Esta
emergencia condujo a una crisis económica y humanitaria, donde quedó en
evidencia que la vulnerabilidad y las desigualdades sociales, económicas,
sanitarias y ambientales se encuentran entrelazadas”, señalaron al respecto
desde Fundación Vida Silvestre.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Por eso el Día Mundial de la
Tierra cobra cada vez más importancia. Tal es así que, tal cual lo prometió
durante la campaña electoral, uno de los principales ejes de la gestión de Joe
Biden, será la lucha contra el cambio climático. Por ese motivo, el presidente
de Estados Unidos organizó una cumbre virtual que a partir de este jueves 22 de
abril que congregará a 40 líderes mundiales, entre los que se destacan Vladimir
Putin, Xi Jinping y el papa Francisco.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La cumbre, que se extenderá
hasta el viernes y funcionará como antesala de la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático de noviembre en Glasgow, contará con la
participación de 17 países responsables del 80% de las emisiones que aceleran
el cambio climático en el mundo.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La conocida activista
medioambiental, Greta Thunberg, dijo que espera que la cumbre liderada por
Estados Unidos, empiece a tratar el asunto como una crisis real. “Podemos
celebrar todas las cumbres que queramos [...] (pero) mientras no tratemos la
crisis como tal no podremos lograr ningún cambio importante”, dijo en una
sesión informativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la
pandemia del COVID, a la que fue invitada. “No podemos intentar resolver esta
crisis con el mismo enfoque que nos metió en ella en primer lugar. Tenemos que
empezar a tratar la crisis como una crisis”, añadió Thunberg.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En coincidencia con la joven,
Alexis Bonte, representante de FAO en Venezuela, sostuvo que ante la actual
emergencia climática y sanitaria “urgimos de un cambio radical en mucho de lo
que hemos venido haciendo”. Bonte agregó: “Resulta esencial transformar los
sistemas agroalimentarios para que sean más respetuosos con el clima,
sostenibles, innovadores, nutritivos y resilientes. Restaurar nuestros
ecosistemas dañados representa la restauración misma de la Tierra. Esto ayudará
a acabar con la pobreza y combatir el cambio climático. Pero para conseguirlo,
debemos hacer uso de la innovación y, al mismo tiempo, recurrir a las prácticas
ancestrales y a los métodos agrícolas practicados por los pueblos originarios”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El avance de las pandemias</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En este contexto, el avance de
las pandemias ya es una realidad del presente y los días futuros. Bill Gates,
el magnate fundador de Microsoft, estimó que para finales del 2022 el COVID-19
será finalmente “aplastado” —al menos casi en su totalidad — y que el mundo
podrá volver “completamente a la normalidad”. Pero, ¿qué pasará luego? ¿Vendrán
nuevas pandemias? ¿Hasta qué punto el hombre tiene responsabilidad en la
manipulación que hace con los animales que trasmiten enfermedades?<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">De acuerdo a un informe sobre
biodiversidad y pandemias elaborado por 22 expertos líderes de todo el mundo,
que propone un cambio transformador en el enfoque global para hacer frente a
las enfermedades infecciosas, las pandemias en el futuro surgirán con más
frecuencia, se propagarán más rápidamente, tendrán mayor impacto en la economía
mundial y podrían matar a más personas que COVID-19. Los expertos coinciden en
que escapar de la era de las pandemias es posible, pero esto requerirá un
cambio radical en el enfoque para pasar de la reacción a la prevención.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Actualmente se estima que
otros 1,7 millones de virus actualmente “no descubiertos” existen en mamíferos
y aves, de los cuales hasta 827.000 podrían tener la capacidad de infectar a
las personas. “No hay un gran misterio sobre la causa de la pandemia de
COVID-19 —o de cualquier pandemia moderna—. Las mismas actividades humanas que
impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad también generan
riesgos de pandemia a través de sus impactos en nuestro medio ambiente”, dijo
el doctor Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance y del taller de la
IPBES.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">“Cambios en la forma en que
usamos el suelo, la expansión e intensificación de la agricultura, y el
comercio, la producción y el consumo insostenibles perturban la naturaleza y
aumentan el contacto entre la vida silvestre, el ganado, los patógenos y las personas.
Este es el camino que conduce hacia las pandemias”, advirtió Daszak.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Según los datos develados por
el informe, el riesgo de pandemias puede disminuir significativamente si se
reducen las actividades humanas que impulsan la pérdida de biodiversidad,
mediante una mayor conservación de las áreas protegidas y medidas que reduzcan
la explotación insostenible de las regiones de alta biodiversidad. Esto
reducirá el contacto entre la vida silvestre, el ganado y los humanos, y
ayudará a prevenir la propagación de nuevas enfermedades.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">“La abrumadora evidencia
científica apunta a una conclusión muy positiva. “Tenemos una capacidad cada
vez mayor de prevenir pandemias, pero ahora mismo la forma en que las estamos
abordando ignora en gran medida esa capacidad. Nuestro enfoque efectivamente se
ha estancado: todavía dependemos de los intentos de contener y controlar las
enfermedades después de que surgen, a través de vacunas y tratamientos. Podemos
escapar de la era de las pandemias, pero esto requiere un enfoque mucho mayor
en la prevención además de la reacción”, subrayó Daszak.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La OMS aseguró por su parte
que la desigualdad en el acceso a las vacunas contra el COVID-19 es cada vez
más “grotesca”. “La brecha entre el número de vacunas administradas en países
ricos y las aplicadas en regiones más pobres sigue creciendo”, indicó el
director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom
Ghebreyesus.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">“En enero, declaré que el mundo estaba al
borde de un catastrófico fracaso moral si no se adoptaban medidas urgentes para
garantizar una distribución justa de las vacunas anticovid. Tenemos los medios
para evitar este fracaso, pero es sorprendente lo poco que se ha hecho para
evitarlo”, dijo Adhanom Ghebreyesus. Y subrayó: “La brecha entre el número de
vacunas administradas en países ricos y las aplicadas a través de COVAX sigue
creciendo, y se está tornando más grotesca cada día”, expresó.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El sistema internacional
Covax, creado especialmente por la OMS, busca abastecer este año de dosis al
20% de la población de casi 200 países y territorios y también cuenta con un
mecanismo de financiación para ayudar a 92 países desfavorecidos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Ahora, ¿cuáles son los
factores ambientales que impulsan la aparición de nuevas enfermedades? De
acuerdo al informe “COVID 19: llamado urgente para proteger a las personas y la
naturaleza” -lanzado por la Organización Mundial de Conservación (WWF) y
difundido en Argentina por la Fundación Vida Silvestre Argentina, son: el
comercio y consumo de animales silvestres, la deforestación y conversión de
ambientes naturales y la expansión de actividades agrícolas y ganaderas no
sustentables.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">“Esto deja en evidencia que la
forma en que producimos y consumimos fomenta el contacto cercano con diferentes
especies silvestres, lo que propicia que muchas enfermedades se traspasen de
los animales a los humanos. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA), una nueva enfermedad infecciosa emerge en los
humanos cada 4 meses, de las cuales el 75% provienen de animales”, dicen desde
la fundación.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Salvar la tierra</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Diferentes estudios nos están
alertando, hace décadas, que nuestra forma de consumir y producir está
destruyendo la naturaleza a un ritmo mucho más rápido de lo que puede
recuperarse. Las actividades humanas ya han alterado de manera significativa
3/4 de la tierra y 2/3 del océano, generando graves consecuencias para nuestra
salud y nuestro bienestar.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Manuel Jaramillo, Director
General de Vida Silvestre, reflexionó: “Este 22 de abril reforcemos la
necesidad de un Nuevo Acuerdo Global Por la Naturaleza y las Personas,
orientado a un cambio de paradigma en nuestro vínculo con el planeta, para
cambiar los actuales patrones de producción y consumo, detener el cambio de uso
del suelo y fomentar la toma de decisiones políticas y económicas respetando
los límites del planeta. Buena parte de las prácticas agrícolas, ganaderas y
pesqueras son insostenibles, debemos modificarlas para producir los alimentos
que requerimos conservando la biodiversidad”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Tal cual argumentó Guterres,
para evitar que la crisis climática se convierta en una catástrofe permanente,
“se debe limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados” Para ello,
se debe lograr que a mediados de siglo las emisiones netas de gases de efecto
invernadero sean de valor cero. “Un grupo de países que representan
aproximadamente dos tercios de la economía mundial ya se han comprometido a
hacerlo. Es un indicio alentador, pero necesitamos urgentemente que todos los
países, ciudades, empresas e instituciones financieras se unan a esa coalición
y adopten planes concretos para la transición a emisiones netas cero”, expresó
el Secretario de las Naciones Unidas.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Y agregó: “Aún más urgente es
que los Gobiernos respalden esa ambición a largo plazo con la adopción de
medidas concretas ahora, en un momento en que se están movilizando billones de
dólares para superar la pandemia de COVID-19. La revitalización de las economías
es nuestra oportunidad de reconfigurar nuestro futuro. Si no actuamos,
destruiremos el planeta”</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El Acuerdo de París, parece
ser el marco en con el que todos los países del mundo toman este tema de forma
seria desarrollando planes nacionales de acción climática. “Los nuevos planes
nacionales deben reducir la contaminación global por gases de efecto
invernadero en al menos un 45 % para 2030 con respecto a los niveles de 2010.
Ya se han presentado muchos planes en los que se establecen políticas claras
para adaptarse a los efectos del cambio climático y promover el acceso a las
energías renovables. Sin embargo, hasta la fecha, esos planes solo han
conseguido reducir las emisiones en menos de un 1 %, una situación que debe
considerarse como una auténtica alerta roja para las personas y el planeta”,
dijo Guterres.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La eliminación gradual del
carbón del sector eléctrico es el paso más importante para alcanzar el objetivo
de 1,5 grados. La adopción inmediata de medidas para eliminar el combustible
fósil más sucio y contaminante de los sectores energéticos ofrece a nuestro
mundo una oportunidad.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Según detalló el secretario
general de las Naciones Unidas, “el consumo mundial de carbón para generar
electricidad debe reducirse para 2030 en un 80 % por debajo de los niveles de
2010. Eso significa que las economías desarrolladas deben comprometerse a
eliminar el carbón para 2030 y que los demás países deben hacerlo para 2040. No
hay razón alguna para construir nuevas centrales alimentadas con carbón en
ningún lugar del mundo. El funcionamiento de un tercio de las instalaciones
mundiales que operan con carbón ya es más costoso que la construcción de nuevas
plantas de generación y almacenamiento de energías renovables. La COP26 debe
marcar el fin del uso del carbón”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La Cumbre del G7 que se
celebrará en junio es una oportunidad para que los países más ricos del mundo
asuman los compromisos financieros necesarios que garanticen el éxito de la
COP26.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Los países que menos han
contribuido al cambio climático son los que sufren muchos de los peores
efectos. “Muchas pequeñas naciones insulares simplemente dejarán de existir si
no intensificamos la respuesta. Los países desarrollados deben cumplir sus
compromisos de aportar y movilizar 100.000 millones de dólares anuales para:
duplicar los niveles actuales de financiación para el clima, dedicar la mitad
de la financiación para el clima a la adaptación, poner fin a la financiación
internacional del carbón; desviar las subvenciones de los combustibles fósiles
a las energías renovables”, enumeró Guterres.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La Cumbre del G7 que se
celebrará en junio es una oportunidad para que los países más ricos del mundo
asuman los compromisos financieros necesarios que garanticen el éxito de la
COP26. “Pido a todos los bancos de desarrollo multilaterales y nacionales que,
antes de la COP26, adopten políticas claras para financiar la recuperación de
la COVID y la transición a economías resilientes en los países en desarrollo,
teniendo en cuenta los niveles de deuda agobiantes y las enormes presiones a
que están sometidos los presupuestos nacionales”, dijo Guterrez.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La importancia pensar
políticas ambiciosas</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Los expertos calculan que el
costo de reducir los riesgos para prevenir las pandemias es 100 veces menor que
el de reaccionar a tales pandemias, lo que “proporciona fuertes incentivos
económicos para un cambio transformador”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Los expertos calculan que el
costo de reducir los riesgos para prevenir las pandemias es 100 veces menor que
el de reaccionar a tales pandemias, lo que “proporciona fuertes incentivos
económicos para un cambio transformador”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Muchos gobiernos locales y
empresas privadas se han comprometido a lograr emisiones netas de valor cero
para 2050 y han emprendido importantes revisiones de sus modelos de negocio.
“Insto a todos a establecer objetivos y políticas ambiciosos”, expresaron desde
la ONU. “Animo a los jóvenes de todo el mundo a que sigan alzando la voz para
responder al cambio climático, proteger la biodiversidad, detener la guerra de
la humanidad contra la naturaleza y acelerar los esfuerzos para alcanzar los
objetivos de desarrollo sostenible”, dijo Guterrez.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El informe sobre biodiversidad
y pandemias elaborado por 22 expertos líderes de todo el mundo indica que
depender de las respuestas a las enfermedades después de su aparición, con
medidas de salud pública y soluciones tecnológicas, en particular el diseño y
la distribución rápidos de nuevas vacunas y terapias, es un “camino lento e
incierto” en el que destacan tanto el sufrimiento humano generalizado como las
decenas de miles de millones de dólares en daños económicos anuales a la
economía global por sólo reaccionar a las pandemias.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En lo referente al costo
probable del COVID-19 de USD 8 a16 mil millones a nivel mundial hasta julio de
2020, se estima además que sólo en Estados Unidos esta cifra puede alcanzar los
USD 16 mil millones para el cuarto trimestre de 2021. Los expertos calculan que
el costo de reducir los riesgos para prevenir las pandemias es 100 veces menor
que el de reaccionar a tales pandemias, lo que “proporciona fuertes incentivos
económicos para un cambio transformador”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En 2019, antes de la llegada
de la pandemia de la COVID-19, PNUMA ya advertía en su informe anual: “Nuestra
salud estará cada vez más amenazada si el mundo no toma medidas urgentes para
frenar y reparar los graves daños causados al medio ambiente. La contaminación
del agua, del aire y los desechos químicos amenazan la integridad de los seres
humanos y hasta su capacidad para reproducirse”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En cuanto al medio ambiente,
resulta necesario implementar prácticas productivas compatibles con la
conservación y restauración de nuestros ambientes naturales para asegurar la
equidad en el acceso a los recursos naturales, en reconocimiento de los
derechos humanos, y protegiendo la biodiversidad -que es la base del sistema
productivo-, con un uso eficiente de los recursos naturales y la energía. Es en
esta línea que este año la Asamblea General de las Naciones Unidas inició la
“Década de la Restauración de Ecosistemas”, indicando que para cumplir los
objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 y evitar el cambio climático
catastrófico que anticipa la ciencia, necesitamos revertir el aumento de
emisiones de gases de efecto invernadero antes del 2030, porque es
imprescindible restaurar ambientes y procesos ecológicos y productivos, además
de conservar.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Bonte habló de la madre
Tierra como algo más que una proveedora esencial e imprescindible de vida y de
sustento para todas y todos los habitantes de este planeta. “Es fundamental
empezar a reconocerla y a entenderla como un ser vivo que merece un trato
amable, amoroso y respetuoso por lo que, nosotros sus hijas e hijos, debemos
proporcionárselo. Resulta impostergable que reflexionemos acerca de la
recuperación y construcción de nuevas y más armoniosas formas de relación entre
los seres humanos y la naturaleza. Nuestra única garantía de conservar la
existencia humana es revertir y mitigar los daños que hemos generado, por esta
razón el tema de este año es: Restaurar nuestra Tierra”, expresó Bonte.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El representante de FAO en
Venezuela cerró: “Los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así
como los crímenes que perturban la biodiversidad: la deforestación, el cambio
de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente
del comercio ilegal de vida silvestre, ponen en peligro los ecosistemas que
conforman la vida y el equilibrio necesario en el planeta. La naturaleza misma
tiene un importante papel que desempeñar ante la crisis climática que vivimos.
La evidencia sugiere que las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) son la
mejor opción para enfrentar a algunos de nuestros desafíos sociales más
urgentes, entre ellos: la amenaza de la disponibilidad del agua, el creciente
riesgo de desastres naturales o el cambio climático. Es responsable
preguntarnos, qué podemos hacer en nuestra cotidianidad para sumarnos a la
restauración del planeta. Sin duda alguna ayudaríamos mucho haciendo un uso
responsable de los recursos naturales, evitando el uso de pesticidas y
fertilizantes, reutilizando y reciclando, comprando productos respetuosos con
el medio ambiente, prefiriendo alimentos locales y producidos de manera
sostenible”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-2682000806034228152021-01-02T07:07:00.000-08:002021-01-02T07:07:08.054-08:00EL ROMPECABEZAS CHINO, JOE BIDEN Y LA UNIÓN EUROPEA<p><span style="text-align: justify;">La República Popular, su
expansión económica y creciente influencia política, es el mayor desafío para
el nuevo gobierno de un EE.UU. debilitado y ausente tras cuatro años de
trumpismo. 01/01/2021. Clarín.comMundo</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Martin Wolf, el gran analista
del Financial Times, hace unos años definió a China como una “superpotencia
prematura”. Una serie de circunstancias habrían adelantando el lugar de
prevalencia de la República Popular pero sin consolidar o madurar los cimientos
necesarios para estar en ese sitio. Atento a los impactos geopolíticos de la
actual pandemia y los resultados magros de la guerra comercial con EE.UU., ese
concepto posiblemente haya ya perdido rigor.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">China ha sido omnipresente en
este 2020 aunque no solo debido a la peste del coronavirus cuyo origen se
atribuye en Wuhan de donde se habría transmitido al mundo. El final del año
indica que esos dos protagonistas, la enfermedad y la potencia asiática, seguirán
centralizando el escenario hacia adelante, aunque por razones muy diferentes.
Al revés de lo que hubiera podido suponerse apenas meses atrás, la República
Popular llega a este enero de 2021 como uno de los pocos ganadores del drama
que ha estremecido al mundo. Esa condición determina el lugar que pretende o
que definitivamente ocupará en el escenario mundial tras el cambio de poder en
EE.UU., el otro polo de la transformación geopolítica que sobrevendrá en los
próximos meses. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Hay tres episodios en estas
horas, encadenados también por la pandemia, que conviene observar. Uno refiere
al adelanto de los tiempos de desarrollo y hegemonía de la potencia asiática a
caballo de las asimetrías que trajo la enfermedad. Otro, el escalamiento de la
represión del régimen de Xi Jinping, ignorando premeditadamente la protesta
mundial, con el caso significativo del arresto de la periodista Zhang Zhan. Por
último, el histórico abrazo que la Europa alemanizada acaba de coronar con un
acuerdo de inversiones sin precedentes con la potencia asiática.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El primero asunto de esa lista
lo detectó, entre otros, el Centro de Investigación Económica y Empresarial, un
potente instituto con sede en Londres, que determinó que China superará a
EE.UU. como la principal economía global en apenas siete años, mucho antes de
lo previsto. Lo atribuyen a que el Imperio del Centro concluye el 2020 con un
crecimiento estimado de 2%, la única economía importante con avances en su PIB.
Al revés, EE.UU. se contraerá alrededor de 5% lo que permitirá a Beijing
acortar la brecha. Un dato significativo de esa evaluación lo brinda el hecho
de que la República Popular ya superó a Norteamérica en el tercer trimestre del
año que finalizó como el mayor socio comercial de la Unión Europea.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Esa condición es la que le da
sentido al pacto anunciado este último miércoles entre el bloque europeo y la
República Popular impulsado firmemente por la alemana Ángela Merkel para
dejarlo atado antes de que finalizará, este 31 de diciembre, su presidencia
rotativa de la UE. Una cuestión temporal que podría indicar que no se pretendió
ignorar tajantemente a EE.UU. y sobre todo a su inminente presidente Joe Biden
como todo indica que ha sucedido. El episodio confirma, en realidad, que la
relación atlántica está dañada y requerirá tiempo para suturala aunque
difícilmente vuelva a los niveles previos a la campaña anti europea de Donald
Trump. Pero, además, constata que EE.UU. no es hoy lo que era, aunque la UE diste
mucho de constituir lo que algunos de sus dirigentes suponen o sueñan, una
superpotencia autónoma entre los dos gigantes.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El convenio sino-europeo tiene
ventajas únicas para las dos partes. Le brinda a Beijing un aliado
significativo y pragmático en el puro norte mundial para sus desarrollos
tecnológicos y estratégicos como la Ruta de la Seda. A cambio, anula la
obligación de asociaciones mixtas con firmas chinas para las empresas europeas
que inviertan en la República Popular; se amplía el criterio de propiedad
intelectual y aumenta en la agenda la importancia de la cuestión de los
subsidios estatales que facilitan la competencia de las empresas chinas. Pero,
esencialmente, le abre a los europeos el inmenso mercado chino donde el
consumo, según cálculos de Goldman Sachs, explicará este año que comienza más
de la mitad del pbi nacional: unos 8,4 billones de dólares respecto a un
producto de 15,6 billones.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Este acuerdo es el segundo de
gran envergadura que ha coronado el imperio chino en las últimas semanas de
este dramático 2020, aparte, por cierto, de la renovación del polémico pacto
secreto con El Vaticano. En noviembre Beijing puso en marcha la Asociación
Económica Integral Regional (RCEP), el convenio de libre comercio más
importante del mundo, que une a 15 naciones del Asia Pacífico que explican 30%
de la economía global. Constituyó la síntesis más acabada del rediseño del mapa
geopolítico. Ese espacio lo lideraba EE.UU. con el llamado Acuerdo
Transpacífico que construyó Barack Obama y del cual se alejó Trump en 2017.
Beijing, que no estaba en aquel pacto, dejó ahora a EE.UU. fuera de esta enorme
máquina de generar riqueza.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Biden descarta recuperar esa
iniciativa. Sabe que lograr apoyo de un Senado posiblemente con dominio
republicano para un acuerdo multilateral sería una misión imposible. China
tiene aliados inverosímiles en el Capitolio. Pero Biden sí está dispuesto a
reconstruir los puentes con Europa y buscar hablar con una única voz para
reconfigurar el vínculo con China. Tiene una urgencia comprensible. Los últimos
años de insularidad y abdicación geopolítica de EE.UU., junto al culebrón de
Trump negando haber perdido las elecciones y petardeando la democracia
norteamericana, han envalentonado al comunismo chino que se considera
impermeable a las presiones internacionales.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El caso de Zhang, condenada a
cuatro años con cargos absurdos por informar lo que realmente sucedía en Wuhan
al inicio de la pandemia es un ejemplo de ese comportamiento que se suma a la
presión sobre Hong Kong o la represión de la minoría uigur en la provincia de
Xinjiang. Como señala en Foreign Affairs, Michéle Flournoy, viceministra de
Defensa en la gestión de Obama, “cuanto mayor es la confianza del liderazgo
chino en sus propias capacidades, mayores son las dudas que abriga sobre la
capacidad y resolución de EE.UU.”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Esa dinámica, donde la
potencia emergente ve como decadente a la que todavía rige, merodea una zona de
riesgo muy peligrosa. “Un error de cálculo estratégico podría llevar a los
líderes chinos a concluir que deberían –por ejemplo- avanzar sobre Taiwan, y
constituir un hecho consumado que un EE.UU. debilitado y distraído tendría que
aceptar“, advierte la ex funcionaria.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Estos factores, junto con el
crecimiento económico y por lo tanto político de la potencia, es lo que
convierte a China en el principal rompecabezas con el que deberá lidiar Biden.
Flournoy, plantea la necesidad de edificar una disuasión que convenza al
liderazgo chino de que EE.UU. no solo cuenta con “la capacidad de aplastar
cualquier agresión sino, además, que existe la voluntad para hacerlo, Hoy
Beijing duda de ambos aspectos”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La guerra entre China y
Estados Unidos no es comercial aunque se la estableció en esos términos con el
saldo de un extraordinario sobrecosto en los bolsillos de los norteamericanos.
Según un informe de Fortune, las empresas estadounidenses desembolsaron hasta
46 mil millones de dólares para fines de 2019 por los gastos generados por los
aranceles. Pero hay datos peores. Bloomberg Economics estimaba recientemente
que la guerra comercial, aparte de la pandemia, recortó este 2020 unos 316 mil
millones de dólares a la economía norteamericana.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La guerra, que tenido esos
costos y escasas ganancias, ha sido en realidad por la supremacía tecnológica.
“El partido comunista chino comprendió que la tecnología es el camino del
poder”, advertía hace un par de meses The Economist. Occidente reniega sobre
todo de la iniciativa “Made in China 2025”, una gigantesca estructura de apoyo
estatal para el desarrollo de semiconductores, robótica, super computadoras,
inteligencia artificial y telecomunicaciones.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Lorand Laskai, investigador
del Council on Foreign Relations, sostiene que el objetivo del programa “no es
tanto unirse a las filas de economías de alta tecnología como Alemania, EE.UU.
Corea el Sur y Japón, sino reemplazarlas por completo”. Made in China 2025
existe para lograr la autosuficiencia mediante la sustitución de tecnologías y
ser la superpotencia que domine el mercado global en industrias críticas. Una
pesadilla para EE.UU.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Biden apuesta al poder
económico de su país junto a sus aliados para limitar las pretensiones chinas,
como propone en su célebre articulo Why America Must Lead Again. El demócrata,
aunque mantendrá por ahora los aranceles contra China, afirma que a diferencia
de Trump tiene una estrategia para no solo fingir dureza. En parte se trata de
un fondo de 300 mil millones de dólares para la investigación y el desarrollo
junto a otro paquete de 400 mil millones para estimular la producción local de
suministros críticos y de alto valor, como equipos médicos, hardware de
telecomunicaciones 5G y vehículos eléctricos. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El propósito es que EE.UU. no
sea dependiente de China, un desacoplamiento que modere la formidable
interacción de su país con la economía asiática. Pero eso significará aumento
de impuestos para la inversión en esos rubros, y por supuesto el alza del costo
de los productos que reemplazarían a los que le provee a precio de ganga el
gigante asiático. Una política difícil y sin claridad de resultados que
dependerá de la calidad de las alianzas, sobre todo económicas, que pueda reconstruir
EE.UU. China, entre tanto, parece ya estar probándose las ropas para volver a
ser lo que fue durante siglos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Copyright Clarín 2021<o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-20339505700779248432020-12-29T12:43:00.005-08:002020-12-29T12:43:31.068-08:00UNA VISIÓN DESARROLLISTA DEL SECTOR DE LA ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO<p><span style="text-align: justify;">La economía del conocimiento,
sin articular con los sectores productivos tradicionales, profundiza el
subdesarrollo</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Por Sebastián Lucas Ibarra -16
julio, 2020</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Detrás del sector
agroindustrial, y disputándole de cerca el segundo lugar a la industria
automotriz, la denominada economía del conocimiento es el tercer sector
exportador argentino. En 2019 exportó más de 6000 millones de dólares. No es un
fenómeno autóctono, sino global, que ha irrumpido con fuerza en las últimas dos
décadas en el marco de la revolución 4.0 y gana cada vez más fuerza. La
economía del conocimiento crece tres veces más rápido que el promedio de la
economía mundial, según la Organización Mundial del Comercio.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La economía del conocimiento
está formada aquellas actividades productivas que se caracterizan por el uso
intensivo de tecnología y que requieren capital humano altamente calificado,
según la definición de Argencom, entidad conformada por empresas prestadoras de
servicios basados en el conocimiento. Es el sector económico que usa la
información y el conocimiento para generar valor y ofrecer a la sociedad
productos y servicios que mejoran su calidad de vida.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Actividades que se comprenden
dentro de la Economía del Conocimiento</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La economía del conocimiento
está en todas partes. Es posible que trabajes en una empresa de la economía del
conocimiento y no lo sepas. Abarca desde productoras audiovisuales, como Mundo
Loco, del director Juan José Campanella, hasta Globant, un unicornio
informático de Argentina. Los unicornios son las empresas que tienen un valor
en bolsa superior a los mil millones de dólares. Pero también incluye al INVAP,
la compañía estatal argentina que produce reactores nucleares y satélites. “Una
empresa tecnológica es aquella donde parte del proceso productivo tiene lugar
en el cerebro de alguien”, define Lino Barañalo, ex ministro de Ciencia y
Tecnología, en entrevista con Visión Desarrollista. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La economía del conocimiento
esta entrelazada en una amplia variedad de sectores económicos y productos. En
las chombas Lacoste, por ejemplo, destaca el economista Luciano Pizarro en una
charla organizada por la Usina Desarrollista. A pesar de que su elaboración
tiene un componente manual muy importante y el proveedor textil, de Rumanía,
entrega la chomba prácticamente terminada, solo el 8% del precio llega al
fabricante, explica Pizarro. El resto del valor va al dueño de la patente, el
diseñador y la publicidad, entre otros. En tantos casos como este así se
evidencia el impacto de la economía del conocimiento.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Los unicornios</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La firma emblema de la
economía del conocimiento, y en particular de la actividad de servicios basados
en el conocimiento, es Mercado Libre. El unicornio fundado por Marcos Galperín
vale hoy 10 veces más que YPF. Vale aclarar que mucho tiene que ver lo fuerte
de la comparación entre ambas empresas el<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>hecho de que el precio del petróleo está en su valor histórico más bajo.
Consecuentemente, alguien podría deducir que esto evidencia que el eje del
desarrollo ya no son recursos naturales. Lo cierto es que nunca lo fueron.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La clave del desarrollo fue,
es y será siempre el agregado de valor. Los países desarrollados compiten desde
siempre por la riqueza global y para eso generan actividades económicas de
mayor valor, el cual se genera del aporte del conocimiento, en lo concreto en
investigación, innovación y desarrollo, explica el científico Fernando Stefani
en entrevista con Visión Desarrollista. Ahora está de moda hablar de la
economía del conocimiento, subraya Stefani, pero el conocimiento siempre fue el
mayor generador de valor.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Esa falta de visión
estratégica, y de esfuerzo colectivo, fue precisamente la trampa del
subdesarrollo argentino. El país no tuvo un plan superador del modelo
agroimportador hasta que estadistas como Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio
buscaron trascenderlo con la industrialización, algo que hizo desde el primer
momento Estados Unidos. Hoy seguimos reproduciendo las causas del
subdesarrollo, con preponderancia de exportaciones de bajo valor agregado
basadas en recursos naturales. Como bien demostró Frondizi, quien dio impulso
al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina
(CONICET) y creó el Consejo Nacional de Educación Técnica (CONET), no se trata
ni de prescindir de los recursos naturales ni tampoco dormirnos en la fácil de
exportarlos sin agregar valor, sino de aprovechar que los tenemos, diversificar
y agregar valor. La evidencia se encuentra de manera negativa en el caso de
Venezuela o Nigeria, o positiva en el deEstados Unidos, que es el primer
productor mundial de petróleo. Un caso revelador es el de Emiratos Árabes, que
busca diversificar una economía fuertemende dependiente del peróleo hacia… el conocimiento.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Al igual que en el gobierno
desarrollista, el desafío sigue siendo combinar conocimiento, los recursos
naturales y atraer capital para la inversión productiva. Sobre todo porque
Argentina es una economía descapitalizada en un sistema que se llama
capitalista. Es errado pensar que la economía del conocimiento lleva al fin de
la industria o las necesidades de capital. Sí es cierto que hay nuevas
cuestiones y desafíos a considerar, como el paso de la lógica cultural de
poseer bienes a la de consumir servicios o los cambios en la secuencia del
modelo productivo. “En el modelo de hoy, se trabaja con el usuario, existe un
codiseño antes de que se fabrique el producto”, plantea Raquel Ariza, directora
de industrias 4.0 del INTI en su exposición la Usina Desarrollista. Lo mismo
con respecto a que el cambio del modelo de negocio repercute en la organización
de la economía en general. “Hoy no importa tanto el capital, quién tiene las
máquinas, los medios de producción, sino quién entiende mejor las necesidades y
da las mejores respuestas”, explica Ariza. Si bien es cierto, pero no por eso
deja de serlo los robots requieren inversión de capital. Si no, que lo digan
las pymes e industrias que deben atravesar el proceso de adaptación que implica
la revolución 4.0.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La economía del conocimiento
demanda inversiones menores que las necesarias para construir una represa,
perforar pozos en Vaca Muerta o instalar una planta industrial. Pero eso no
significa que sea completamente cierto que “el desarrollo ya no viene de la
mano de los capitales”, como señala el presidente de la Fundación Clementina
Carlos Pallotti en su exposición en la Usina Desarrollista. Esta es una más visión sectorial, propia de
las compañías vinculadas a la venta de servicios basados en conocimiento, que
una concepción holística que contemple la economía como un todo dinámico,
sistémico y transversal, donde realmente la economía del conocimiento se
transforma en un driver para el desarrollo. Y esto es fundamental.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Hay un caso global que quizás
justifique un modelo de foco sectorial de economía del conocimiento: Israel. En
este país están las oficinas de todas las grandes compañías globales haciendo
investigación y desarrollo (I+D), vive de eso. Las vacunas desarrolladas por
científicos israelíes se fabrican en otros países, como Tailandia, señala Barañao.
Israel lidera el ranking mundial de
I+D,invierte muchísimo en educación y fomenta la cooperación público y privada.
Pero no es un modelo que Argentina pueda imitar directamente. En primer lugar,
porque tiene solo nueve millones de habitantes. Y esto sin mencionar las
características geopolíticas muy particulares, combinadas con el desarrollo de
una importante industria armamentista.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La primarización tecnológica</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La economía del conocimiento
tiene capacidad para potenciar del desarrollo en el agregado de valor a otras
actividades más tradicionales, pero también entraña el riesgo de profundizar el
subdesarrollo si no existe esa dinámica transversal: la primarización
tecnológica. Este factor, que no es tan evidente, pues asociamos a este sector
con el valor agregado, parte de ver al sector aislado del resto de la economía
y solo ponderar el factor de estar produciendo y exportando bienes y servicios
tecnológicos y no valorar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la integración
de las cadenas productivas de manera vertical y horizontal. Exportar horas de
programación o proyectos tecnológicos e importar programas o bienes de mayor
valor tecnológico se vuelve a análogo a lo que fue en su momento exportar el cuero
e importar los zapatos. Stefani da un ejemplo que ilustra la cuestión:
“Imaginen que una emprendedora argentina desarrolla una nueva antenita para
celulares, mucho mejor que las existentes. ¿Qué puede ocurrir? La va a vender a
Huawei o Motorola, ganará algunos millones de dólares y va a salir en todos los
diarios. Será objeto de nuestro orgullo. Y al poco tiempo compraremos el
teléfono con la antena de la emprendedora argentina. Pero el balance para el
país será negativo: invirtió en criarla, educarla y formarla, le permitió
desarrollar su emprendimiento hasta el punto en que una empresa lo consideró
suficientemente interesante.” El valor agregado se incorporó afuera, a
productos industriales más elaborados que después les compramos a ganancias
exponenciales. En clave desarrollista, no nos hizo más Nación.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Los avances tecnológicos que
definen la revolución 4.0, como la big data, el internet de las cosas, la
robotización, la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y la
impresión 3D, los sensores, la realidad virtual, los servicios en la nube y la
nanotecnología son el eje transversal productivo que afectan a todos los
sectores revolucionando la manera de producir bienes y servicios. Son estas
tecnologías del conocimiento los factores transversales que impactan en toda la
vida cotidiana de las personas, de las ciudades y de todos los ecosistemas y
sectores de la economía y la producción. Lejos de ser obsoleta, la industria,
en su versión 4.0, es la nave insignia de la innovación y desarrollo a nivel
mundial al punto que no sólo la I+D de los países desarrollados se orienta a la
industria (80%), sino que incluso ese ritmo de inversión sirve para medir al
propio avance al desarrollo. La revolución 4.0 debería ser la oportunidad para
que los argentinos revaloricemos nuestra industria, en particular “los
intangibles que están en ese entramado industrial”, señala el presidente de la
Agencia I+D+i de la Nación, Fernando
Peirano. En Argentina, explica Peirano, existe una cultura del trabajo
alrededor de la industria que no todos los países tienen y que valoran mucho
las empresas multinacionales, que saben que acá cuentan con un entramado de
PyMEs que pueden atender esas exigencias que hoy tiene la producción.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">De esta revalorización de la
industria en los países desarrollados se debe comprender en relación a nuestro
asunto de que la economía del conocimiento sin articular con los sectores
productivos tradicionales no sólo no alcanza, sino que profundiza el
subdesarrollo. Generar una economía basada en los servicios, sin ese sustento
productivo es algo suicida que solo pudimos haber hecho los argentinos como
sucedió en la década del 90 cuando se desindustrializó la matriz productiva y
se promovió el modelo de país de servicios, esa vez en el marco de la globalización
y el lanzamiento de Internet. Los servicios, incluso los basados en el
conocimiento, en un modelo de desarrollo sustentable, agregan valor a un bien o
servicio tangible de generación nacional. En un modelo de desarrollo
sustentable la economía del conocimiento se debe pensar más por su capacidad de
impacto transversal en los sectores tradicionales de la economía que por un fin
en sí mismo. Es esa oportunidad estrategia del sector y es lo que hacen los
países desarrollados. Luis Galeazzi explica precisamente esto al decir que “si
hablamos de la manufactura, tenemos que hablar de la robótica. No solo es un
motor de la economía en sí mismo, sino también por lo que genera en la
productividad de los sectores”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Un caso concreto bien nacional
es el que cuenta Rosana Negrini, presidenta de Agrometal, firma líder en el
mercado de sembradoras, con planta en Monte Maíz y una red de concesionarias en
todo el país. Hoy las maquinas son mitad fierros y mitad electrónica y
sistemas, explica. La cadena de producción misma de las maquinarias
agrícolas hace foco en los desarrollos
tecnológicos como algo prioritario y eje de la competitividad. Incluso los
perfiles requeridos para la cadena productiva han cambiado hacia las nuevas
tecnologías. Esa es la economía del conocimiento y las nuevas tecnologías
aplicada al agro: Agro 4.0. Otro caso lo
dio Luciano Pizarro en su charla para la Usina: una hectárea de maíz en EEUU
rinde un 25% más que en Argentina, y la diferencia no se deba al tipo de tierra
ni el clima, sino el conocimiento invertido en tecnología y capital humano. Es
decir, la economía del conocimiento hasta en las materias primas puede marcar
la diferencia.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Participación de sectores y
tecnologías 4.0 en la Economía del Conocimiento en Argentina</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Las oportunidades del sector
para la Argentina son amplias, así como sus desafíos. Galeazzi enumera entre
los atributos positivos a una base de talento muy fuerte, un sistema educativo
público y universitario muy desarrollado, emprendedores muy activos y un
entramado empresarial con mucha capacidad y vocación exportadora. Por otro
lado, explica, tiene desventajas fuertes: por supuesto la inestabilidad
económica, no saber cuánto va a valer el dólar el mes que viene, la
inestabilidad normativa (hay un bache normativo muy grande para el sector) y la
burocracia y la poca legislación laboral afín al sector. Precisamente para
resolver esta cuestión se encuentra con media sanción la nueva ley de economía
del conocimiento que busca reemplazar la que se había dictado en la gestión de
Macri pero que nunca se reglamentó. El titular de Argencon celebra en sí mismo
que haya una ley y explica lo relativo a las dos propuestas “dependiendo cuál
sea la actividad sectorial, estos cambios juegan mejor o peor que la ley
anterior. Es decir, no a todas las empresas le significan lo mismo.”<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El capital humano, como bien
señala Galeazzi, es una fortaleza, pero también un desafío y hasta puede ser
amenaza. El crecimiento del sector no es problema de demanda sino de la oferta
de capital humano. Pero eso también implica que la economía del conocimiento no
es accesible para cualquiera. Demanda un adecuado nivel de formación y de
preparación profesional. Especialistas en el sector, como Pallotti o Pizarro,
coinciden que hay un problema en la desproporción de egresados en carreras
duras con respecto a las carreras blandas y dar así respuesta a los desafíos de
las nuevas tecnologías y empleos subyacentes. Reconvertir la mano de obra fue
algo necesario en todas las revoluciones industriales anteriores, remarca
Pallotti. Los países que son referentes en materia de economía del conocimiento
tienen sistemas educativos fuertes y enfocados a la ciencia y la tecnología y
acá eso no sucede enfatiza Pizarro quien manifiesta su preocupación por el
efecto de la desproporción que implica que de cada ingeniero que se recibe
todos los años en las universidades nacionales se reciban tres psicólogos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La educación es entonces el
insumo fundamental para la economía del conocimiento, pero requiere mucho más
que enseñar programación en las secundarias. Quien cree que con la economía del
conocimiento podemos dar respuesta problema de la pobreza estructural lamento
decepcionarlo. Las deficiencias educativas sobre todo en los sectores más
pobres los ponen a años luz de hasta las tareas menos exigentes como un data
entry. La educación ya no puede ser considerada un instrumento de nivelación
socioeconómica, porque ni eso puede cumplir ya, y ni hablar del desafío de
integrarse a un modelo de desarrollo y cuyo más profundo análisis se refleja en
la imperdible charla que con magistral pericia y evidencia brindó para la Usina
Desarrollista el especialista en temas educativos Alieto Guadagni.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Esas carencias y asimetrías se
ven sobre todo a nivel federal. Muchas actividades del sector favorecen el
teletrabajo, pero para eso se requiere sumar también las condiciones de
conectividad pertinente a la disponibilidad de capital humano ya planteada. Si esto no sucede la economía del
conocimiento, que será al fin de cuentas por su perspectiva transversal la
lógica de la economía competitiva, no hará más que profundizar la falta de
acceso a las oportunidades, generándolas solo a quienes pudieron tener buen nivel
educativo y excluyendo aún más al resto, de los cuales la economía del
conocimiento y la revolución 4.0 serán fenómenos muy ajenos de los cuales
quizás nunca sepan existieron. Por esta razón no es la robotización la gran
amenaza para el desempleo, sino la falta de políticas educativas acordes a
estos desafíos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La economía del conocimiento
es un componente muy valioso del país que, sin lugar a dudas, hay que
incentivar. Pero es fundamental hacerlo desde una visión sistemática de
integración vertical y horizontal de la cadena de valor como hacen los países
desarrollados.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-39775933926731725522020-12-27T05:52:00.000-08:002020-12-27T05:52:06.346-08:00CARASSAI: "EL PRIMER TEMA QUE HAY QUE VOLVER A ABORDAR ES EL REENCUENTRO DE LOS ARGENTINOS"<p><span style="text-align: justify;">Por Visión Desarrollista -4
noviembre, 2015. </span><span style="text-align: justify;">Jueves 10 de septiembre de
2015. Domicilio particular de Antonio Salonia, Barrio de Belgrano, Ciudad de
Buenos Aires.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Entrevistamos al Dr. Hugo
Carassai, Presidente de la Fundación Centro de Estudios Arturo Frondizi, con
quien conversamos sobre el papel del agro en el desarrollo económico argentino
y sobre el rol del Estado. En esta nueva edición, compartimos la conversación
que mantuvimos con él.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Hugo, muchas gracias por
recibirnos. En primer lugar, siendo usted presidente de la Fundación Centro de
Estudios Arturo Frondizi, ¿se considera desarrollista o frondizista?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Me considero desarrollista.
Desde ya, tengo un gran respeto y admiración por Frondizi, pero creo que,
precisamente, una de las grandes virtudes que tuvo al Fundación es haber sumado
gente que era más frondizista, gente que era más frigerista, y haber logrado
que trabajen todas juntas. Es una amalgama. Por eso creo que no tiene sentido
hacer diferenciación entre una cosa y la otra.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>¿Cuál es la misión de la
Fundación?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La Fundación tiene la función
de recuperar las ideas del desarrollismo, las de Don Arturo, las de Frigerio, y
ponerlas en conocimiento de todos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Hugo, ¿Cómo llegó al
desarrollismo?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">De joven tenía mis inquietudes
por las cuestiones sociales. Crecí en un hogar muy humilde, familia de
zapateros. Siendo muy chico entre como aprendiz en la fábrica de zapatos donde
trabajaba mi padre. De noche iba al colegio y de día trabajaba. En ese lugar se
leía el diario La Vanguardia, del Partido Socialista. Esa fue mi primera
inquietud e inclinación. Con el tiempo
me empezaron a interesar más esas cosas. Recuerdo que en esa época me llamó la
atención y me marcó mucho un libro de Aldo Ferrer, el primero que hizo para el
Fondo de Cultura Económica. También empecé a leer con mucho interés y asiduidad
un suplemente que sacaba Clarín, en la época de Noble, donde se hablaba sobre
siderurgia, petróleo y desarrollo económico. Así me fui contagiando de todas
esas ideas: que el país debía progresar, salir de su economía estancada, que
había países importantes como Estados Unidos que se habían desarrollado a
partir de la agricultura y la ganadería, y después habían trasladado su
potencial a la industria, pero sin dejar de ser relevantes productores
agrícolas.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En mi ciudad, Bell Ville,
provincia de Córdoba, conocí a Ángel Viqueira, dirigente desarrollista que
luego fue intendente (1). Si bien no me afilié a la UCRI, estuve cerca de su gobierno en la intendencia de
Bell Ville. Se había creado una pequeña comisión formada por diversos
profesionales y por mí, que era un joven estudiante de contador, donde
estudiábamos cuestiones relativas al presupuesto, administración y desarrollo
de la ciudad. Cuando vine a Buenos
Aires, empecé a frecuentar reuniones del circulo desarrollista. Aunque no he
sido militante, me afilié al MID en su momento, a los 30 años. Iba a Ayacucho
(2) a escuchar a Frigerio y fue entonces cuando le propuse ir a dar unas
charlas a Bell Ville. Accedió y fuimos en mi auto para allá. Con el tiempo
entablamos una cierta amistad.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">PARTE 1 | FRIGERIO Y FRONDIZI</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">A propósito de Rogelio, ¿Cómo
lo puede describir a Frigerio?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Cuando conocí a Rogelio,
quería que me ilustrara con su conocimiento, pero él, en cambio, quería que yo
le contara lo que conocía. Era alguien que le interesaba la microeconomía, me
preguntaba sobre lo que pasaba en el campo y en la industria. Yo estoy
vinculado al agro, a la construcción y a la industria frigorífica, y él se
interesaba mucho por el día a día de la actividad productiva. Eso me pareció
muy importante porque a veces en el escenario macro podes tener todos los
indicadores diciendo que las cosas van en un sentido, pero en realidad, cuando
ponderas la microeconomía, las cosas van para otro lado.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Considera que Frigerio fue el
“ideólogo” de Frondizi?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">No, no comparto esa opinión.
Creo que Frondizi necesitaba un Frigerio y Frigerio necesitaba un Frondizi. No
se hubiese originado el desarrollismo fuera de esa combinación. Uno era el
político, el idealista, el hombre que quería llegar a la Presidencia de la
Nación, y Rogelio era el práctico que tenía bien claro lo que había que hacer.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">PARTE 2 | VIGENCIA DEL
DESARROLLISMO</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Pareciera que últimamente el
desarrollismo se ha vuelto a poner en boga. ¿Qué opinión tiene al respecto?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Creo que mucha gente habla de
desarrollismo sin entender lo que es. Durante años hemos sostenido que
crecimiento no es lo mismo que desarrollo. Ahora todos lo dicen… incluso
quienes durante años festejando porque “el país estaba creciendo”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>¿Podría explicar cuál es la
diferencia entre crecimiento y desarrollo?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Un país puede crecer en una
serie de indicadores económicos, pero de una manera tal que no logra el
desarrollo. El desarrollo es algo sistémico, significa mejorar la calidad de vida, la situación social
de las personas y la economía del país. Entonces, vos podes tener un
crecimiento económico espectacular pero no conseguir resolver estas cuestiones
y seguir postergando el desarrollo. Eso es lo que pasa en Argentina.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Considera que sigue estando
vigente el pensamiento desarrollista a pesar de los cambios que se produjeron
en el mundo en los últimos 50 años?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Muchas cosas cambiaron desde
1958 a la actualidad. Para empezar, en aquella época no llegábamos a 20
millones de habitantes, la producción agropecuaria no alcanzaba las 15 millones
de toneladas, el país no tenía capitales. Cambiaron muchas cosas, pero los
problemas siguen siendo los mismos. Por ejemplo, los que genera la ineficaz
burocracia estatal.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Por otra parte, habría que
recalar en el discurso del 1° de mayo de 1958. En él, Frondizi se centró en un
punto básico: “el reencuentro de los argentinos”. Creo ese es el primer tema
que hay que abordar hoy, un tema político y social más que económico.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>PARTE 3 | EL POTENCIAL DEL
CAMPO ARGENTINO</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>¿Qué opina de la antinomia
entre campo e industria?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Frondizi en ningún momento la
planteó. Al contrario, en el discurso del 1 de mayo del ‘58 dijo que había que
tecnificar el campo. En aquel entonces, si veías cómo trabajaban la tierra en
California te dabas cuenta de que allí había una actividad industrial. Hoy, si
vez cómo se desarrollan las semillas en Argentina te das cuenta que esa
semillita tiene mucha tecnología incorporada e industria agregada. De ninguna
manera existe esa antinomia.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Pero, sin embargo, es una idea
bastante arraigada en amplios sectores…</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Porque hay un problema
ideológico. Consideran que ganadero es sinónimo de oligarca, de terrateniente.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Considera que el campo y la
agro industria podrían generar empleo suficiente para que vivamos 40 o 50
millones de argentinos?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El campo, cuando se mueve,
necesita torneros, mecánicos, reparadores. Supongamos que tecnificamos el
campo: cada vez que se mejoran las técnicas de siembra, riego y cosecha se
requiere gente más capacitada. En el período en que el campo creció mucho,
previo a la 125, había zonas de la pampa
húmeda donde se habían llegado a establecer empresa de catering que acercaban
viandas. En estas condiciones se genera todo un entramado que es
importantísimo.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿El sector agropecuario está
en condiciones de seguir creciendo?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El campo puede duplicar su
producción en 5 años. Pero las 120 millones de toneladas que producimos hoy no
pueden transportarse porque no hay
caminos suficientes, el ferrocarril está destruido y el sistema de transporte
esta anarquizado.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Además, hay excesivos
controles y excesivas regulaciones. Si vas a Rosario, que es el puerto de
salida del 75% de la producción agropecuaria, vas a encontrar colas de camiones
de 10, 15 o 20 km. ¡Cuánto mejor sería que en lugar del gastar en Fútbol para
Todos gobierno hiciera una red de circulación en el entorno de los puertos que
están cerca de Rosario, Granadero Baigorria, Bérmudez, San Lorenzo…!</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Qué cambios considera
necesarios en materia de política agropecuaria?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Argentina debería plantear
algo más inteligente en el manejo de las retenciones. Las retenciones son un
impuesto a la exportación de soja, maíz, trigo, carne y otros que responde al
problema de recaudación que tiene el Estado. Pero, entonces, el campo, que
podría producir mucho más, apenas alcanza las 120 millones de toneladas.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Habría que eliminar las
retenciones?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Quitando las retenciones al
maíz, al trigo y a la carne no se produce una pérdida de recaudación importante y se pueden potenciar
la exportación de estos productos. Al
maíz, además, se lo puede convertir en carne dándole de comer a vacas, pollos y
cerdos, agregando valor.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿A la soja habría que quitarle
las retenciones?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">No, con la soja hay que hacer
algo más inteligente. Por un lado, tenemos un 35% de derechos de exportación.
Por el otro, el impuesto a las ganancias. Y, por último, la necesidad de
tecnificar, que no significa solamente incorporar maquinarias, sino también
tecnología, genética y mejores sistemas.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Hay que combinar las tres
cosas. ¿De qué manera? Cobrando las retenciones a cuenta del impuesto a las
ganancias. En primer lugar, si las retenciones se cobran a cuenta del impuesto
a las ganancias, los productores están obligados a trabajar en blanco,
resolviendo el problema de la evasión. Por otro lado, para toda inversión en
maquinaria de producción local se otorga el beneficio de la amortización fiscal
acelerada. ¿Qué es esto? Si alguien compra hoy un tractor de 50.000 dólares lo
puede deducir en su primer año de su balance fiscal. Invierten, blanquean y al
año siguiente, cuando ya no tiene amortización, compra otro. Esto mismo lo hizo
Arturo Frondizi en 1958 (3).</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Pero esto no haría caer la
recaudación?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">No, no cae, el Estado recauda
indirectamente. Si antes había 10 fábricas que vendían 100 máquinas, con este
esquema va haber 20 que vendan 1.000. Y, a la vez, va haber más gente
trabajando, más gente aportando a las cargas sociales. Es un mecanismo multiplicador.
Esto, como muchas cosas, se puede hacer si se mira a largo plazo.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Del sector ganadero, que
análisis se puede hacer? ¿Es cierto que se exportan menos cabezas que en la
época de Frondizi?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En 1962, cuando fue derrocado
el Presidente Frondizi, las exportaciones de carnes habían trepado a 400.000
toneladas, con una particularidad, en esos productos había TI favorables.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En el año 2014 con esta
errática política anti-ganadera del actual Gobierno, de nuevo se ha dejado de
cumplir con la Cuota Hilton, no se ha aprovechado la Cuota 481, y en total se
han exportado 150.000 toneladas, cuando la capacidad del país, es llegar a un
millón de toneladas, y con un buen plan se pueden alcanzar en un quinquenio 1,5
millones de toneladas.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Si se alienta la
transformación de granos (maíz, soja, sorgo) en carne bovina y porcina, esta
última producción de ciclo mas corto, puede ayudar al abastecimiento doméstico,
y liberar asi los cortes bovinos mas caros, para la exportación. Quede claro, para los que están
ideologizados, que el “asado” (de los muchachos) no se exporta, porque tiene
hueso</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">PARTE 4 | EL ROL DEL ESTADO</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Mencionó la ineficaz
burocracia estatal como uno de los principales problemas del país. ¿A qué se
refiere, específicamente?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Tenemos una ineficaz
burocracia en todos lados y eso genera costos. Alguien puede decir que damos
empleo, pagamos salarios y con ese salario hay más consumo interno. Ese
razonamiento es válido solo en parte, porque si se analiza desde el lugar del
empresario que tiene que hacer cien trámites, llega un punto en el que se
encuentra condicionado. Hoy si alguien quiere exportar trigo o maíz tiene que
pasar por el ROE (4) y pedir permiso, si quiere importar bienes de capital
tiene que llenar una DJAI (5). Esto se termina transformando en una “desventaja
competitiva”.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Qué serían esas “desventajas
competitivas”?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Son aquellas que generamos
nosotros mismos por nuestra impericia e ineficacia.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Les doy un ejemplo. Se han
generado un millón y medio de puestos públicos. Esto tiene un impacto negativo.
Por un lado, los empleados públicos que están y que saben hacer las cosas bien
quedan postergados por gente que no sabe. Por el otro, los empresarios se encuentran
con gente inepta que cree que porque ha sido nombrada en un estamento público
lo que tiene que hacer es obstaculizar. Como consecuencia de los dos puntos
anteriores, se generan desventajas competitivas.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Miren otro caso. Conozco un
productor en el Chaco que es eficiente y ha invertido en tecnología. ¿Cuál es
su problema? Tiene que llevar su
producción al puerto de Rosario y el flete se lleva gran parte de su
rédito. Hay un gran problema de
logística. Mandar un contenedor desde el sur hasta el puerto de Buenos Aires
sale más caro que desde Buenos Aires hasta Indonesia.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Un tercer ejemplo. La zona de
ChoeleChoel, Río Negro, es ideal para producir cebollas, avellanas, tomates…
pero es necesario regarla. Hay agua, un río caudaloso. ¿Qué hace falta? Acumular
agua y tener energía eléctrica. Son inversiones importantes. Para que se den
una idea, es necesario invertir 3 mil dólares por hectárea para regar campos
cuyo valor es de mil dólares por hectárea. Para proyectos de esta envergadura
es necesario, como mínimo, armar un plan a 5 años. ¿Creen que es posible hacer
estos proyectos si los bancos cobran tasas de interés del 35%? No, no lo es.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Cómo se podrían revertir
estas desventajas?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El Estado tiene que facilitar
las cosas. Tomemos el caso de ChoeleChoel. En este momento, para hacer la extensión de la
línea de electrificación, que son 61 km,
el Estado dice “no tenemos plata, hagan ustedes la infraestructura y nosotros
le damos la energía”. Pero, ¿de dónde se obtienen los recursos para hacerlo? El
Estado tiene que hacer la línea, los canales y la represa, o sino financiarlos.
Cuando se emprende un desarrollo a 5 o 10 años es necesario tener financiación.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Hoy no hay ninguna empresa
argentina que pueda salir a la bolsa a captar fondos. Incluso YPF toma al 9% a
seis meses. En Brasil, Petrobras acaba de obtener financiamiento a 100 años.
Bolivia acaba hacerlo a diez al 4%. No
se puede hacer el desarrollo sin mercados de capitales y con una inflación
superior al 5%.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">De alguna manera el Estado, en
su innegable rol preponderante puede tanto potenciar y promover el desarrollo
como trabarlo y obstaculizarlo..</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Este tema es central, porque
hemos visto en esta última década “crecer” al Estado y con consecuencias
negativas. Quiero insistir en esto, porque pareciera que a muchos ciudadanos se
les ha deformado la concepción elemental de lo que es el Estado: se ha
confundido el Gobierno con el propio Estado, y también con el partido o
“espacio”, o la “llamada” militancia que es la que accedió al manejo de lo que
es de todos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Asi las cosas, en la
Argentina, nos hemos convertido, además de otras divisiones, en una sociedad,
donde unos trabajan, y pagan impuestos, para que la otra mitad, no trabaje en
algo productivo, y gaste esa recaudación. Y eso no es distribución de la
riqueza. Eso es una “transferencia” de recursos, que suma menos que cero. Es un
mercado interno falso.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Vale así hacer una
diferenciación que tanto Frondizi como Frigerio tenían claro: hay que
distribuir, si, pero el ingreso. Esto es el desarrollo y la integración del
país para que crezca la producción y así la capacidad de distribuir el mayor
ingreso.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Por qué sigue siendo
desarrollista?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Porque creo que el país aún se
puede desarrollar. Hay que abrir la mente y comprender que el mundo funciona de
otra manera.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">(1) Ingeniero Ángel Viqueira:
Intendente de la ciudad de Bell Ville entre 1958 y 1963.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">(2) Ayacucho 49: sede del comité
nacional del Movimiento de Integración y Desarrollo.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">(3) Buscar Fuente.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">(4) ROE Verde: Registro de
Operaciones de Exportación. Deben inscribirse todas las operaciones de venta al
exterior de granos y derivados para obtener permisos de exportación.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">(5) DJAI: Declaración Jurada
Anticipada de Importación. Mecanismo administrativo que permite a la Secretaría
de Comercio regular el ingreso al país de productos importados. En enero de
2015 la Organización Mundial del Comercio falló en contra de Argentina,
instándola a eliminar las DJAIs. En julio el gobierno argentino acordó con el
organismo internacional levantar este mecanismo el 31 de diciembre de este
mismo año.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-88815088950422181782020-12-06T12:37:00.006-08:002020-12-06T12:37:51.382-08:00LA "CIENCIA DEL COLAPSO": LECCIONES DE MÁS DE 3000 AÑOS DE ANTIGUEDAD PARA ENTENDER 2020<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La pandemia de Covid-19 es
estudiada junto a los grandes momentos críticos de la humanidadLa pandemia de
Covid-19 es estudiada junto a los grandes momentos críticos de la humanidad.</span></span></p><p><span style="font-family: arial;"><span style="text-align: justify;">Fuente: LA NACION. </span><span style="text-align: justify;">Sebastián Campanario. 6 de diciembre
de 2020</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Una forma de tomar perspectiva
sobre la verdadera entidad de la crisis de 2020 es recorrer las noticias desde
el inicio de la pandemia y ver con qué debacles anteriores se fue comparado la
actual. Al principio, en marzo, se aludía a casos contemporáneos: 2008, 2001,
la crisis del petróleo en los 70 o la Segunda Guerra, como mucho.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Luego, eso no alcanzó y hubo
que ampliar el rango a la Gran Depresión, especialmente por la cantidad de
puestos de trabajo perdidos. Esta semana, el gobierno de Inglaterra confirmó un
anticipo de su Banco Central de mayo: será la peor crisis en 300 años, recién
superada por la hambruna de 1706, provocada por el gasto de la guerra contra
Francia combinada con malos años de cosecha. Otros países de Europa están yendo
aún más atrás, hasta la "Pequeña Edad de Hielo" de 1580.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pero tal vez con este rango de
casi 500 años nos quedemos todavía cortos. La combinación de pandemia, recesión
económica y cambio climático (aquí le podemos agregar la muerte de Maradona) le
dio protagonismo en este segundo semestre a los investigadores y divulgadores
de "la ciencia del colapso": historiadores, antropólogos y
arqueólogos que se dedican a averiguar cómo se desintegraron civilizaciones del
pasado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Creo que podemos aprender
lecciones valiosas para el presente analizando colapsos de la antigüedad",
cuenta a la nacion Eric Cline, un arqueólogo y académico estadounidense que
escribió el best seller 1177 A.C: El año en el que la civilización colapsó. Con
más de 30 excavaciones -principalmente en Medio Oriente- en su haber, Cline
sostiene que "es cierto que cada colapso fue causado por distintos
motivos, pero si notamos que hoy está presente alguno de esos ?estresores'
(como el cambio climático), creo que debemos sentarnos y tomar nota."<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cline es un experto en la
denominada "Edad de Bronce Tardía", un período en el cual florecieron
civilizaciones como la cretomicénica, la egipcia, la asiria y la de otros
grupos de la Mesopotamia. Fue una era de globalización y comercio internacional:
en 1177 A.C... hay historias como la del rey Hammurabi (1810 A.C -1750 A.C) de
Babilonia, que pidió unos zapatos de cuero a Creta y los mandó a devolver
porque no le quedaban bien, 3800 años antes de Amazon o Mercado Libre. Pero a
partir de 1177 A.C, una combinación de invasiones de los "pueblos del
mar", terremotos, erupciones volcánicas, malas cosechas y tensiones
internas hicieron que en el transcurso de pocos años estas civilizaciones se
derrumbaran con su cultura, su escritura, sus rutas comerciales y su
arquitectura monumental. "De la historia podemos aprender que no somos
inmunes al colapso hoy en día, porque todas las sociedades anteriores en la
Tierra colapsaron más temprano o más tarde", completa Cline por correo
electrónico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La "ciencia del colapso"
se nutre hoy en día del análisis histórico, de nuevas tecnologías que pueden
precisar, por ejemplo, el clima de hace miles de años (los estudios
paleo-climáticos) y de los sistemas complejos, que ayudan a describir estas
dinámicas en las que las civilizaciones se caen rápido, como un castillo de
naipes de una fragilidad que nadie, o muy pocos, advierten ex ante. Además de
Cline, un precursor es Joseph Tainter (El Colapso de la Civilizaciones
Complejas, 1988); pero el grupo también incluye al geógrafo Jared Diamond
(Colapso, 2004) y a Guy Middleton, que en 2017 publicó Entendiendo el Colapso.
Todos tienen a la complejidad en el corazón de sus análisis.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Nuevas estrellas<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Creo que es un error
pretender que se puede predecir el futuro sobre la base del pasado. Lo que los
historiadores tenemos para aportar en esta época es cautela, decir: ?cuidado
que las cosas son más complejas de lo que parecen'; la historia no tiene fin ni
avanza en un sentido predecible", explica a la nacion Roy Hora, historiador,
investigador del Conicet y profesor de varias universidades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Buena parte de esta sensación
de que predecir puede ser más fácil de lo que resulta en la realidad está dada
por los relatos que se arman ex post: siempre es más sencillo unir puntos hacia
atrás que hacia adelante. "Por ejemplo: los especialistas en esta
disciplina en pandemias fueron siempre muy pocos, casi una capilla; y en los
próximos diez años seguramente tendremos miles de tesis y libros sobre la
historia de las pandemias", dice Hora. Lo mismo sucede con los
medievalistas, hoy de moda por las similitudes de virus mortales, cuarentenas y
tiempos oscuros en general. "Esto ya lo había planteado Umberto Eco en su
momento. Los medievalistas, como hacemos todos los historiadores, tenemos un conocimiento
sobre un período corto y tratamos de promover la idea de que eso en lo que nos
enfocamos se puede generalizar y es muy importante para entender otras
cosas", matiza Hora, que es doctor en Oxford.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como sea, los historiadores
parecen estar de moda. "Cada cambio de década en la posguerra trajo una
crisis global con aspectos inesperados; y con ello, el surgimiento de nuevos
expertos a los que acudimos por respuestas (economistas, especialistas en
geopolítica, etcétera). Ahora que la pandemia y la desglobalización dejaron
nuestra capacidad de comprender al borde del precipicio, queda una voz para
ayudarnos a entender lo que está pasando: la de los historiadores. Y cuanto más
´ratas de biblioteca' sean, mejor todavía", dice el economista y
periodista Gabriel Burín.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No todos los grandes nombres
de la "ciencia del colapso" o del análisis del pasado en
"grandes arcos" son historiadores. De hecho, muchos de los
principales no lo son: Diamond, Yuval Harari o Steven Pinker vienen de otras
disciplinas. Lo mismo ocurre con otro "Nostradamus" que ganó
popularidad en 2020: el zoólogo ruso, radicado en los Estados Unidos, Peter
Turchin, que diez años atrás pronosticó que en 2020 sobrevendría una "era
de la discordia".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Turchin, cuyo padre fue en
Rusia uno de los pioneros de la inteligencia artificial, mezcla matemática y
big data con el estudio de la evolución de civilizaciones en "grandes
arcos". Es lo más parecido en la actualidad al personaje de La Fundación,
de Isaac Asimov, Hari Seldon, quien mediante técnicas de "psicohistoria"
podía predecir el auge y caída de civilizaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tampoco todos los analistas de
procesos históricos largos son pesimistas (Pinker sería el caso contrario). La
semana pasada, en su espacio de Exponential View, Azeem Azhar comentaba que el
tiempo récord en el que se está logrando la vacuna contra el Covid es un
ejemplo de que la humanidad tiene la capacidad de cooperar y afrontar desafíos
complejísimos con éxito.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Qué pasaría si esta energía,
conocimiento y productividad se pusieran, con la misma intensidad, al servicio
de solucionar otros grandes problemas globales, como el cambio climático, la
desigualdad, las migraciones, etcétera?, se preguntaba Azhar. Parte de la
respuesta seguramente está en las dificultades de equilibrio intertemporal. Lo
que el tecnólogo Marcelo Rinesi llama "problemas que van demasiado rápido
y demasiado lento a la vez": lentos como para no forzar incentivos a
actuar en el presente, pero rápidos en el sentido de que veremos las
consecuencias en vida. Esa trampa lleva a que cuando se quiera accionar ya sea
demasiado tarde, como le ocurrió a las civilizaciones de la Mesopotamia en 1177
A.C.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por: Sebastián Campanario</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-44507875647999696082020-12-05T11:59:00.012-08:002020-12-06T02:42:19.868-08:00LA HOJA DE RUTA DEL DESARROLLO ARGENTINO. Alfredo Pérez Alfaro<blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><b style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><u>PRÓLOGO</u> </span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">I. UN IMPERATIVO: VOLVER A CRECER</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">De la falacia cuantitativa a la “economía de la
felicidad”.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La disrupción del coronavirus.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La incidencia decisiva de las instituciones.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La dicotomía de Amartya Sen: el modelo de ejercicio del
poder.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">II. ABORDAJE DEL ANÁLISIS PARA EL DISEÑO DE UN
PROYECTO NACIONAL</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El Triángulo del Desarrollo: un modelo para armar.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las dicotomías de Bert F. Hoselitz en los procesos de
desarrollo.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El sistema de poder, el triángulo y las dicotomías de
Hoselitz en la pandemia.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Hacia una hoja de ruta del desarrollo argentino.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">III. LOS EJES DEL CONSENSO: CUATRO CUESTIONES BÁSICAS
A RESOLVER</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La dicotomía de Amartya Sen: GALA o BLAST?</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">¿Cómo reconstruir el triángulo del desarrollo de
Argentina?.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las dicotomías de Hoselitz: geoeconomía, geopolítica y
mercado.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El último y esencial interrogante: la calidad institucional.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">IV. EL TEMIDO ESPEJO DE 2002</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">¿Y ahora qué? ¿Otra vez en 2002?</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Argentina inmersa en el círculo vicioso de la pobreza.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Porqué fracasan los países: el rol de las instituciones.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Escenarios institucionales: opacidad, carrusel argentino,
perfil industrial obsoleto.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">V. POST PANDEMIA Y NUEVA NORMALIDAD</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">¿Una nueva normalidad o la nueva realidad del cambio
permanente?</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Un mundo abocado a superar el nuevo jaque mate
tecnológico.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Argentina frente al mundo: los ejes geoestratégicos del
nuevo desarrollo.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La madre de todos los problemas: “Son las instituciones…”</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">V. DE LA “AVENIDA DEL MEDIO” A LA “EXPLANADA DEL
CONSENSO”</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">GALA: combate a la pobreza a través de la planeación
indicativa del desarrollo.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Triángulo: reindustrialización inteligente para ingresar
a la sociedad del conocimiento. </span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Hoselitz: modelo expansionista, multipolar, economía de mercado
con parámetros sociales.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Consensos institucionales: hacia grandes acuerdos
superadores de la grieta.</span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"> </span></span></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">PRÓLOGO</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El
presente ensayo está basado en la presentación efectuada en setiembre de 2020
ante la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas de Argentina, en
oportunidad de su reciente concurso “Desafíos y propuestas políticas,
económicas y sociales post pandemia”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Sus
conclusiones están enfocadas tanto en el pasado, al que nos remiten a las
causas profundas del estancamiento argentino de las últimas décadas, como en el
futuro, que aún nos ofrece oportunidades inéditas para imaginar un regreso
inteligente a la senda del desarrollo integral.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Como
nexo ineludible entre ambos hitos transita este complejo presente de fines de
2020, que abre el camino a decisiones políticas y a protagonismos sociales que
marcarán a fuego ese futuro. El esbozo de las grandes líneas de una posible
hoja de ruta del desarrollo constituye un modesto aporte al debate profundo que
todavía se debe el país a sí mismo sobre los contenidos de un proyecto nacional
compartido por todos en el marco de la tolerancia y el libre juego de las
instituciones democráticas. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Alfredo Pérez
Alfaro</span></span></i></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">I. UN IMPERATIVO: VOLVER A CRECER</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">De la “falacia cuantitativa” a la “economía
de la felicidad”</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La concepción del desarrollo en las primeras
décadas del Siglo XXI fue influenciada por la corriente encabezada ya desde
fines del siglo pasado por Amartya Sen, inspirador de la creación del Índice de
Desarrollo Humano (IDH) de las Naciones Unidas. Sen sostiene que lo más
importante como impulso al desarrollo sería preservar los derechos humanos y
fomentar la libertad dentro de la sociedad. En conclusión, Sen admite que la
concepción del desarrollo debería abarcar todos los elementos que favorezcan la
protección de las libertades individuales, la cooperación, la participación
efectiva en la toma de decisiones y la libertad de elección lejos de toda
acción coercitiva. Para Sen, el desarrollo solo prospera en tales condiciones.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Se acentuaba así el rechazo a la llamada “falacia
cuantitativa”, que pretende manejar únicamente números y solo dimensiones de
carácter económico para definir el desarrollo, condicionando su éxito a la mera
relación entre el aumento de la producción y el número de habitantes. Autores de
la talla del Premio Nobel W. Arthur Lewis llegaron a definir al desarrollo como
“el crecimiento de la producción por habitante”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[1]</span></span></a>. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">A contrario sensu, los enfoques “finalistas” se
alimentan de contribuciones como las de la Iglesia Católica, en particular con
sus encíclicas Populorum Progressio y Centesimus Annus.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Ya ingresados al Siglo XXI, una de las mayores
contribuciones al fortalecimiento de las concepciones éticas, solidarias y
humanistas del desarrollo proviene de la sanción por las Naciones Unidas de la
Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (ODS 2030), que plantea 17 objetivos
y 169 metas a considerar cumplidas en el año 2030, que abarcan las esferas
económica, social y ambiental<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[2]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">A tono con el ODS número 1, el Premio Nobel de
Economía 2019 fue conferido a tres economistas por sus estudios sobre el
hambre. Dos de ellos, Abhijit Banerjee y Esther Duflo, escribieron
"Repensar la Pobreza", un libro que aborda las estrategias para
combatirla<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[3]</span></span></a>. Sostienen que
el gran problema de los programas para reducir la pobreza y el hambre es que
quienes los diseñan no escuchan a los pobres.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Tanto Sen como los ODS 2030 empoderan los
argumentos de quienes plantean un nuevo enfoque de la “economía del bienestar”
desplazándola hacia un concepto más amplio y abarcativo: la “economía de la
felicidad”. Un claro ejemplo de ello es el <i>Happy
Planet Index </i>(Índice del Planeta Feliz) desarrollado por la New Economic
Foundation. Alineado a los ODS número 3, 6 y 7 de Naciones Unidas, el Índice
del Planeta Feliz IPF mide el grado en el cual los países permiten a quienes
viven en ellos desarrollar vidas largas, felices y sustentables.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El IPF se calcula a través de una fórmula que
combina mediciones del bienestar, la esperanza de vida y la sensación de
felicidad de las personas, ponderándolas por la “huella ecológica”, que mide el
impacto promedio que cada residente de un país coloca en el medio ambiente.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Desde las nuevas realidades que impone la
pandemia, cobran vigencia las teorías endógenas del desarrollo, con trabajos como
los de Romer, Grossman y Helpman. Introducen el capital humano, el conocimiento
y el progreso tecnológico en la ecuación del crecimiento. Destacan al respecto
el valor de tres instituciones clave: las asociaciones industriales, las nuevas
formas de producir y hacer negocios y las agrupaciones regionales de
industrias. Consideran a la creación privada de conocimiento como un factor no
prescindible del desarrollo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Tal como lo explica Carolina Hernández Rubio:
“Mientras que el modelo neoclásico toma al progreso tecnológico como
exógenamente determinado, esta nueva teoría considera al progreso tecnológico
como un factor de producción que queda determinado dentro del propio sistema.
En este sentido, la teoría del crecimiento endógeno hace hincapié en los efectos
del <i>learning by doing</i> en la producción de bienes intensivos en
tecnología, y los efectos externos dinámicos derivados del crecimiento del
sector exportador, que actúa como agente principal de la difusión de tecnología
moderna hacia otros sectores e industrias”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[4]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La idea de la endogenizacion es funcional al
impacto en la globalización generado por las restricciones físicas de
circulación impuestas por la pandemia a las personas y a los suministros a
cadenas de valor globales. Esto conduce al concepto de “glocalización”, que
nace de la articulación entre globalización y localización, desarrollado
inicialmente en Japón en la década de 1980. “Pensar globalmente, actuar
localmente”. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La
disrupción del coronavirus</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las carencias de la post pandemia demandarán la
máxima profundidad en la consideración de estos enfoques, y pondrán en
evidencia la urgencia en implementarlos en la economía y la sociedad, cuando
comience el retorno a una actividad razonablemente normalizada.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En el escenario argentino las condiciones del
regreso al desarrollo no son las mejores: una sociedad estresada, el aparato
económico parcialmente desintegrado, niveles inéditos de pobreza y
marginalidad, y fuera de nuestras fronteras un mundo apartado de la
globalización, inmerso en la preservación de intereses domésticos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Está claro que le corresponderá al Estado un
fuerte protagonismo en el desafío colectivo de generar espacios de construcción
social que nos permitan alcanzar acuerdos y coincidencias. Como agente inductor
de la recuperación de la economía dispondrá de una enorme ampliación de su rol
y su poder fáctico, generada por las medidas de excepción que se fueron
aplicando durante las diversas fases de la pandemia.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La
incidencia decisiva de las instituciones</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En esas instancias aparecerá como un requisito
fundamental la calidad del institucionalismo necesario para articular los
objetivos y aplicar los recursos estratégicos que nos allanen un camino de
crecimiento de bases sólidas en el marco de las nuevas concepciones del
desarrollo que se han descripto. Será el tiempo de las instituciones.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Para Robert E. Goodin “una institución es un
patrón de conducta recurrente, valioso, estable y repetitivo. Por lo tanto, el
institucionalismo es el proceso a través del cual las organizaciones y sus
procedimientos adquieren valor y estabilidad. Estabilidad y predictibilidad
representan la razón por la que valoramos los patrones de conducta
institucionalizados”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[5]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Aquí es donde adquiere importancia el análisis
desde las instituciones de Daron Acemoglu, tema también abordado por Aldo
Ferrer. Acemoglu expresa que “el éxito económico de los países difiere debido
al tipo de las relaciones y articulaciones entre sus instituciones (políticas y
económicas), a las reglas fijadas por la política que influyen en cómo funciona
la economía y a los incentivos que motivan a las personas”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[6]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Acemoglu distingue, tanto en el ámbito económico
como en el ámbito político, entre instituciones inclusivas e instituciones
extractivas. Las instituciones inclusivas posibilitan y fomentan la
participación de la gran mayoría de las personas en actividades económicas que
aprovechan mejor su talento y sus habilidades, y son esencialmente abiertas y
pluralistas. En cambio, cuando tanto las instituciones políticas como las
económicas son extractivas –ineficaces, anacrónicas, de baja calidad y sesgadas
por intereses sectoriales- no hay incentivos para la destrucción creativa y el
cambio tecnológico, ingredientes esenciales del progreso de las naciones. Se
pueden asignar recursos y personas por decreto para promover el desarrollo
-sostiene Acemoglu- pero sus resultados estarán limitados intrínsecamente.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Aldo Ferrer se refiere a lo mismo cuando explica
que las asimetrías en el desarrollo económico de los países dependen tanto de
la forma en que logran adaptarse a la globalización, como de la existencia de
factores endógenos e instituciones que actúan como instrumentos clave para el
desarrollo y que permiten utilizar la globalización como una vía y no como un
obstáculo<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[7]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Pertenece a Aldo Ferrer el concepto de “densidad
nacional”, tal como lo sintetiza el investigador del CENES Pedro Gaite: “la
densidad nacional abarca el conjunto de circunstancias que determinan la
calidad de las respuestas de cada nación a los desafíos y oportunidades de la
globalización. La capacidad de respuestas exitosas descansa principalmente en
cuatro puntos: 1) cohesión y movilidad social; 2) liderazgos nacionales; 3)
fortaleza de las instituciones; 4) pensamiento crítico”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[8]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Desde los conflictos en el seno de la Primera
Junta sobre la forma de gobierno de una nación en ciernes, pasando por la
fallida Constitución Rivadavia de 1826, por las guerras civiles que precedieron
a la Constitución de 1853, y por todo lo que vino después, los grandes
desencuentros de los argentinos tuvieron que ver con las instituciones. La
economía, obediente al vaivén de los acontecimientos, es un espejo que a lo
largo de la historia se limita a mimetizarse con la imagen que devuelve lo
mejor y lo peor de esa porfía.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc51433177"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La dicotomía de
Amartya Sen: el modelo de ejercicio del poder</span></span></u></b></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Superada la crisis del coronavirus, muchos países
se enfrentarán a la dicotomía que plantea Amartya Sen: recuperar el desarrollo
según la concepción que él denomina BLAST (<i>Blood,
And Sweat and Tears, </i>en español “sangre, sudor y lágrimas”), o según la
concepción GALA (<i>Getting by, with A
Little Assistance, </i>en español “pasar, con un poco de ayuda”)<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><u><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><u><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[9]</span></u></span></u></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En el modo BLAST, cuando se necesitan altos
niveles de acumulación para alcanzar el desarrollo económico se recurre en el
corto plazo a limitar los niveles de bienestar de la población, con el fin de
alcanzar mayores beneficios en el futuro. Se los considera sacrificios
necesarios que deben sufrir los individuos de una sociedad si quieren
progresar. Sen expone los defectos de este enfoque: problemas como la pobreza,
la educación, el alimento, la vivienda y la productividad económica surgen
irremediablemente, dado que este modelo, en pos del mayor beneficio que se
conseguirá en el futuro, no prioriza la solución de las necesidades presentes.
Este método rechaza las medidas distributivas o equitativas argumentando que
los beneficios llegarán a todos a su debido tiempo a través de la filtración
(el “derrame”). Otra de las consecuencias de la concepción BLAST es la
afectación temporaria de los derechos humanos, civiles y políticos en las
etapas tempranas del desarrollo. Un ejemplo contemporáneo de este modelo sería
la experiencia autoritaria china de las últimas décadas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: arial;">En cambio, la concepción GALA define el
desarrollo como un proceso amigable que se alcanza con cooperación entre los
individuos, a través de la interdependencia entre el bienestar social, un novedoso
concepto de la felicidad, la capacidad productiva y el desarrollo potencial de
una economía, de una manera más armónica, es decir, que las condiciones se
tratan como un todo y no las dos últimas como requisito sin el cual no se
pueden mejorar las primeras en el presente. Los modelos escandinavos de
desarrollo, centrados en un concepto superador de la alicaída “economía del
bienestar” se inscriben en el modo GALA. </span><span style="font-family: arial;">He aquí la primera de las cuestiones que deberá
resolver el modelo de desarrollo a implementar en la post pandemia. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">II. ABORDAJE
DEL ANÁLISIS PARA EL DISEÑO DE UN PROYECTO NACIONAL</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Argentina ha
sido lanzada por la fuerza de los hechos a una realidad planetaria compleja y
convulsionada por los efectos demoledores del coronavirus. Y ese protagonismo
debe asumirlo bajo circunstancias muy adversas. Por un lado, una crisis que si
bien fue acentuada por la pandemia reconoce claros orígenes prevalecientes, y
por el otro, con la ausencia de explicitación de un proyecto nacional
convocante, claro y coherente. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Arnold Toynbee
definía los momentos supremos en la vida de los pueblos como “tiempos de
desafío y respuesta; desafío, concebido como un llamado del destino; respuesta,
concebida como la facultad de responder”. Y bien, la Argentina de este tiempo
se encuentra desafiada, intimada a encontrar una respuesta. Y esa respuesta puede
concebirse como la proposición consensuada de un Proyecto Nacional.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><span lang="ES">Así lo expresaba Ortega y Gasset: “La
nación, antes que poseer un pasado común, tuvo que crear una comunidad de
objetivos e intereses. Y antes que crearla tuvo que soñarla, que quererla, que
proyectarla. Y basta con que una nación posea un proyecto de sí misma para que
esa nación exista”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[10]</span></span></a>.
</span><span lang="ES">Cuando al General De Gaulle se le preguntaba cuál era el
Proyecto Nacional que él concebía para su país, él solía responder: “es una
cierta idea de Francia”.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Decir Proyecto,
recalca el carácter consciente y voluntarista de los nuevos horizontes
buscados. Y decir Nacional, es referirse a un país concreto y a una situación
concreta: su “hoy” y “aquí”. Podemos definir al Proyecto Nacional como una
imagen de la nación deseada, compatible con las posibilidades existentes y con
las predecibles, cuya realización se impone la sociedad a sí misma, por un acto
razonado de voluntad. El Proyecto Nacional es una proposición de un destino
para la nación, que encarna una empresa común a realizar, la que a su vez se
asume colectivamente.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El proyecto
contiene una serie de valores y objetivos que deben estar ordenados y que deben
ser coherentes entre sí. Estos valores y
objetivos están integrados por cualidades que se exaltan, por el tipo de
sociedad que se desea construir, por la ubicación que se aspira a lograr en el
mundo, y está coronado por una serie de definiciones éticas, sociales,
políticas y económicas que hacen a las relaciones entre la sociedad y las
personas y a las relaciones de las personas entre sí.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><span lang="ES">El conjunto de
valores asumidos constituye globalmente un estilo que distingue al Proyecto
Nacional. Cuando en la definición se habla de un acto razonado de voluntad, se
refiere a la reflexión política que lleva implícita la definición de un modelo.
Existen cuatro dimensiones de la reflexión política: </span><span lang="ES" style="background: white;">la doctrina (una
concepción del hombre), la ideología (un modelo de sociedad), las políticas de
largo plazo (afines a la doctrina y a la ideología), y la coyuntura (generación
de políticas de mediano y corto plazo coherentes con la visión de largo plazo).</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">A lo largo de esas dimensiones quienes
gobiernan deben plantear e instrumentar una agenda pública para cuya ejecución
corresponderá elegir alternativas y resolver dicotomías. El Proyecto Nacional
es necesario para la acción política tanto como los planos y los anteproyectos se
requieren para ejecutar cualquier obra. Se trata de definir un “hacia dónde”
muy claro, un “cómo hacerlo” bien programado, y un “por y para quién hacerlo”
claramente establecido. Alguien ha comparado al Proyecto Nacional como un faro
en el mar, del que los navegantes necesitan siempre, y mucho más en los
momentos de peligro, agitación y desorientación.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Cabe suponer que un común
denominador básico de la sociedad argentina es la convicción de que el país debe
retomar con urgencia la senda del desarrollo, como una prioridad ineludible
para la concreción exitosa de un proyecto nacional. Los caminos a emprender
para lograrlo tendrán mucho que ver con la “idea de país” que los contenga.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">¿Existe la posibilidad de
establecer una Hoja de Ruta de las decisiones políticas, sociales y económicas
que deben tomar los países para recorrer exitosamente los caminos del
desarrollo bajo las circunstancias y condicionantes propios del Siglo XXI?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En ese intento, la resolución de la
dIcotomía GALA/BLAST de Amartya Sen apunta al sistema de poder desde donde se
generará y ejecutará esa agenda. Y otras tres herramientas de análisis nos
ayudarán a imaginar los posibles rumbos del “viaje” al desarrollo que
emprenderá Argentina luego del shock de la pandemia:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La noción del “triángulo del desarrollo”
de Jorge Sábato como facilitador de una visión macro de la realidad de un país.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Las dicotomías de Bert Hoselitz como
definitorias de los rasgos esenciales de los modelos de desarrollo.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- El carácter inclusivo o extractivo de
las instituciones, según los planteos de Daron Acemoglu. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Analizaremos a continuación la incidencia
de cada uno de estos vectores en la formulación de una posible hoja de ruta del
desarrollo argentino.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><a name="_Toc51433179"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El triángulo del
desarrollo: un modelo para armar</span></span></u></b></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Inspirado en las propuestas de John
Kenneth Galbraith<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[11]</span></span></a>,
el físico argentino Jorge A. Sábato plantea una visión del desarrollo apoyada
en la fortaleza de los que él denomina “triángulos del desarrollo”. Sus
vértices son: el gobierno, el aparato productivo y la infraestructura
científico-tecnológica y educativa. Cada uno de estos vértices está integrado
por múltiples instituciones.</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -1cm; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- El gobierno está representado por el
sistema político, y las formas en que las instituciones nacionales,
provinciales y municipales ejercen el poder.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- El aparato productivo está conformado
por el conjunto de las empresas y demás sectores de la producción, sus
microeconomías, sus asociaciones y el sistema de inversiones que los
contiene.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La infraestructura científico-tecnológica
está integrada por el sistema educacional, los centros de investigación, las
instituciones de planeamiento y las variadas usinas culturales y creativas de
la sociedad.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Dentro de cada vértice pueden darse intra
relaciones de distinta intensidad. En cuanto a los lados del triángulo,
representan las inter relaciones entre los vértices. Cualquier política de
desarrollo a implementar debiera apoyarse en un triángulo nacional de vértices
con intra relaciones muy consolidadas, y con lados de gran solvencia y fluidez,
capaces de asegurar un ida y vuelta virtuoso en sus inter relaciones.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc51433180"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las dicotomías de Bert F.
Hoselitz en los procesos de desarrollo</span></span></u></b></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Para Hoselitz, los procesos nacionales de
desarrollo transcurren a través de la resolución de tres grandes dicotomías. El
modelo resultante estará supeditado a la elección que realizan las sociedades y
sus gobiernos en relación con las siguientes alternativas:<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><u><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><u><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[12]</span></u></span></u></a>.</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La primera dicotomía es de carácter
geoeconómico. De acuerdo con ella los procesos de desarrollo pueden acontecer a
través de una paralela agregación de espacios territoriales, en cuyo caso se
los define como “expansionistas”, o bien operar sobre espacios nacionales no
ampliables, en cuyo caso se trata de procesos “intrínsecos”. Hablar de
agregación de espacios no se refiere hoy a la idea literal del ensanchamiento
de las fronteras políticas por la fuerza, sino a la participación en mercados
más amplios, a la regionalización transnacional, a los acuerdos de libre
comercio y a la proyección económica y comercial hacia otras latitudes
geográficas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La segunda dicotomía es de carácter
geopolítico, y tiene que ver con el grado de autodeterminación nacional. Cuando
un país se desarrolla soberanamente y
sus objetivos, metas y condiciones no se subordinan a los de otras voluntades
nacionales, se asiste a un proceso calificado por Hoselitz como “autónomo”. En
cambio, cuando la voluntad nacional se halla de alguna manera condicionada por
“efectos de dominación”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[13]</span></span></a> e influencias provenientes de otra u otras
voluntades nacionales, se configura un modelo “satélite”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La tercera dicotomía tiene que ver con
el grado de libertad de acción concedido a los agentes económicos. Si las
unidades económicas – productores, consumidores, ahorristas, empresas, bancos,
etc. - se rigen en sus actos exclusivamente por los mecanismos del
mercado y las reglas de la competencia, se trata de un modelo ”espontáneo”. Si
por el contrario existe algún grado de planificación, incentivos, intervención
o direccionamiento de la economía, nos hallamos ante un proceso “inducido”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- ¿En términos geoeconómicos, el modelo a
implementar será “expansionista” o “intrínseco”?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- ¿En términos geopolíticos, el nuevo
crecimiento será “autónomo” o “satélite”?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- ¿En términos del juego de las leyes del
mercado, el planeamiento se basará en la hipótesis de un desarrollo
“espontáneo” o “inducido”?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El
sistema de poder, el triángulo y las dicotomías de Hoselitz en la pandemia</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Pasaremos revista a la forma en que estas
herramientas de análisis discurrían en la realidad política, económica y social
argentina en los momentos previos al estallido de la pandemia, y al impacto en
su resolución producido por las largas
cuarentenas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">1. En marzo de 2020 el país se encontraba
inmerso en una etapa de asentamiento y puesta en funciones por parte de las
nuevas autoridades que asumieron sus cargos en diciembre de 2019. Se iba
consolidando un sistema de poder que todavía no había desplegado en plenitud su
impronta política; aun tenuemente, algunas tensiones incipientes anticipaban la
controversia GALA/BLAST. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">2. El triángulo del desarrollo argentino
presentaba serias debilidades e inconsistencias, muy acentuadas a partir de la
crisis cambiaria de 2018.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- En el vértice gobierno la preocupación
dominante giraba en torno a las negociaciones encaminadas a lograr el
refinanciamiento de la deuda externa. Desde muchos sectores se reclamaba un
plan económico.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- El vértice del aparato productivo
enfrentaba las secuelas de una profunda recesión, con el telón de fondo de un
estancamiento de décadas y de una de las inflaciones más altas del mundo. En
ese escenario de estanflación, se asistía a un conjunto de medidas de coyuntura
que procuraban reactivar el consumo como recurso casi excluyente para lograr la
reactivación económica, mientras se producía una importante retracción de la
inversión.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- El vértice de la infraestructura
científico tecnológica, en particular en el plano educativo, aparecía dominado
por cuestiones coyunturales: dudas sobre el inicio puntual de las clases y
discusiones de la paritaria nacional docente, sin agenda todavía para el
profundo debate que se debe el país sobre la calidad, eficiencia y efectividad
de la educación ante los desafíos de la desigualdad y de la revolución
tecnológica.</span></span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: arial;">3. Similar situación de incertidumbre se
percibía en torno a las dicotomías de Hoselitz</span><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn14" name="_ftnref14" style="font-family: arial;" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[14]</span></span></a><span style="font-family: arial;">,
en suspenso desde la asunción de un nuevo gobierno situado en las antípodas del
anterior.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La dicotomía geoeconómica [expansionista
/ intrínseco], históricamente irresuelta, aparecía flanqueada por cuestiones
tales como el debate en torno al acuerdo de comercio entre el Mercosur y la
Unión Europea, la falta de sintonía política entre los gobiernos de Argentina y
Brasil, o la incertidumbre sobre la continuidad del proyecto de Vaca Muerta. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"> - En cuanto a la dicotomía
geopolítica [autónomo / satélite], Argentina aparecía confrontada, como toda
América Latina, con la disyuntiva entre la irrupción de China como el mayor
inversor externo y proveedor de tecnología
en la región y la firme posición de Estados Unidos en cuanto a no ceder
posiciones en su “patio trasero”, reflejada en nuestro caso por su incidencia
en las inminentes negociaciones ante el Fondo Monetario Internacional. Todo
ello en un mundo hiper globalizado e interdependiente.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Y en cuanto a la dicotomía de mercado
[espontáneo / inducido], se percibía un retroceso de las políticas pro mercado
vigentes hasta fines de 2019, lo que podría resumirse en una sensación
generalizada: “vuelve el Estado”.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En este estado de cosas, el país se vio de
pronto inmerso en la aparición de la pandemia del coronavirus y su efecto de
shock. La sociedad se abroqueló detrás de una dicotomía excluyente: [salud /
economía]. Y la mayoría de la población apoyó la decisión de priorizar la
salud, aun al precio de afectar la economía.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La vida argentina ha transcurrido desde
entonces en el “limbo” económico social de largas cuarentenas, con
consecuencias difíciles de evaluar en
toda su dimensión. Entretanto, el país aguarda el esbozo de una hoja de ruta
que permita vislumbrar el final de esta transición, donde por fin quede claro
el sistema de poder que prevalecerá en la post pandemia, por dónde se comenzará
a reconstruir creativamente el triángulo, e incluso si Argentina estará en
condiciones de resolver con acierto estratégico su modelo de regreso al
desarrollo. ¿expansionista/intrínseco? ¿autónomo/satélite? ¿espontáneo/
inducido?, ¿se lo promoverá con instituciones inclusivas o con instituciones
extractivas?.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En este tiempo de resiliencia, el mayor
compromiso de nuestra dirigencia política, social, empresarial, sindical y
cultural consistirá en generar y compartir un liderazgo de crisis para
construir una visión compartida sobre las cuestiones básicas abordadas en estos
capítulos a fin de estar en condiciones de encontrar el camino más equilibrado
que nos permita volver al desarrollo. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Hacia una
hoja de ruta del desarrollo argentino</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En base al precedente marco conceptual,
sería posible bocetar una hoja de ruta del desarrollo argentino, cuyos grandes
trazos surgirán de las opciones que el país ejerza sobre las dicotomías y
alternativas expuestas.</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Los siguientes capítulos se ocuparán del
comportamiento de estas variables fundamentales del desarrollo. </span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><b style="font-family: arial;"><u><span lang="ES">III. LOS
EJES DEL CONSENSO: </span></u></b><b style="font-family: arial;"><u><span lang="ES">CUATRO CUESTIONES BÁSICAS A RESOLVER</span></u></b></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En los Capítulos anteriores se han
expuesto las llaves de una hoja de ruta del desarrollo argentino, en base al
análisis de las diferentes opciones y alternativas que se presentarán a los
países en el doble compromiso de reconstruir sus estructuras económicas y
sociales y a partir de allí retomar la senda del desarrollo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El diálogo y la concertación entre todos
los componentes de la sociedad es el instrumento idóneo para arribar a
coincidencias sobre ese derrotero, tanto desde los actores políticos como desde
las expresiones sociales, laborales, productivas y culturales que componen
nuestra realidad nacional.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El proyecto nacional de desarrollo
finalmente implementado tendrá mucho que ver con las opciones que elija el país
–a través de su gobierno, su sociedad, su voluntad de Nación en los términos
que usaba Ortega y Gasset - en las cuatro líneas de análisis planteadas:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">1. El sistema de poder instrumentado por
las clases dirigentes que conduzcan el proceso (la dicotomía de Amartya Sen).</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">2. El estado en que hayan quedado, luego
del derrumbe económico, los vértices y los lados del “triángulo del
desarrollo”.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">3. Las posturas que prevalezcan en cuanto
a lo geoeconómico, a lo geopolítico y a la actitud hacia las leyes del mercado
(las dicotomías de Hoselitz).</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">4. La existencia en los vértices y en los
lados del triángulo, de instituciones inclusivas, en el sentido en que lo
explica Daron Acemoglu, para promover un desarrollo integral sustentado por
iniciativas como la agenda 2030 de las Naciones Unidas para el desarrollo,
considerando a los ODS2030 como un conjunto universalmente aceptado de
objetivos nacionales “finalistas”.</span></span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc51433185"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La dicotomía de Amartya
Sen: ¿GALA o BLAST?</span></span></u></b></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Como ya se expresara, una vez que regresen
a un primer plano las prioridades económicas la principal responsabilidad en
planificar el regreso al desarrollo recaerá sobre el Estado y sus iniciativas.
La magnitud y las prioridades del gasto público jugarán un rol fundamental en
la recuperación del potencial productivo del país.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Esas políticas deberán orientarse por
igual tanto hacia una reconstrucción creativa del sector privado de la
economía, como hacia la adecuación de nuestro sistema educativo y científico
tecnológico para ponerlo en condiciones de brindar asistencia al vértice
gobierno y al vértice productivo en el marco de un mundo post pandemia
caracterizado por una adaptación explosiva de la humanidad a la utilización de
tecnologías que ya se están incorporando aceleradamente a la vida diaria de
personas, empresas e instituciones por efecto de la digitalización impuesta por
la pandemia. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Visto el problema desde la dicotomía de
Amartya Sen, la sociedad argentina enfrentará el dilema de asumir el lanzamiento
de un programa de crecimiento desde estructuras de poder abiertas, consensuadas
y respetuosas de un equilibrio armónico de intereses sectoriales (GALA), o
bien, desde la inercia generada por la formidable concentración de atribuciones
conferidas de hecho a los gobiernos por el caos de la pandemia, implementando
una continuidad de ese formato de ejercicio del poder, fijando de motu propio
prioridades y/o postergaciones sectoriales descompensadas (BLAST).</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">A estas cuestiones se refiere el filósofo <span style="background: white; color: #222222;">Byung-Chul Han: “Con un rigor y una
disciplina que para los europeos serían inconcebibles, los asiáticos están
venciendo al virus. Sus rigurosas medidas evocan aquella sociedad disciplinaria
que durante la época de la epidemia de peste se instauró en Europa y que desde
entonces ha caído en un olvido absoluto… ¿hemos de temer que a raíz de la
pandemia también Occidente acabe regresando al estado policial y a la sociedad
disciplinaria que ya habíamos superado?”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial; background-repeat: initial; background-size: initial; color: #222222; line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[15]</span></span></a></span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Cómo se resolverá esta dicotomía se verá
reflejado, entre otras cosas, en el tipo
de planificación aplicado.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Existen tres caminos posibles por los
cuales encarar la Programación del Desarrollo: la promoción espontánea, la
promoción compulsiva y la promoción indicativa.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">a) La promoción espontánea supone una
presencia mínima del Estado en la
economía, dejando que los mecanismos del mercado actúen como reguladores de
última instancia en el sistema de precios y en la asignación de los recursos.
La preocupación fundamental de este enfoque consiste garantizar la libre
competencia, neutralizando cualquier intrusión monopólica. Las experiencias de
este modelo se pueden encontrar, con matices diferenciadores, en el desarrollo
económico de los países anglosajones durante el Siglo XIX y principios del
Siglo XX, hasta la Gran Depresión. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">b) La promoción compulsiva es el formato
prevaleciente en los países de la órbita socialista, encabezados por la
experiencia soviética y sus satélites de Europa Oriental en la implantación del
comunismo. En Rusia, el gran asignador de recursos de la economía era el
Estado, con su Gosplan, determinando el plan nacional de producción y el
sistema de formación de los precios, basando sus decisiones en los objetivos
del Politburó del Partido. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><span lang="ES">c) En la promoción indicativa del desarrollo
hay una presencia activa del Estado, que
</span><span lang="ES">deja de ser un simple suministrador de las reglas de
juego, para propender a la adopción de un plan articulado con el sector privado
de la economía, donde, en contextos de recursos escasos, interviene en la
fijación de prioridades y sanciona políticas de estímulo a todas aquellas
actividades e iniciativas orientadas al cumplimiento de los objetivos
estratégicos del plan. </span><span lang="ES">A
través de espacios institucionales de cooperación, se crea una atmósfera de
unidad nacional e inter sectorial, favorable para la implantación del plan,
dando lugar a una proyección coherente de la situación económica futura.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La evolución de esta primera dicotomía
deberá resolverla el transcurso de la política, entendida como el formato que
presidirá las relaciones entre el gobierno y la oposición y sus consecuencias.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc51433186"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">¿Cómo reconstruir el triángulo del desarrollo de
Argentina?</span></span></u></b></a></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Teniendo
en cuenta que las circunstancias previas al estallido de la pandemia ya eran
inciertas en los tres vértices del triángulo nacional argentino, es posible
inferir que este problemático punto de partida incidirá fuertemente en la
precariedad de las condiciones en que lo encontrará la puesta en marcha de la
economía post pandemia.</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">1. En el vértice Gobierno:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Aparecerá un Estado agigantado en
términos de su participación en el PBI nacional, soportando con emisión monetaria un gasto público masivamente
orientado al consumo, sin el contrapeso de una oferta en estado de shock, con
los consiguientes riesgos inflacionarios.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La conclusión de las etapas finales de
la refinanciación de la deuda externa será determinante: si prosperaran
razonablemente las tratativas con el Fondo Monetario Internacional Argentina
quedaría en mejores condiciones de corto plazo para remontar el colapso de la
economía, aunque con dudas sobre la sostenibilidad de la situación en el
mediano y largo plazo. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Se habrá producido una gran
concentración de poder fáctico en el Estado, a partir de las crecientes
condiciones de excepcionalidad en su gestión, con el riesgo de una incipiente
descompensación en el equilibrio de poderes.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">2. En el vértice productivo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- El aparato productivo se verá
profundamente dañado y fracturado, donde se podrán identificar diferentes
situaciones frente a la crisis: </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">a) sectores que preservarán sus
estructuras y al menos parte de sus niveles de actividad por estar ligados a
áreas esenciales que han seguido demandando sus productos o servicios durante
la cuarentena; </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">b) otros sectores que habrán sobrevivido
luego de soportar el cese de sus explotaciones por efecto de la cuarentena
merced a un hiper endeudamiento de reembolso presumiblemente dificultoso, para
atender penosamente al menos los salarios de su gente; </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">c) un amplio sector de prestaciones de
servicios y producciones –pymes o cuentapropistas- que a despecho de la
cuarentena han proseguido precariamente con sus actividades bajo hipótesis de
supervivencia; </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">d) una enorme cantidad de empresas
medianas y pequeñas, de grandes empresas no ligadas a áreas esenciales de
demanda durante la pandemia, como así también de muchas profesiones y
ocupaciones por cuenta propia, que habrán quebrado y/o simplemente desaparecido
del mercado. La dimensión de estos sectores dependerá de la sensatez de las
regulaciones y de los momentos de la salida de la cuarentena.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Niveles inéditos de desempleo, pobreza y
marginalidad, concurrentes con un estrés de oferta sufrido por la economía al
paralizarse la producción de numerosos sectores durante los momentos más
álgidos de la cuarentena. Según un informe que publicaba INFOBAE el 28 de abril
“En términos de valor agregado o producto bruto, no menos del 50% de la
economía está comprometida”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[16]</span><!--[endif]--></span></a>.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Indicadores de inversión a tasas
negativas, no solo por efecto del congelamiento de nuevos emprendimientos y
proyectos de expansión sino también por el desmantelamiento de las empresas
quebradas y/o desaparecidas, el que una vez producido será de muy difícil
recuperación y puesta en marcha en un hipotético nuevo ciclo de expansión.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">3. En el vértice científico tecnológico y
educativo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La investigación financiada por el
sector público se encontrará virtualmente paralizada –excepto los loables
esfuerzos realizados en el combate a la pandemia-, y se enfrentará a la
necesidad de replantear las prioridades de los proyectos vigentes, en función
de la escasez de recursos y la mutación dramática de necesidades.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La investigación financiada por el sector
privado, ya de muy bajo tenor antes de la pandemia, se verá reducida a niveles
todavía menos relevantes, por los ajustes presupuestarios que deberán realizar
las escasas empresas que todavía sostengan programas de ese tipo.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La educación en todos sus niveles estará
concentrada en la compleja tarea de estimular la educación a distancia mientras
se regresa a la presencialidad en un modelo híbrido; entretanto se habrá
acentuado la profundización de dos grietas que se han hecho evidentes durante
el transcurso de los sucesivos períodos de cuarentena: </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">a) la brecha generada entre los sectores
dotados de recursos, docentes y tecnologías adecuadas para lograr una rápida
reconversión hacia la docencia remota bajo condiciones de continuidad educativa
y aquellos otros sectores que por falta de recursos o por el difícil acceso de
sus educandos a los implementos y requisitos tecnológicos estén experimentando
retrasos sustanciales en el aseguramiento efectivo de la continuidad.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">b) la otra brecha, de carácter cognitivo,
comenzará a gestarse dentro de las instituciones reconvertidas, y tendrá que
ver con las diferencias de calidad pedagógica que deberán saldarse entre la
educación a distancia implementada de urgencia y con recursos dispares y la
tradicional educación presencial. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">4. Los lados del triángulo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Al mismo tiempo, se podrán observar
vulnerabilidades en los tres lados del triángulo: </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Las políticas y los incentivos del
Estado para lograr la recuperación del aparato productivo continuarán privilegiando
el apoyo al consumo y la supervivencia, con escasos incentivos a la inversión.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Se habrá generado una pérdida abrupta en
la capacidad contributiva del sector empresarial para sostener el gasto público
a través del sistema impositivo, acentuando de esa manera el déficit
presupuestario de la Nación, las provincias y los municipios, el que deberá ser
financiado con más emisión o nuevo endeudamiento.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- Se acentuarán los obstáculos en el
circuito de ida y vuelta del lado del triángulo que relaciona al vértice
productivo con el vértice científico tecnológico y educativo.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- El lado que vincula al sector público
con el aparato científico tecnológico deberá enfrentar nuevas prioridades,
acentuando el divorcio secular preexistente entre ambos vértices. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Ante este panorama, quedaría definida con
certeza la segunda de las condiciones que plantea la hoja de ruta expuesta,
referida a la situación del triángulo del desarrollo argentino: extrema
debilidad en el punto de partida.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- ¿Qué iniciativas y políticas podrán
colocar el triángulo al servicio de una recuperación del crecimiento, en el
marco de las concepciones “finalistas” del desarrollo superadoras de la
“falacia cuantitativa” y a tono con la revolución tecnológica y las
restricciones ecológicas que caracterizan a esta primera mitad del Siglo XXI?</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc51433187"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las dicotomías de
Hoselitz: geoeconomía, geopolítica y mercado</span></span></u></b></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Sobre el final de las cuarentenas, aun
bajo los efectos de una pandemia no totalmente superada, y resuelta en un
sentido o en otro la dicotomía de Amartya Sen, habrá llegado el momento de
avanzar desde el vértice Estado del triángulo en la planificación destinada a
recuperar el aparato productivo y a direccionar el vértice científico
tecnológico hacia los requerimientos de los nuevos escenarios emergentes de la
crisis.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Para que ello ocurra, el plan deberá
ejercer cada una de las opciones que plantean las dicotomías de Hoselitz: </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc51433188"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La opción geoeconómica</span></span></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Una de las consecuencias más evidentes de
la pandemia en el mundo es la crisis de la globalización, no solo como
consecuencia de una cuarentena prácticamente universal, sino también frente a
las nuevas condiciones de vínculo que imperarán de ahora en adelante en la vida
de los países. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Se observa en muchos casos un regreso al
nacionalismo y el recurso a soluciones unilaterales y proteccionistas frente a
las repercusiones económicas de la crisis. Pero también desde los países en
vías de desarrollo habrá quienes apuesten a enfoques renovados de cooperación
internacional, como los convenios de libre comercio, donde la prioridad pasará
por compartir el acceso a las tecnologías del nuevo sistema tecnoeconómico imperante
con las sociedades más avanzadas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Sobre estos temas, en el Mercosur deberán
resolverse algunas diferencias respecto de las tratativas de acuerdos de libre
comercio con Canadá, Corea del Sur y otros países. A ello se sumará el debate
pre pandemia respecto del acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, aun
irresuelto.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Estos antecedentes inducen a vaticinar un
perfil geoeconómico del modelo inclinado hacia un modelo “intrínseco”. “Vivir con lo nuestro”, diría
Aldo Ferrer.</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-</span><a name="_Toc51433189"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"> La opción geopolítica</span></span></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En vísperas de la pandemia el mundo
asistía a una confrontación creciente entre los Estados Unidos y China por
ganar la delantera en la carrera tecnológica. Ese era en realidad el verdadero
trasfondo de las escaramuzas comerciales y arancelarias sostenidas por los
presidentes Trump y Xi Jimping. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Un claro ejemplo de ello es lo que ha
venido ocurriendo en torno a la adopción de la tecnología móvil 5G. Ya a
comienzos de 2019 se afirmaba en la versión impresa de La Voz: “quien domine la
tecnología 5G tendrá una ventaja importante en el diseño de la nueva estructura
política, económica y cultural de la nueva época, inclusive si el mundo
encuentra caminos de cooperación. La llamada guerra comercial entre Beijing y
Washington se trata de un conflicto estratégico por el dominio de las
tecnologías de punta, planteado en términos de que el que gana se lleva el
premio completo”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[17]</span></span></a>. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El conflicto no ha mermado durante la
pandemia; va quedando en evidencia que detrás de los esfuerzos por salvaguardar
sus economías frente a las consecuencias impuestas por las cuarentenas y los
confinamientos, el primero de ambos colosos tecnológicos que logre poner
nuevamente a pleno su capacidad productiva 4.0 antes que el otro habrá
conseguido una ventaja quizás irrecuperable en la carrera a la singularidad.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Estados Unidos aparece como el menos
favorecido por los acontecimientos. Tal como lo sostiene Katrin Bennhold en un
reciente artículo en el New York Times, “La pandemia del coronavirus está
sacudiendo las suposiciones básicas sobre la excepcionalidad de los EE.UU. Esta
es quizás la primera crisis global en más de un siglo en la que nadie busca que
Washington lidere. ´Estados Unidos no lo ha hecho mal, lo ha hecho
excepcionalmente mal´, aseveró Dominique Moïsi, politólogo y asesor senior en
el Institut Montaigne, con sede en París”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[18]</span></span></a>. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La posición de China, en cambio, es
diferente. Encabezando actitudes similares a las de otros países orientales
–Corea del Sur, Taiwan, Singapur- ha logrado resultados contundentes en la contención
de la pandemia, basados en dos grandes argumentos: el uso masivo de tecnologías
de punta y la tolerancia ancestral de incursiones a la privacidad por parte de
su población.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Así lo expone Byung-Chul Han en su
reciente colaboración en la Revista Eñe de Clarín: “Como consecuencia de la
pandemia, Europa ha perdido todo su carisma. En estos momentos Europa mira a
Asia con asombro y envidia. Los países asiáticos han sabido controlar muy
rápidamente la epidemia. ¿Qué hacen los asiáticos mejor que los europeos? A
pesar del neoliberalismo, los estados asiáticos siguen siendo, a diferencia de
Occidente, sociedades disciplinadas. En Asia impera un colectivismo con una
fuerte tendencia a la disciplina. En ese contexto se pueden imponer, sin mayor
problema, medidas disciplinarias radicales que en los países europeos toparían
con un fuerte rechazo. Se perciben como el cumplimiento de deberes colectivos
más que como restricciones de los derechos individuales”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[19]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Existe por cierto un reflejo de esta
disputa en la vocación de China y Estados Unidos de ejercer supremacía e
influencia en América Latina. Ello tanto desde el punto de vista económico y
financiero como desde su condición de vínculo necesario para que los países
latinoamericanos puedan generar el salto tecnológico que les permita sortear
etapas en su desarrollo post coronavirus. Como consecuencia de ello aparecerá
en el mundo un renovado concepto de dependencia: la dependencia tecnológica. Y
autores como Yuval Noah Harari alertan sobre el surgimiento de un nuevo
imperialismo: el imperialismo tecnológico<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[20]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Será muy difícil para países como los
latinoamericanos evadir los efectos de esa dependencia y sustraerse a los
intereses de ese nuevo imperialismo: la pandemia aceleró exponencialmente la
digitalización de la vida y por lo tanto ha potenciado la necesidad de acceder a los beneficios de
la revolución tecnológica para apuntalar el regreso al crecimiento.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Al respecto resultan premonitorias las
reflexiones del escritor y crítico literario español Jorge Carrión: “El
coronavirus está multiplicando exponencialmente nuestra dependencia de los
dispositivos y de las grandes empresas tecnológicas (de Google a Netflix). La
revolución está siendo completada por una pandemia. La paradoja es evidente: la
biología —y no la tecnología— está acelerando la digitalización del mundo. Un
virus que afecta a los cuerpos y que se transmite cara a cara o por la
superficie de los objetos está multiplicando exponencialmente nuestra
dependencia de los dispositivos. Un fenómeno biológico nos está hundiendo en la
virtualidad. Si al ritmo del año pasado la transición digital se hubiera
completado en treinta o cuarenta años, es muy probable que tras la pandemia ese
plazo se reduzca drásticamente”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[21]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">¿Quién se convertirá en el socio
tecnológico y financiero obligado de su recuperación post pandemia en la
América Latina en vías de desarrollo? Como lo advierte Laureano Pérez
Izquierdo, Director de Infobae América: “China ha iniciado -desde hace ya algunos
años- un lento pero constante proceso de ´neo colonización´ sin freno.
Principalmente en América Latina. Los rígidos estándares morales impuestos por
el Partido Comunista (PCC) a la población y a su clase dirigente le impedirían
al régimen someter a otros pueblos a fuerza de crucifijos o evangelios tal como
ocurriera en siglos pasados. Tampoco los actuales tiempos permitirían
invasiones militares... Sus funcionarios ofrecen dólares. Muchos dólares. De a
miles de millones. Y parece funcionar”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[22]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Será difícil que los países de América
Latina puedan evadir los efectos dominación (corrientes de fuerza, poder y
coacción incluso sin que exista la voluntad expresa de ejercerlas)<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[23]</span></span></a> provenientes de la porfía financiera y
tecnológica de China y Estados Unidos en la región. En estos momentos la
segunda dicotomía de Hoselitz, referida a la alternativa geopolítica, podría
calificarse como incierta: ni totalmente “autónoma” ni tampoco “satélite”:
probablemente como una situación de hecho de “autonomía condicionada”. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">- La actitud ante el mercado</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El fin de las sucesivas cuarentenas
seguidas de aperturas parciales encontrará a Argentina con una economía
masivamente intervenida por el Estado, con las empresas sujetas a una serie
inédita de disposiciones y regulaciones financieras, fiscales, cambiarias,
operativas y preventivas de emergencia. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Con el cepo extremo al dólar, la
prohibición de los despidos, el congelamiento de precios, la suspensión de
actividades de muchos rubros comerciales e industriales, la concesión de
créditos a tasa cero, la intervención en el mercado de las telecomunicaciones y
muchas otras medidas de emergencia, el Estado se arrogó atribuciones que
hubieran sido impensables en otros momentos. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La gran debilidad de las estructuras
productivas, comerciales y de servicios y la situación precaria de numerosos
emprendimientos podría inducir a dar continuidad a muchas de esas medidas
excepcionales. El Estado deberá planificar con inteligencia para conducir
racionalmente el reingreso a la “nueva normalidad”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Como lo sostiene Alberto Follari: “Mucho
se ha hablado de que la pandemia muestra que sólo el Estado puede hacerse cargo
del cuidado poblacional en las emergencias. Efectivamente es así, y la
situación ha sido elocuente. Por unas semanas, los panegiristas del mercado
callaron desde la impotencia: se habían quedado sin discurso. El Estado, aún
golpeado por las políticas neoliberales de tantos años, exhibe en todo caso su
necesidad y pertinencia, y de ello seguramente quedará rastro y memoria para el
futuro inmediato de nuestros pueblos”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[24]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Lo resalta también Diego Sztulgart:
"… la fórmula: ´es la hora del Estado´. Una vez más, y quizás esta vez más
justificadamente que nunca, el Estado ´fuerte´ emerge como figura aclamada. …
priorizar la salud (´la vida´) implica defender el gasto público para afrontar
circunstancias excepcionales”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[25]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Ese Estado fuerte, esa economía débil y la
necesidad de un plan nos permiten avizorar la probable resolución de la tercera
dicotomía de Hoselitz: un proceso “inducido”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El último
y esencial interrogante: la calidad institucional</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Ha quedado delineado gran parte del camino
a recorrer en la imaginaria hoja de ruta del desarrollo argentino. A partir de
la apreciación de circunstancias y su probable evolución se ha discurrido sobre
la probable evolución del dilema GALA/BLAST, la forma en que se encaminará la
reconstrucción del triángulo y el probable enfoque de las tres dicotomías de
Hoselitz.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">No obstante, aún faltaría resolver la
última de las cuestiones bajo análisis: el institucionalismo con el que el gran
protagonista –el “Estado fuerte” de Diego Sztulgart- se hará cargo de
planificar la marcha al desarrollo bajo las condiciones del modelo a
implementar. Aparecerán entonces otros interrogante:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Qué tipo de instituciones políticas
predominarán en el sector público de Argentina en la post pandemia? ¿Inclusivas
o extractivas?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Podrán las instituciones políticas
reconvertir en inclusivas las instituciones evidentemente extractivas de la
economía? </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Dispone el estado argentino del nivel
necesario de calidad institucional que le permita gestionar un camino eficiente
hacia el desarrollo? </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">“Estado fuerte” no necesariamente equivale
a “Estado eficiente”. El diagnóstico de situación al finalizar la pandemia
delata una inusitada debilidad del cuerpo social y económico; el ejercicio del
poder y el avance de la tentación autoritaria dependen de la fortaleza de
nuestra democracia; el modelo posible presenta alternativas geoeconómicas,
geopolíticas y de mercado relativamente previsibles, aunque no necesariamente
las mejores. ¿Cómo responderán las Instituciones?. La respuesta a esta pregunta
cerrará la llave final de la hoja de ruta
del desarrollo argentino post pandemia.</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">IV. EL
TEMIDO ESPEJO DE 2002</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Desde la
crisis de 2018, durante el agravamiento de la situación económica y social a lo
largo de todo el año 2019, y con renovada intensidad a partir del estallido de
la crisis del coronavirus, muchos se han empeñado a comparar estas realidades
con los sucesos acaecidos entre 2001 y 2002.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Una y otra vez
aparecen los fantasmas de la hiperinflación, la desintegración social, la
incertidumbre frente al futuro. Muchas de las sensaciones, dudas y
padecimientos que jalonaron gran parte de 2002 se suceden en la mente de todos
los argentinos. ¿Qué hemos aprendido? ¿Qué hemos dejado de aprender de las
experiencias de aquellos acontecimientos?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc51433193"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">¿Y ahora qué? ¿Otra vez en
2002?</span></span></u></b></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Desde aquel Otoño-Invierno de 2002,
todavía en el remolino de la debacle, el autor ha conservado sus apuntes
personales sobre aquellos acontecimientos tan críticos y dolorosos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Diez y ocho años después, resulta
asombroso comprobar que –aunque ciertas
circunstancias son distintas- muchos de los juicios de valor expresados
entonces podrían aplicarse a los dilemas de este Otoño-Invierno de 2020. A
pesar del tiempo transcurrido, algunos comentarios resultan sorprendentemente
actuales. Pareciera que como en el milenario juego de la OCA, una y otra vez
los dados nos devuelven al casillero de partida… y como siempre, culpamos a los dados.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Me permitiré recurrir a la transcripción
de algunas de aquellas reflexiones, en momentos en los que aquel dramático fin
de la convertibilidad se ha transformado en esta implosión del coronavirus.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Reflexiones personales en aquel
Otoño-Invierno de 2002<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[26]</span></span></a>:
<i>“Cuando ´el día después´ Argentina pueda
evaluar sus alternativas de regreso a la ruta del desarrollo, cuando pueda
volver a pensar en el largo plazo, será necesario regresar a las fuentes,
definir a qué desarrollo se apuntará, qué atajos habrá que tomar para recuperar
parte del tiempo perdido, y seleccionar cuidadosamente los elementos de la
teoría del desarrollo que deberán participar en el análisis. No habrá tiempo
que perder, habrá que hacer lo que haya que hacer, y hacerlo bien”.</i></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">"Por lo pronto habrá
que encontrar previamente una explicación integral, no sólo financiera y
bancaria - prisma que por ahora parece prevalecer - a las causas de semejante
aterrizaje en la decadencia. No se trata de quedar atrapados en el diagnóstico,
como tantas veces nos ha ocurrido en el pasado. Es que ninguna terapia que se
ensaye tendrá sentido sin una cabal autocrítica basada en la comprensión de las
debilidades culturales, sociales, políticas y económicas que nos condujeron a
esta encrucijada. Es algo muy serio, muy patológico, lo que ha sucedido con
nuestra sociedad, como para poder explicarlo simplemente desde el punto de
vista de la convertibilidad, del ´corralito´, del nivel de las reservas del
Banco Central o de otras anomalías financieras".</span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Y continuaba: <i>“Habrá que tener en cuenta la impiadosa profundización del dualismo
económico y social, la proliferación de regiones de indigencia e inviabilidad,
la desarticulación del aparato productivo todavía a cargo de las empresas
pequeñas y medianas nacionales, la franca vocación de retirada de numerosas
empresas globales, el aislamiento del país respecto de los organismos
financieros internacionales, la indiferencia estructural de los Estados Unidos
hacia Argentina, la subordinación de facto al Brasil en el Mercosur</i>, <i>y otros condicionantes que exigirán, para su
resolución, el concurso de mucho más que buenos negociadores de la deuda
externa,</i> <i>teóricos de los grandes
centros o economistas con buenos amigos en Washington”.</i></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><i><span lang="ES">“Preparar el regreso
al desarrollo será una tarea mucho más cultural que económica, mucho más
comunitaria que política. La imaginación y la creatividad estarán mucho más
presentes en las gentes del tercer sector que en los pliegues de una dirigencia
política cortoplacista (oficialismos y oposiciones). Habrá mucha más fuerza
local y regional, que directivas del puerto unitario, definitivamente
inoperante</span></i><span lang="ES">.<i> La plataforma del nuevo despegue será mucho
más primitiva que la que generalmente evalúa la burocracia económica
internacional</i>.<i> Los recursos
disponibles, serán mucho más elementales y estrechos.<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><b><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[27]</span></b></span></a>”</i></span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Algunas de estas reflexiones sobre
aquellos acontecimientos se conectan con este presente donde el gran desafío
pasa por no reincidir en los errores del pasado.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Argentina
inmersa en el círculo vicioso de la pobreza</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Utilizado primeramente por Ragnar Nurkse,
y desarrollado luego por Gunnar Myrdal, el principio del círculo vicioso de la
pobreza pone de relieve la interacción mutua de las diversas fuerzas políticas
y económicas que intervienen en la persistencia de la pobreza en los países
insuficientemente desarrollados.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Mientras que bajo el supuesto de
equilibrio económico todo cambio inicial provoca un cambio secundario que lo
neutraliza, aquí por el contrario toda modificación en un factor desencadena un
proceso en el cual el cambio del factor secundario sirve para reforzar al
primero, y este espiraliza y reacciona a su vez sobre el segundo. Es el efecto <i>feed back</i>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">De esta interacción mutua nacerá un
proceso acumulativo circular en el sentido de la alza o de la baja, según la
orientación del cambio en el factor inicial. En los países insuficientemente
desarrollados, la persistencia de la pobreza, y la dificultad de liberarse de
ella, se explica por una causalidad circular de los efectos acumulativos en el
sentido de la baja.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En la misma línea de pensamiento, para
Elías Gannagé estos son los principales círculos viciosos que impiden a un país
superar su situación de pobreza: el círculo malthusiano, indicador del
crecimiento de la tasa de población por sobre la tasa de producción; el círculo
del capital, que revela la insuficiencia del ahorro y de la inversión, a partir
de escasos niveles de ingreso; la paradoja de la distribución de los ingresos,
donde en medio de la pobreza los ricos se tornan más ricos y los pobres más
pobres, y por fin, las dificultades externas que refuerzan la pobreza de los
países subdesarrollados, pronunciando sus rasgos de dependencia<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[28]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">TaTal pareciera que el mal desempeño
argentino de los últimos cincuenta años se caracteriza por el atascamiento
irresuelto de sus instituciones en esta persistente causación circular
acumulativa de la pobreza. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><b><u><span lang="ES">Porqué
fracasan los países: el rol de las instituciones</span></u></b></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Una de las explicaciones del subdesarrollo
de los países considera que se genera como consecuencia de dos graves
carencias: deficiencias sustanciales y deficiencias institucionales.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las deficiencias sustanciales aluden al
déficit relativo que puede padecer cada país en cuanto a la disponibilidad de
uno o varios de sus factores de la producción: recursos naturales, trabajo,
capital, empresa, tecnología e ideación.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las deficiencias institucionales se
reflejan en todos aquellos impedimentos del desarrollo originados en actos de
gobierno o en manifestaciones de la política económica y monetaria de un país,
que tienen por consecuencia deformaciones estructurales de la economía o el
estancamiento a largo plazo de la producción y el progreso. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En muchas experiencias nacionales es
posible comprobar que el subdesarrollo es imputable en mucho mayor grado a las
deficiencias institucionales que a las sustanciales, o sea que el déficit que
puedan padecer los países en cuanto a uno o varios factores específicos de su
función de producción juega un papel secundario frente a los efectos de un
pobre desempeño de sus instituciones. Es lo que pareciera aseverar la famosa
comparación de algunos economistas entre los destinos de Argentina y Japón.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En su libro titulado “Porqué fracasan los
países”, Daron Acemoglu trata de contestar los mismos interrogantes:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Qué es lo que determina que un país sea
rico o sea pobre?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Cómo se explica que, en condiciones
similares, en algunos países haya hambrunas y en otros no, como es el caso de
las dos Coreas?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Qué papel juega la política en estas
cuestiones?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Y llega a conclusiones parecidas: el
subdesarrollo y el empobrecimiento tienen mucho que ver con la nociva presencia
en los países de instituciones políticas y económicas extractivas. Sostiene
Acemoglu: “Los países fracasan hoy en día porque sus instituciones económicas
extractivas no crean los incentivos necesarios para que la gente ahorre,
invierta e innove. Las instituciones políticas extractivas convierten a las
instituciones económicas también en extractivas para consolidar el poder de
quienes se benefician de la extracción. Las instituciones políticas y
económicas extractivas, aunque varíen en detalles bajo distintas
circunstancias, siempre están en el origen de este fracaso“<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[29]</span></span></a>.</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Cada uno de los vértices del triángulo del
desarrollo contiene un enjambre de instituciones: políticas, ejercidas por los
gobiernos a cargo de la gestión del vértice Estado, y económicas, que rigen el
funcionamiento de las empresas que componen el vértice del aparato productivo y
su perfil industrial. Equidistante de ambos vértices, el vértice del aparato
científico tecnológico y sus instituciones educativas y de investigación
complementan el escenario donde se define el carácter extractivo o inclusivo de
cada componente.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Recorriendo la hoja de ruta trazada en el
capítulo anterior, parece quedar claro que en el momento en que se deban tomar
decisiones estratégicas irreversibles, más allá de la elección del camino GALA
o el camino BLAST que decida recorrer el poder vigente, más allá del estado de
fortaleza o deterioro estructural del triángulo, e independientemente del
perfil geoeconómico, geopolítico o del formato pro/anti mercado que ese sistema
de poder proponga a la sociedad, el éxito o el fracaso de nuestro proyecto de
país dependerá en grado sumo de la calidad, eficiencia, eficacia y efectividad
de las instituciones políticas y económicas encargadas de concretarlo. Para
expresarlo en términos de Acemoglu: el predominio o la ausencia de
instituciones inclusivas o extractivas en los vértices de nuestro triángulo
será determinante para cualquier modelo de desarrollo a implementar, más allá
de su impronta ideológica.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Escenarios
institucionales: opacidad, carrusel argentino, perfil industrial obsoleto</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las políticas de desarrollo a encararse
inmediatamente después de la pandemia deberán resolver varios escenarios
institucionales particularmente críticos:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><span lang="ES" style="text-indent: -18pt;">a)<span style="font-stretch: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: normal;">
</span></span><span lang="ES" style="text-indent: -18pt;">¿Será
posible despejar la opacidad argentina para volver a conectar a Argentina con
el mundo?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La condición de opacidad de un país es un
índice que creó y desarrolló a principios del 2001 la firma de consultores y
auditores Price Waterhouse Coopers. Ese índice trata de medir los efectos de la
opacidad en el costo y disponibilidad de capital a nivel internacional. Según
Price, opacidad significa la falta de prácticas claras, precisas, formales, de
fácil discernimiento y ampliamente aceptadas en el mundo de los mercados de
capitales, los negocios y el gobierno. La metodología propuesta se detiene
especialmente en un elemento: ¿Cuánto cuestan económicamente ciertos
comportamientos políticos de un país y cuáles son los aspectos más relevantes
que afectan los flujos de inversión? </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Los factores determinantes del índice
pueden sintetizarse en la sigla inglesa CLEAR, donde:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">C= grado de corrupción (corruption).</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">L = eficacia del sistema legal (legal
system). </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">E = política económica (economic policy).</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="EN-US"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">A = prácticas
contables (accountant and reporting standards)</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">R = régimen regulatorio (regulatory
regime).</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Los valores de un índice ponderado de
opacidad, marcarían, en sus tramos bajos, un atributo virtuoso frente a lo
problemático y retardatario que representan sus valores altos. En aquellos
apuntes personales de Otoño-Invierno de 2002
se tomaba nota de los bajos valores del índice de Argentina,
especialmente en el tema corrupción y en el tema del régimen regulatorio,
compartiendo con Brasil el podio de la opacidad en América Latina, en tanto que
Chile y México, elegidos ya por los Estados Unidos como socios para la
concreción de proyectos asociativos de ampliación de mercados, mostraban los
valores más bajos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Trabajar sin pausa para la superación de
las variables que componen el índice CLEAR reclama ante todo instituciones
inclusivas. Estos no son temas de soberanía, dependencia o autodeterminación,
ni tampoco ideológicos; simplemente, son temas de gerenciamiento eficaz en la
conducción política de los países.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">b) ¿Podrán las instituciones de Argentina
eludir la trampa del “carrusel argentino”?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En los apuntes de aquel Otoño-Invierno de
2002, el autor anotaba los siguientes conceptos<i>: “La sociedad argentina vive atrapada, tanto en su cotidianeidad como
en sus raíces profundas, por una mezcla recurrente de corrupción, violencia
delicuencial y justicia imprevisible. Su recurrencia persistente podría
compararse a la imagen de un carrusel: está en movimiento y gira
constantemente, pero siempre permanece en el mismo lugar”.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">“A lo largo de los
vaivenes de las últimas décadas se ha edificado un capitalismo de rapiña, donde
las clases dirigentes solo han atendido a sus intereses sectoriales de
supervivencia. Se ha visto aflorar una catarata de delitos violentos que
delatan detrás de un robo, un secuestro o un asesinato, una especie de
subyacente revancha de clase. Y nadie confía ya en la Justicia, cuyos fallos
absurdamente garantistas o de marcada intencionalidad política poco contribuyen
a corregir este estado de cosas. Como sucede en las ´tormentas perfectas´, se
han logrado acumular todos los males posibles”.</span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><i><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">“Queda muy claro:
mientras no se restaure la vigencia de la ley, hacia dentro y hacia fuera,
mientras no se respete la vigencia de los derechos de propiedad, mientras se
continúen mancillando las instituciones con el sostenimiento de todo tipo de
inequidades y privilegios corporativos, mientras no se restauren el orden y la
seguridad interior, pocas esperanzas habrá de lograr condiciones ciertas de
desarrollo, de confiabilidad y de reinserción en el capitalismo global<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><b><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[30]</span></b></span></a>”.</span></span></i></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">c) ¿Existen las condiciones objetivas para
que las instituciones políticas argentinas diseñen instituciones económicas
inclusivas, capaces de reformular un nuevo perfil industrial adaptado al Siglo
XXI?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Resultará imposible para la economía
argentina recobrar un impulso hacia el crecimiento sostenido si lo intentase a
partir de las ruinas remanentes del obsoleto perfil industrial vigente al
comienzo de la pandemia. Visto desde otro ángulo, semejante nivel de
destrucción masiva de empresas y empleo podría derivar en la oportunidad
histórica de reconstruir nuestro aparato productivo en los términos que hoy
demanda el impacto sin precedentes de la cuarta revolución industrial.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Los problemas que plantea el rápido avance
tecnológico de hoy ya eran advertidos con admirable intuición a fines del siglo
pasado por Alvin Toffler: "Pasan siglos y milenios y de pronto, en nuestro
tiempo, estallan en pedazos las fronteras y se produce un súbito impulso hacia
delante. La razón de esto es que la tecnología se alimenta de sí misma. Es la
misma tecnología la que hace posible una mayor cantidad de tecnología”.
"Al tornarse la información más importante que nunca, la nueva
civilización reestructurará la educación, redefinirá la investigación
científica y sobre todo, reorganizará los medios de comunicación<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[31]</span></span></a>." </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">No habrá opciones frente a la necesidad
imperiosa de sumarse –saltando etapas- a ese mundo 4.0 avizorado por Toffler,
que aun sufriendo los últimos embates de la pandemia, no detendrá la carrera
tecnológica: inteligencia artificial, blockchain, big data, robótica, 5G,
realidad virtual, impresoras 3D, fabricación digital, Internet de la energía,
nanotecnología, bioingeniería, proyecto CALICO, ciudades inteligentes,
e-learning, gobierno digital, la era de la singularidad… esos son los temas que
volverán a preocuparnos, aun con mucha mayor intensidad gracias al acortamiento
de etapas generado por la “vulgarización” de la vida digital producida durante
las cuarentenas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Para Argentina, subirse a este tren de un
futuro que ya llegó se convertirá en su “ser o no ser” como país. Decía John
Kenneth Galbraith: “un país puramente agrícola
tiene todas las posibilidades de no prosperar, ni siquiera en la
agricultura”. Y sostenía Víctor Flores Olea: “en tanto la industria no mejore
la tecnología de las zonas rurales, no promueva la transformación local de los
productos primarios, creando nuevas oportunidades de trabajo y educación, y no
reconfigure sustancialmente la relación de intereses entre la ciudad y el
campo, es una mistificación hablar de auténtico desarrollo”. El Presidente
Carlos Pellegrini había ido aún más lejos: “sin industria no hay nación”,
decía. Pero en estas instancias surge una pregunta crucial ¿qué industria?.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Ante todo debemos tener en cuenta que,
acelerado por la pandemia, el mundo asiste al quiebre del sistema
tecnoeconómico que prevaleció hasta fines del Siglo XX. Cada época en la
evolución económica del mundo está asistida por su propio sistema
tecnoeconómico: una combinación de tecnologías, materias primas, fuentes de
energía e infraestructuras afines, que definen las maneras de producir y los
estándares prevalecientes de productividad. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><span lang="ES">El fin de la
pandemia enfrenta al mundo con un momento bisagra en el que se está produciendo
el quiebre del sistema tecnoeconómico que prevaleció hasta comienzos del Siglo
XXI. Tal como lo describe Joaquín Ledesma: “Se Podría redefinir la historia
económica como la historia del nacimiento, desarrollo, decadencia y sustitución
de sucesivos sistemas tecnoeconómicos. La decadencia y sustitución ocurre
cuando cada sistema se encuentra frente a su ´jaque mate tecnológico´, es decir
cuando el antiguo sistema tecnoeconómico alcanza la frontera de su
productividad, encontrándose en un callejón del que solo puede salir mediante
la revolución tecnológica”</span><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[32]</span></span></a><span lang="ES">.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Las sucesivas
cuarentenas, forzando la digitalización, aceleraron de manera exponencial el
tránsito de la economía a un nuevo sistema tecnoeconómico signado por la
irrupción de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana de personas, empresas
y gobiernos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En un artículo de abril de 2020, en plena
pandemia, Jeremy Rifkin aludía a otros cambios concurrentes que también se
avecinan en el mundo: “Ya nada volverá a ser normal. Esta es una llamada de
alarma en todo el planeta. Lo que toca ahora es construir las infraestructuras
que nos permitan vivir de una manera distinta. Debemos asumir que estamos en
una nueva era. Si no lo hacemos, habrá más pandemias y desastres naturales.
Estamos ante la amenaza de una extinción. Lo primero que debemos hacer es tener
una relación distinta con el planeta. Cada comunidad debe responsabilizarse de
cómo establecer esa relación en su ámbito más cercano. Y sí, tenemos que
emprender la revolución hacia el <i>Green
New Deal</i> global, un modelo digital de cero emisiones; tenemos que
desarrollar nuevas actividades, crear nuevos empleos, para reducir el riesgo de
nuevos desastres. La globalización se ha terminado, debemos pensar en términos
de glocalización. Esta es la crisis de nuestra civilización, pero no podemos
seguir pensando en la globalización como hasta ahora, se necesitan soluciones
glocales para desarrollar las infraestructuras de energía, comunicaciones,
transportes, logísticas”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[33]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Estas nuevas realidades, que prefiguran
grandes cambios en los formatos inmediatos de la globalización, consolidan la
vigencia de las teorías de la endogenización del crecimiento citadas en el
Capítulo 1<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[34]</span></span></a>. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Tomando conciencia de estas perspectivas,
nuestro nuevo desarrollo se deberá apoyar en un radical proceso de
reindustrialización orientado al uso masivo de las nuevas tecnologías, a las
exigencias de las producciones limpias y a la glocalización de la que habla
Rifkin, aupado en la marcha forzada
hacia la digitalización impuesta por la cuarentena.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Reconstruir la economía conlleva
necesariamente a la reconstrucción industrial. La definición de un nuevo
proyecto nacional supone la definición de un nuevo perfil industrial superador
de las estructuras industriales ineficientes del pasado inmediato, eludiendo la
tentación de reeditar nuestra anacrónica resignación pastoril basada en el
aprovechamiento mezquino de nuestras menguadas –aunque aún importantes-
ventajas comparativas. Ya es tiempo de reconocer que los males endémicos de Argentina no se resuelven
con algunas buenas cosechas o con los esporádicos buenos precios de nuestros
productos primarios.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La adopción de un modelo de desarrollo por
parte de una comunidad nacional, supone la orientación de sus objetivos hacia
pautas muy definidas. A partir de claros principios orientadores y juicios de
valor, el modelo requerirá la vigencia de instrumentos y políticas que hagan
factible su funcionamiento. Resulta imprescindible la correspondencia entre los
fines del modelo y los resortes institucionales con que esos fines habrán de
ser alcanzados.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Así, junto con la conformación consensuada
de un entramado social, ético y colaborativo, podrá aparecer un desarrollo
económico a su servicio; ello no será posible si no se cuenta con renovadas
instituciones políticas inclusivas que establezcan los requisitos productivos,
fiscales, tecnológicos, financieros y educativos que sustentarán el proceso.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Definir una estructura productiva
significa definir la forma de asignar los recursos económicos entre las
diferentes actividades y regiones, la combinación de estos recursos y el nivel
de productividad con el que se trabajará en cada sector. Hablar de
reindustrialización en la economía de la post pandemia apunta mucho más al
surgimiento de nuevos sectores a cargo de nuevos emprendedores, que a la mera
resurrección vegetativa de actividades de la vieja guardia. Solo a través de
una planificación estratégica capaz de encarar una rigurosa selectividad de
objetivos podrá ponerse en marcha un nuevo perfil industrial capaz de sustentar
el revolucionario salto cualitativo que exige nuestro desarrollo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La conformación estructural del perfil
industrial reconoce la interacción de cuatro componentes</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">1. El pilar finalista.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">2. El pilar estructural.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">3. El pilar primario-transformador.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">4. El pilar tecnológico e innovador.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">1. El pilar finalista, generador de
calidad de vida, atiende la oferta plena y accesible de los bienes de consumo
social básico.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Está orientado al consumo masivo de la
población. Se trata de estructurar y sostener un conjunto de industrias capaces
de asegurar al modelo una oferta organizada de bienes de consumo social básico.
Serán industrias sólidas y rentables, orientadas a producir bienes y servicios
relacionados con la salud, la vivienda, la educación, la alimentación esencial,
la vejez y el esparcimiento. Su función social-motora será la de incrementar
sustancialmente la calidad de vida de las mayorías y superar la exclusión y el
dualismo económico y social. Las pequeñas y medianas empresas tendrán un rol
importante en este sector de la economía. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">2. El pilar estructural, de industrias
básicas, orientado al autoabastecimiento del mercado interno y su proyección
regional latinoamericana.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Le corresponde armonizar la
interdependencia regional con la salvaguardia de la capacidad de decisión
nacional. Se trata de un conjunto de industrias fundamentales para el objetivo
de autodeterminación del perfil planteado. Energía, petroquímica, siderurgia,
automovilística, transporte, comunicaciones, telecomunicaciones y muchas otras,
serán industrias concebidas en torno a la integración latinoamericana,
articuladas en un ambiente económico pragmático, en el marco de una protección
sensata y una apertura estratégica a la inversión externa. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">3. El pilar primario-transformador, de
proyección exportadora, y por lo tanto financiador de los demás pilares.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Asegurará la transformación industrial
generalizada de nuestros productos primarios. Armonizará una economía de plena
disposición en el mercado interno con los objetivos de expansión del comercio
exterior.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El pilar primario-transformador se
asentará en una revolución exportadora de Argentina, capaz de devolverle sus
históricos coeficientes de participación en el comercio mundial. Asegurará la
disponibilidad de volúmenes multiplicados de bienes primarios elaborados.
Agricultura, ganadería, alimentos, pesca, agroindustria, vitivinicultura,
productos regionales, minería, con cargas de valor industrial agregado y alta
productividad, abrirían la puerta de acceso a una Argentina exportadora,
integrada en lo nacional, y con peso específico internacional.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">4. El pilar tecnológico e innovador,
estratégico, movilizador de inteligencia. Propulsor del proceso de
endogenización del crecimiento argentino.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Brindará amplia disponibilidad tecnológica
a las otras industrias rectoras del perfil. Se trata del conjunto de industrias
del conocimiento, apuntalado por las “fintech”, no solo concebido como un nuevo
y voluminoso sector económico exportador de servicios, sino también orientado a
asegurar a los otros pilares el acceso al “paquete tecnológico” imprescindible
para producir competitivamente en el Capitalismo del Siglo XXI que sobrevendrá.
El hábitat laboral natural de este perfil será el teletrabajo, impulsado por
instituciones laborales ad hoc. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Para sobrevivir en el nuevo paradigma
económico que planteará la revolución tecnológica, caracterizado por una
batalla de la productividad en todos los órdenes de la actividad humana, el rol
de este pilar asume una importancia crítica. Ya lo adelantaba Jeremy Rifkin
antes de la pandemia: “Parece que nos hallamos en las primeras etapas de una
transformación revolucionaria en los paradigmas económicos. En el ocaso de esta
era del capitalismo está surgiendo un modelo económico nuevo y más adecuado
para organizar una sociedad hiper competitiva en la que cada vez hay más bienes
y servicios casi gratuitos”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn35" name="_ftnref35" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[35]</span></span></a>.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Estos cuatro pilares deberán apoyarse en
un proyecto político capaz de convocar y conciliar las enormes energías humanas
y materiales todavía disponibles en nuestra sociedad. Ello requerirá un
institucionalismo previsible, inclusivo, capaz de revertir el círculo vicioso
de la pobreza en un círculo virtuoso de progreso y bienestar.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">V. POST PANDEMIA
Y NUEVA NORMALIDAD: ARGENTINA Y EL MUNDO</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Tras el impiadoso paréntesis –social, económico y
emocional- impuesto por muchos meses de cuarentena, ya sobre la finalización de
2020 se inician los aprestos para la aprobación y aplicación de la tan esperada
vacuna.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Como si ello implicara la mágica puerta de acceso a
la imagen de un mundo sin pandemia, en todos los países las expectativas de
centran en lo que vendrá después, a la espera de señales que detecten el
comienzo de una nueva etapa plena de desafíos e interrogantes: la post
pandemia, y que con ella se descorra finalmente el velo que nos permita conocer
las características de una “nueva normalidad”.
</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">¿Una
nueva normalidad o la nueva realidad del cambio permanente?</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La crisis del coronavirus está devorando vidas,
empleos, economías e ilusiones. Pero también está devorando palabras, que de
pronto van siendo cada vez menos apropiadas para describir lo que pasa, y mucho
menos para imaginar lo que puede llegar a pasar.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Qué significa y en qué dimensión de tiempo y
espacio se ubica la “post pandemia”?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Qué significa y en qué dimensión de tiempo y
espacio se ubica la “nueva normalidad”?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">-¿Y si el cambio ya se ha producido, se está
produciendo y seguirá en proceso permanente?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Constantemente se utilizan esos términos;
sociólogos, filósofos, economistas, sanitaristas, periodistas, políticos y
politólogos suelen incluir en sus expresiones o en sus escritos referencias a
una quimérica “post pandemia”, momento inasible pero tan esperado, a partir del
cual brotará una “nueva normalidad” que acomodará las cosas, se ajustará la
brújula de la humanidad y todos regresarán por fin a una renovada vida
“normal”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Para los que quedan atrapados en ese marco
conceptual, el mundo estaría sometiéndose a una agenda temporal de tres fases:
1) enfrentamiento de la pandemia, cuarentenas y vacuna; 2) derrota de la
pandemia, por lo tanto ingreso en la “post pandemia”; 3) a partir de la “post
pandemia”, conquista final de una “nueva normalidad”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Se percibe claramente en este enfoque una mirada
estrecha, de calendario, de un “antes” y un “después”, cuando lo que sucede es
que esos dos tiempos son sólo uno. Aunque muchos aun no lo perciban, ya estamos
inmersos en el “después”: el “después” es hoy. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La inexistencia de certezas en el horizonte y el
profundo cambio de expectativas que nos sorprende día a día nos están
demandando nuevas dimensiones de análisis para describir ese “después”. Por lo
pronto, no parece que la revolución tecnológica en curso prometa un “después”
estable.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Así lo advierte Yuval Noah Harari en un reciente
diálogo con Impact Theory: “… no estamos siquiera cerca del potencial máximo de
la inteligencia artificial. La velocidad a la que se desarrolla sólo se va a
acelerar, probablemente. Así que lo que realmente vamos a enfrentar es una
sucesión de revoluciones en el mercado laboral, en las relaciones, en la
política y en otros ámbitos de la vida. Tendremos una gran perturbación en
2025, sí. Y tendremos una mayor en 2035, y tendremos una aún mayor en 2045. Y
así”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Según estos vaticinios, más que el ingreso futuro a
una “nueva normalidad”, el mundo ya está experimentando una “nueva realidad”,
que es el cambio permanente, impulsado por el comportamiento exponencial de la
tecnología, con los consiguientes desafíos de adaptación; pero el fenómeno
tecnológico, lejos de ser autónomo, convivirá a su vez con dos exigencias que
se imponen por su propio peso: a) la prolongada batalla que a partir de la
vacuna permita erradicar definitivamente la pandemia -con la cual se empieza a
convivir- que no reconoce fecha cierta de vencimiento; b) la aplicación
impostergable de paliativos ante los efectos catastróficos del cambio climático
en todos los órdenes de la vida.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Es de imaginar un proceso sinérgico donde la
tecnología, cada vez más “inteligente”, se orientará a resolver el vector salud
y el vector ecológico aplicando recursos cada vez más potentes, algunos de los
cuales ni siquiera conocemos en este momento. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Pierde así significancia la utilización facilista
del término “post pandemia” como un cómodo punto de referencia ubicado en un
momento todavía impreciso del futuro, a partir del cual recién se podrán poner
en marcha planes, políticas y estrategias nacionales. Por el contrario,
presente y futuro aparecen enlazados en un monumental cambio de época que ya ha
comenzado, aunque el dramatismo diario de la pandemia impida todavía apreciarlo
en toda su virulencia.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Un mundo
abocado a superar el nuevo jaque mate tecnológico</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Estamos entrando a un mundo “5.0” superador del
virus, inmerso en la aceleración profunda de la sociedad del conocimiento y
limpio de amenazas ecológicas; los países que continúen distraídos con sus
penurias coyunturales y sus rencillas domésticas, serán los grandes perdedores.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">No hay “post pandemia” que justifique no tomar ya
mismo el rumbo correcto, y la “nueva normalidad” se va convirtiendo en una
entelequia sin contenido. Hay sí, una “nueva realidad”, un “mundo VICA” por
delante, (Volátil, Incierto, Complejo, Ambiguo) que no tendrá compasión con
aquellos países que no comiencen desde ahora a planificar sus estrategias de
desarrollo sobre esas premisas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Aunque algunas sociedades logran intuir estas
disyuntivas históricas, siempre se necesitan liderazgos que encarnen esas
convicciones para motorizarlas en el momento preciso. Es el tiempo de líderes
visionarios que sepan elevarse sobre las dificultades del presente para
avizorar estratégicamente las nuevas reglas de juego y actuar en consecuencia.
Líderes despojados de prejuicios ideológicos que estén dispuestos a dejarse
guiar exclusivamente por la grandeza de miras, el sentido común y la fuerza de
los hechos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Argentina
frente al mundo: los ejes geoestratégicos del nuevo desarrollo</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Frente a ese mundo cambiante, las
políticas de desarrollo a implementar potenciarán –al ritmo de estos tiempos-
las cuatro grandes yugulares geoestratégicas del crecimiento argentino, que se
asientan en profundas raíces históricas. Es allí, en cada uno de estos
verdaderos circuitos espaciales del desarrollo, donde se deberán aprovechar
todas las oportunidades que cada uno de ellos representa. Son ellos:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">a) El eje litoral, o de la Cuenca del
Plata.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">b) El eje mediterráneo, andino o del
Pacífico.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">c) El eje del Atlántico Sur, con su
proyección a la Patagonia, Malvinas y la Antártida.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">d) El eje del Atlántico Norte, de
proyección europea y africana.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">a) El eje del litoral, o eje de los ríos,
o eje mesopotámico. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Este eje está orientado hacia la Cuenca
del Plata, considerada una de las regiones más feraces y potencialmente
desarrolladas del planeta. Una de las primeras decisiones de la Primera Junta
fue organizar la campaña del Paraguay. El General San Martín libra su primera
acción bélica sobre la región mesopotámica, en la batalla de San Lorenzo. Las
misiones jesuíticas constituyen un antecedente importante de progreso y
asentamiento civilizador en la región. Dos conflagraciones han tenido lugar en
esta región a lo largo de la historia: primero fue la guerra con el Brasil,
ganada en el campo de batalla, pero perdiendo luego La Banda Oriental en la
mesa de negociaciones. Y luego la guerra de la Triple Alianza contra el
Paraguay.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El eje litoral apunta de lleno al
Mercosur. Dos grandes conglomerados industriales desempeñan allí un fuerte
protagonismo: el triángulo Buenos Aires – Rosario – Córdoba, y el triángulo San
Pablo – Belo Horizonte – Rio de Janeiro. La evolución de las relaciones entre
Argentina y Brasil después de la pandemia, y las diferentes actitudes de los
miembros respecto de la apertura de sus economías jugarán un papel decisivo en
la suerte del Mercosur como herramienta válida de integración. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">b) El eje mediterráneo, o eje andino,
orientado hacia la salida al Océano Pacífico.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Este es el eje latinoamericano por
excelencia, inspirado en la primitiva visión virreinal; su fluidez y
operatividad será decisiva para el destino de nuestro NOA. La expedición al
Alto Perú, dispuesta por la Primera Junta, y el cruce de Los Andes encarado por
el General San Martín, son antecedentes manifiestos de la enorme importancia
estratégica de este direccionamiento geopolítico. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Hoy es la puerta a los crecientes mercados
del oeste sudamericano, el oeste centroamericano y el oeste norteamericano. El
acceso al océano Pacífico, aspiración geopolítica fundamental para los
intereses argentinos, nos conduce también a los grandes mercados consumidores
de Asia, tanto como a las fuentes primordiales de alta tecnología de China,
Corea del Sur y el Sudeste asiático. Es el eje de los corredores bioceánicos,
un recíproco derrotero de ida y vuelta de Chile y Perú con salida al Atlántico
y de Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay con salida al Pacífico.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">c) El eje del Atlántico en su
direccionamiento Sur: el vector patagónico.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El eje del Atlántico Sur es tanto marítimo
como territorial. Las campañas militares de Rosas y Roca, los duros diferendos
limítrofes con Chile y la guerra de Malvinas jalonan militarmente los énfasis
nacionales vinculados a la ocupación de la Patagonia, donde muchas cosas están
aún por resolverse, como ocurre con la explotación de Vaca Muerta. Las demandas
de los pueblos originarios, la pesca, la energía eólica, el gas y el petróleo,
nuestra soberanía sobre las islas Malvinas y nuestras pretensiones sobre la
Antártida son asignaturas pendientes de enorme significado estratégico, algunas
dominadas por una fuerte impronta emocional. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">d) El eje del Atlántico en su
direccionamiento Norte: el vector europeo y africano.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Su proyección se remonta a los tiempos y
las instituciones extractivas de la Colonia, que luego de la independencia
marcaron a fuego las relaciones entre el puerto unitario y el interior federal,
y apunta a los vínculos con la Unión Europea, a la conexión con África y a la
incidencia decisiva de la inmigración europea plurinacional en la conformación
de la cultura del esfuerzo y el emprendedurismo. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">La madre de todos los problemas: “Son las
instituciones…”</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Para articular
el nuevo potencial industrial a las oportunidades que ofrecen estos ejes se
requiere un institucionalismo inclusivo orientado a la articulación de nuestra geoeconomía
con un criterio de conexión de fronteras, promoviendo polos industriales
regionales y <i>clústers </i>que nos
integren con países vecinos, con la vista puesta en un proyecto asociativo
global latinoamericano. Solo de esta manera podrá lograrse el regreso de
provincias hoy feudalizadas o convertidas en “enclaves subnacionales híbridos”,
como las denomina Carlos Gervasoni<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn36" name="_ftnref36" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[36]</span></span></a>,
a razonables condiciones de viabilidad social, económica e institucional, en el
marco de un moderno federalismo regional.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Durante una campaña presidencial en los
Estados Unidos, se hizo famosa una frase del entonces presidente Bill Clinton,
quien refiriéndose a la clave de salida de las dificultades que en ese momento
afrontaba su país pronunció su célebre “es la economía, estúpido”. En el caso
argentino, la explicación final de “la madre de todos los problemas” bien
podría resumirse en una frase del mismo estilo, aunque con una importante
modificación: “son las instituciones…”, como nos lo advertiría Clinton.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Por fuera de los argumentos ideológicos,
académicos, matemáticos o economicistas que pretenden aportar al país sus
soluciones particulares a la problemática elemental de crecer, y buscando
fórmulas racionales apoyadas en el sentido común, se podría sintetizar así la
“Ecuación cualitativa de la Felicidad Argentina”:</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">SENSATEZ = CONSENSO</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">CONSENSO = SUPERACIÓN DE LA GRIETA</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">SUPERACIÓN DE LA GRIETA = CONFIANZA</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">CONFIANZA = CRECIMIENTO CON SOLIDARIDAD
SOCIAL</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">CRECIMIENTO CON SOLIDARIDAD SOCIAL =
DESARROLLO</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">DESARROLLO = FELICIDAD</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Simplificando las variables intermedias:
SENSATEZ = FELICIDAD</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">V. DE LA “AVENIDA DEL MEDIO” A LA “EXPLANADA DEL
CONSENSO”</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">A menudo se
recurre en la política argentina a la figura de “la avenida del medio”, para
expresar una idea reduccionista del país apartada de la grieta, proponiendo
implícitamente el aislamiento de las “banquinas”; algunos de sus propulsores no
dudan en promover la exclusión de los extremos en la construcción de
coincidencias, como el precio a pagar por el sistema para superar posiciones
presuntamente irreductibles. Los hechos han demostrado una y otra vez que los
caminos que abrevan en la polarización tienen pocas perspectivas de convertirse
en una alternativa capaz de aportar soluciones a largo plazo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Argentina
asiste desde hace tiempo a un árido triple empate entre tercios, donde el
“tercio del medio”, lejos de poder prevalecer, se convierte una y otra vez en
el árbitro circunstancial entre turnos de gobierno alternativos de los otros
tercios.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Estos a su vez
se ocupan en desmontar las instituciones de sus predecesores y a reconstruir
las suyas, sin lograr que esas instituciones terminen siendo instaladas en la
sociedad como instituciones de Estado. En el largo plazo el resultado es un
proceso político de suma cero, causa fundamental del “carrusel argentino”.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><span lang="ES">Jorge Liotti
lo describe con precisión cuando cita a quienes han venido anunciando este
estado de cosas: “Un grupo de académicos estudió los déficits de la Argentina
posperonista de mediados de los 50 a los 70, que iba y venía entre efímeros
gobiernos democráticos y golpes militares, y acuñó términos como ´el juego
imposible´ de Guillermo O'Donnell, o el ´empate hegemónico´, de Juan Carlos
Portantiero. Todos reflejaban las limitaciones de un sistema atrapado entre dos
polos alternativamente capaces de vetar los proyectos de los otros, pero sin
recursos suficientes para imponer de manera perdurable los propios”</span><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn37" name="_ftnref37" title=""><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[37]</span></span></a><span lang="ES">. </span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Ha llegado el
tiempo de superar la evocación poco feliz de la estrecha y ambigua “avenida del
medio” por otra figura más esperanzadora, aunque por cierto más exigente:
reunirnos todos, sin exclusiones, en la ancha “explanada del consenso”<a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn38" name="_ftnref38" title=""><span style="mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[38]</span></span></a>,
único escenario desde donde Argentina podría comenzar a superar con madurez una
saga secular de desencuentros que nos recuerda a la fábula del perro del
hortelano. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Los temas
tratados en este ensayo pretenden acercar ideas al punto de partida de un diálogo
integrador entre todas las fuerzas políticas y sociales, sin exclusiones, donde
bajo las premisas de escuchar al otro y de reconocer los límites de cada
posición, pueda arribarse como mínimo a un conjunto básico de no-negaciones que
se convierta en común denominador de nuestro proyecto de país, enmarcado en el
juego natural de la democracia y los principios republicanos. Según un aforismo muy divulgado en estos
días, se necesita –en sentido figurado- un espacio de debate donde concurran
“Corea del Norte, Corea del Sur y Corea del Centro”. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">El solo hecho de generarse un debate
abierto y plural en torno a las cuatro categorías de análisis presentadas sería
el primer paso de un proceso arduo pero esperanzador hacia una mirada
compartida que permita arribar a
propuestas superadoras desde una mesa del consenso donde se pueda comenzar a
superar la insólita grieta que nos paraliza.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><a name="_Toc50224155"><b><u><span lang="ES">GALA: </span></u></b></a><b><u><span lang="ES">combate a la pobreza a través de la planificación indicativa del
desarrollo</span></u></b></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Habida cuenta
de las tensiones extremas que afrontará la sociedad en la post pandemia, se
abrirá camino la idea de un Estado capaz de implementar una planificación
estratégica del desarrollo, de manera de asegurar los cuatro frentes de
inducción que promueve la concepción GALA que nos propone Amartya Sen: a) el
crecimiento económico, b) una capacidad productiva adaptada al Siglo XXI, c) la
preservación del bienestar social y d) un concepto solidario de la felicidad
colectiva.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">A esos fines,
la programación indicativa del desarrollo puede presentarse como un instrumento
idóneo para asegurar una masa crítica de consenso, en un marco de paz social y
coincidencias mínimas capaces de engendrar políticas de Estado.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><b><u><span lang="ES">Triángulo: reindustrialización inteligente para
ingresar a la sociedad del conocimiento</span></u></b></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Los acuerdos
básicos por lograr apuntarían, desde el colapso del aparato productivo
argentino, al aprovechamiento de la oportunidad histórica de reformular un
nuevo perfil industrial adaptándolo a las exigencias del nuevo sistema
tecnoeconómico emergente en el mundo, como nuestra respuesta inteligente al
jaque mate tecnológico que sobreviene.</span></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">En su rol de
promotor de las instituciones económicas requeridas, corresponderá al Estado
otorgar prioridad absoluta en términos fiscales, financieros, arancelarios y
laborales a las industrias del pilar tecnológico-innovador del perfil.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc51433204"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Hoselitz: modelo
expansionista, multipolar, economía de mercado con parámetros sociales.</span></span></u></b></a></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><a name="_Toc50224157"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Siguiendo el enfoque de Hoselitz, el perfil del modelo a concertar
debiera ser “expansionista”, en el sentido de concebir un desarrollo proyectado
espacialmente hacia los ejes geoestratégicos que nos permitirán ser parte
activa de un mundo que ingresa mucho más aceleradamente que antes de la
pandemia a un nuevo sistema tecnoeconómico centrado en la revolución de las
nuevas tecnologías.</span></span></a></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Pero por los múltiples efectos del coronavirus, esa
proyección ya no implicará sumarse a una globalización como se la conocía hasta
ahora. Acontecerá flanqueada por dos perfiles que la condicionarán: el enfoque
hacia la “glocalización” a la que hace referencia Rifkin: pensar globalmente y
actuar localmente. Y la ineludible orientación hacia la “producción limpia”, en
respuesta a las amenazas cada vez más palpables del cambio climático.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><span lang="ES">En términos geopolíticos, si hay acuerdo en
apuntalar un modelo “no condicionado” orientado a la economía del conocimiento,
ello implicará </span><span lang="ES">para Argentina la conveniencia de
consensuar nuestra relación con el mundo de manera de asegurarnos una posición
equidistante frente a los tres grandes polos de poder tecnológico con los que
habrá que negociar en la salida de la pandemia: Estados Unidos, China, y el
“mundo Rollerball” al que parece acercarnos el auge y el poderío planetario <i>per se</i> que acumulan las grandes empresas
tecnológicas</span><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn39" name="_ftnref39" title=""><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[39]</span></span></a><span lang="ES">.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;"><span lang="ES">Tal como lo
expone Ariel Torres, "Si antes de la pandemia un puñado de tecnológicas
concentraban un poder nunca visto, ahora esos monopolios han acentuado ese
poder a una escala incomprensible”</span><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftn40" name="_ftnref40" title=""><span lang="ES" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-text-raise: 3.0pt; position: relative; top: -3pt;"><span lang="ES" style="line-height: 115%; position: relative; top: -3pt;">[40]</span></span></a><span lang="ES">.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Y en cuanto a
la última de las dicotomías, el camino de consenso a recorrer desde la planeación estratégica del
desarrollo se sustentaría en una economía de mercado flanqueada por fuertes
parámetros sociales, muy centrada en el emprendedurismo y en las pequeñas y
medianas empresas argentinas que surjan del pilar tecnológico-innovador del
nuevo perfil industrial a promover. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><b><u><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Consensos institucionales: hacia grandes acuerdos
superadores de la grieta</span></span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Una estrategia
de desarrollo como la que se ha esbozado a lo largo de este ensayo no podría
implementarse sin el acompañamiento de un institucionalismo consolidado, que
aporte pautas estables con garantías ciertas de permanencia en el largo plazo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Ello demanda
la construcción consensuada de un enjambre de instituciones facilitadoras, inclusivas
en el sentido en que lo plantea Acemoglu, lo que se logrará a través de la
gestación de grandes acuerdos sobre un paquete interconectado de reformas: la
reforma judicial, la reforma laboral, la reforma fiscal, la vigencia plena del
régimen de coparticipación federal que establece la Constitución, la reforma
educativa, la reforma previsional y otras especialmente funcionales al tránsito
de Argentina hacia una sociedad más justa, incorporada a un mundo post pandemia
signado por la digitalización con resguardos ecológicos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Si los
argentinos lo hacemos –y podemos hacerlo-
mereceremos que don José Ortega y Gasset, desde el podio de los grandes
pensadores políticos de la historia, nos distinga con el honroso calificativo
de “Nación”. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="margin-left: -25.5pt; text-align: justify;"><i style="text-align: right;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Alfredo Pérez Alfaro</span></span></i></p><div style="text-align: left;"><div id="ftn1"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES">W. Arthur Lewis. Teoría
del desarrollo económico. Fondo de Cultura Económica. Barcelona. 1971.</span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn2"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES"><a href="https://manfred-economia.blogspot.com/2019/11/agenda-2030-para-el-desarrollo.html">https://manfred-economia.blogspot.com/2019/11/agenda-2030-para-el-desarrollo.html</a></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn3"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Abhijit Banerjee y Esther Duflo. Repensar la
pobreza. CEGAL. Barcelona. 2019.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn4"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La teoría del crecimiento endógeno y el
comercio internacional. Carolina Hernández Rubio. Cuadernos empresariales. Vol.
12 (2002) 95-112<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn5"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>Robert E. Goodin. Las instituciones y su diseño.</span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn6"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Daron Acemoglu y James A. Robinson. Por qué
fracasan los países. Ariel. Buenos Aires. 2015.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn7"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Comentario al trabajo de Aldo Ferrer
“Globalización, desarrollo y densidad nacional”. Marta Bekerman y Anabel
Chiara.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn8"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES">Pedro Gaite. Jornada
sobre el pensamiento de Aldo Ferrer “La densidad nacional”. Realidad
Sanmartinense. 1918. <o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn9"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES"><a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias/2010/11/101103_desarollo_libertad_entrevista_sen_aw">https://www.bbc.com/mundo/noticias/2010/11/101103_desarollo_libertad_entrevista_sen_aw</a></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn10"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>José Ortega y Gasset. La rebelión de las masas.</span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn10"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="font-family: arial;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: arial; line-height: 115%;"> </span><span style="font-family: arial; line-height: 115%;">John Kenneth Galbraith. El Nuevo Estado Industrial.</span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn10"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref12" name="_ftn12" style="font-family: arial;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: arial; line-height: 115%;"> </span><span style="font-family: arial; line-height: 115%;">Bert F. Hoselitz. Crecimiento económico, aspectos no económicos.</span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn13"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US"> Francois Perroux.
A new concept of development.</span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn13"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref14" name="_ftn14" style="font-family: arial;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 115%;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: arial; line-height: 115%;"> </span><span lang="EN-US" style="font-family: arial; line-height: 115%;"> </span><a href="https://www.academia.edu/35011868/Hoselitz_1974.pdf" style="font-family: arial;"><span lang="EN-US" style="line-height: 115%;">https://www.academia.edu/35011868/Hoselitz_1974.pdf</span></a></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn15"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref15" name="_ftn15" title="">[15]</a></span></span></span></span><span lang="ES"><a href="http://manfred-blogs.blogspot.com/2020/05/byung-chul-han-vamos-camino-una-nueva.html">http://manfred-blogs.blogspot.com/2020/05/byung-chul-han-vamos-camino-una-nueva.html</a><o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn16"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES"><a href="https://www.infobae.com/opinion/2020/04/28/por-que-no-hay-mucho-margen-economico-para-sostener-la-cuarentena/">https://www.infobae.com/opinion/2020/04/28/por-que-no-hay-mucho-margen-economico-para-sostener-la-cuarentena/</a></span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn16"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref17" name="_ftn17" style="font-family: arial;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[17]</span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: arial;"> </span><span lang="ES" style="font-family: arial;"><a href="http://manfred-blogs.blogspot.com/2019/02/el-mundo-al-borde-del-5g-la-tecnologia.html">http://manfred-blogs.blogspot.com/2019/02/el-mundo-al-borde-del-5g-la-tecnologia.html</a></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn18"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[18]</span></span></span></span></a><span lang="ES"><a href="https://manfred-economia.blogspot.com/2020/05/coronavirus-el-mundo-mira-con-tristeza.html">https://manfred-economia.blogspot.com/2020/05/coronavirus-el-mundo-mira-con-tristeza.html</a></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn19"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[19]</span></span></span></span></a><span lang="ES"><a href="http://manfred-blogs.blogspot.com/2020/05/byung-chul-han-vamos-camino-una-nueva.html">http://manfred-blogs.blogspot.com/2020/05/byung-chul-han-vamos-camino-una-nueva.html</a></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn20"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Yuval Noah Harari. Homo Deus. Debate. Buenos
Aires. 2017.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn21"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES"><a href="http://manfred-blogs.blogspot.com/2020/04/la-biologia-esta-acelerando-la.html">http://manfred-blogs.blogspot.com/2020/04/la-biologia-esta-acelerando-la.html</a></span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn21"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref22" name="_ftn22" style="font-family: arial;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: arial;"> </span><span lang="ES" style="font-family: arial;"><a href="https://www.infobae.com/america/eeuu/2019/11/02/la-neocolonizacion-como-es-el-plan-de-china-para-conquistar-america-latina-y-las-peligrosas-consecuencias/">https://www.infobae.com/america/eeuu/2019/11/02/la-neocolonizacion-como-es-el-plan-de-china-para-conquistar-america-latina-y-las-peligrosas-consecuencias/</a></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn23"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Francois Perroux. Economía Poilítica. <o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn24"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Alberto Follari. Después del aislamiento. El
mundo después del COVID-19. Argentina Unida. 2020.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn25"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Diego Sztulwart. La crítica y el Estado
fuerte. El mundo después del COVID-19.
Argentina Unida. 2020. <o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn26"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Apuntes inéditos del autor sobre la crisis de
2001. Otoño-Invierno de 2002.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn27"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Apuntes inéditos del autor sobre la crisis de
2001. Otoño-Invierno de 2002.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn28"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Elías Gannagé. Economía del desarrollo.
Asociación de Economistas Argentinos. Buenos Aires.</span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn28"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref29" name="_ftn29" style="font-family: arial;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-family: arial;"> Daron Acemoglu y James A. Robinson. Porqué
fracasan los países. Ariel. Buenos Aires.</span><span lang="ES" style="font-family: arial;"> 2013.</span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn30"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>Apuntes inéditos del autor sobre la crisis de 2001.
Otoño-Invierno de 2002.</span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn31"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Alvin Toffler. El “shock” del futuro. Plaza y
James. Barcelona. 1981<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn32"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>Joaquín Ledesma. El cambio tecnológico. Lecturas
sociales y económicas.</span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn33"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Jeremy Rifkin. Estamos ante la amenaza de una
extinción y la gente ni siquiera lo sabe. <o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn33"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52411543">https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52411543</a></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn34"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Referencias a los trabajos de Romer,
Grossman Helpman.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn35"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref35" name="_ftn35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Jeremy Rifkin. La sociedad del costo marginal
cero. Paidós. Buenos Aires. 2014.<o:p></o:p></span></span></p></div></div><div style="text-align: left;"><div id="ftn36"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: xx-small;"><a href="file:///C:/@%20Manfred/ACADEMIA%20CC%20MM%20%20Y%20PP/ENSAYO%20DIFUSION/Ensayo%20-%20La%20hoja%20de%20ruta%20del%20desarrollo%20argentino.docx#_ftnref36" name="_ftn36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Carlos Gervasoni. Democracia, autoritarismo e
hibridez en las provincias argentinas: la medición. Programa Buenos Aires de
Historia Política del Siglo XX.</span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn36"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><span lang="ES" style="font-family: arial;"><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span><span lang="ES" style="font-family: arial;"><a href="https://www.lanacion.com.ar/politica/entrampados-otra-vez-en-el-juego-imposible-nid2428664">https://www.lanacion.com.ar/politica/entrampados-otra-vez-en-el-juego-imposible-nid2428664</a></span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn36"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><span class="MsoFootnoteReference" style="font-family: arial;"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></span><span style="font-family: arial;"><span lang="ES"> </span></span><span lang="ES" style="font-family: arial;">El consenso se diferencia de una mayoría en
que cuando una mayoría se pone de acuerdo también hay una minoría que disiente,
en cambio en el consenso no hay disenso. Una decisión por consenso, no
obstante, no implica un consentimiento activo de cada uno, sino más bien una
aceptación en el sentido de no-negación. En este tipo de modalidades de
decisión encontró su fundamento la democracia griega. WIKIPEDIA</span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn36"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><span class="MsoFootnoteReference" style="font-family: arial;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">[39]</span></span><!--[endif]--></span><span style="font-family: arial;"> Rollerball.
Película distópica de ciencia ficción, donde el mundo del 2018 es un estado
corporativo global, que contiene entidades tales como Energy Corporation, un
monopolio global de energía con su base en Houston que hace transacciones con
corporaciones nominales que controlan el acceso al transporte, lujo, vivienda,
comunicación y alimentos a escala global.</span></span></p></div></div></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><div style="text-align: left;"><div id="ftn36"><p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 61.5pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><span lang="ES" style="font-family: arial;"><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 115%;">40]</span></span><!--[endif]--></span></span><span lang="ES" style="font-family: arial;"><a href="https://www.lanacion.com.ar/opinion/efecto-pandemia-las-grandes-tecnologicas-duenas-del-mundonota-de-tapa-nid2439800">https://www.lanacion.com.ar/opinion/efecto-pandemia-las-grandes-tecnologicas-duenas-del-mundonota-de-tapa-nid2439800</a></span></span></p></div></div></blockquote>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-68863578505596056932020-11-15T14:03:00.001-08:002020-11-15T14:03:18.562-08:00EL GIRO DE FUKUYAMA. CONSERVADOR, HOY PLANTEA EL EQUILIBRIO ENTRE ESTADO Y MERCADO, PREMISA SOCIAL DEMÓCRATA<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Eduardo Fidanza Licenciado en
Sociología, Universidad de Buenos Aires. Fundador y director de Poliarquia
Consultores. Analista político e investigador social. Ex columnista semanal del
diario La Nación. Miembro de número de la Academia Nacional de Periodismo. Ex
profesor titular regular de la UBA.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En 1989, un joven intelectual
estadounidense dictó una conferencia en la Universidad de Chicago, que luego se
editó en un artículo titulado "¿El fin de la historia?". Este texto
fue el antecedente de un libro del autor publicado en 1992, llamado El fin de
la historia y el último hombre. Estos trabajos ocasionaron un enorme debate y,
hasta cierto punto, un escándalo intelectual. El autor y la época en que esto
ocurrió son conocidos: se trataba de Francis Fukuyama y transcurrían los días
del colapso comunista. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Como suele suceder, la
controversia y el éxito fueron de la mano: el libro resultó un best seller
mundial, traducido a más de veinte idiomas. No interesa aquí comentar el debate
que generó la tesis de Fukuyama, que es sabido, sino ver cómo evolucionó su
pensamiento, considerando un hecho significativo: Fukuyama ha sido uno de los
intelectuales orgánicos del establishment norteamericano de las últimas
décadas, ampliamente consultado por el poder político, editor de una revista
conservadora, y en su momento asesor del Departamento de Estado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Con estos antecedentes, hoy
afirma que evolucionó hacia la izquierda. Pero debemos entender que, por así
decirlo, se trata de la izquierda de la derecha. O de una de las voces intelectuales
lúcidas salidas de las entrañas del capitalismo liberal actual. Pensadores
reflexivos y realistas como él pueden inspirar una hoja de ruta que acerque
posiciones de nuestra dirigencia En “¿El fin de la historia?”, aunque lo
planteara como una pregunta, Fukuyama sostuvo que la democracia capitalista
había demostrado ser un sistema económico y político superior a los demás,
convirtiéndose en el horizonte temporal de la humanidad al cabo del siglo XX. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Más que el fin significaba el
redondeo de la historia: la centuria había empezado con fe en la democracia
liberal y después de vencer al fascismo y al comunismo el círculo se cerraba,
con una “inquebrantable victoria del liberalismo económico y político”, según
escribió. La clave del triunfo, además de las virtudes del sistema, era la
clausura de cualquier alternativa a él. En el plano político esta tesis se
plasmó en el “There is no alternative”, de Margaret Thatcher, el célebre
eslogan que avaló la revolución neoliberal, cuya consecuencia fue la
destrucción del estado de bienestar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Pronto, Fukuyama empezó a matizar
su postura. Ya al final de El fin de la historia y el último hombre, esgrimió
un argumento, acaso premonitorio, que parecía contradecir su visión: ningún
régimen es capaz de conformar a todos en todos los lugares. La libertad y la
igualdad no se han extendido lo suficiente, de modo que los que permanezcan
insatisfechos siempre tendrán el poder de reiniciar la historia. A eso
siguieron una serie de críticas a una evolución que se alejaba cada vez más de
su pronóstico triunfalista. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En la actualidad, Fukuyama sigue
defendiendo la democracia liberal y el libre mercado, pero considera que las
ideas conservadoras llevadas al extremo, junto con errores políticos,
económicos y militares, como la invasión a Irak, las crisis financieras y la
desigualdad, produjeron un efecto contraproducente, contribuyendo a la vigencia
de los populismos de derecha e izquierda. Como los liberales, aborrece a Trump,
Bolsonaro, Orbán y Modi, que están reiniciando la historia, pero no en el
sentido deseable. Ellos cierran las mentes, las fronteras y los mercados,
cuando el ideal era abrir todo a los beneficios de un sistema superior
destinado a la hegemonía. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Quizá desplegando uno de los
planteos más abarcadores, después de su último libro (Identidad. La demanda de
dignidad y las políticas de resentimiento), Fukuyama publicó hace pocos días un
extenso artículo titulado “Liberalism and Its Discontents”, donde reconoce dos
virtudes históricas del liberalismo político. En el origen, la capacidad de
gobernar la diversidad, a la que siguió la defensa de los derechos humanos
básicos y el bienestar general. Con nostalgia, dice “eso fue el liberalismo”,
porque ya no lo es. Cree que dos factores lo minaron: el neoliberalismo en el
plano económico, y el individualismo en la esfera cultural. Las consecuencias
fueron la desigualdad económica y lo que Gilles Lipovetsky llamó “la era del
vacío”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La crítica de Fukuyama deriva en
un programa implícito, cuyos rasgos centrales son la recuperación de la
política, el reconocimiento de los vínculos comunitarios y la reivindicación
del rol del Estado. Es una lúcida voz intelectual salida de las entrañas del
capitalismo liberal actual Afirma que “el liberalismo clásico, aun cuando
protege los derechos básicos de propiedad y la economía de mercado, es perfectamente
compatible con un Estado fuerte que busca protecciones sociales para las
poblaciones dejadas atrás por la globalización. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El liberalismo está
necesariamente conectado con la democracia, y las políticas económicas
liberales deben ser atemperadas considerando la igualdad democrática y la
necesidad de estabilidad política”. Este giro notable de una mente conservadora
vuelve a plantear el equilibrio entre Estado y mercado, la premisa del programa
socialdemócrata que posibilitó los 35 años de esplendor mundial entre el final
de la Segunda Guerra y mediados de la década de 1970. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Fukuyama termina aceptando que el
reconocimiento humano –que él considera clave– fracasó bajo el capitalismo
ultraliberal, generando reconocimientos aberrantes provistos por las drogas, el
extremismo religioso y el populismo político. El modelo de ciudadanía liberal
falló porque los valores de igualdad ante la ley devinieron en una abstracción
que excluyó a las minorías y a la población más perjudicada por la
globalización. Este malestar en la cultura liberal ha tenido plena expresión en
las recientes elecciones de Estados Unidos. Ningún observador inteligente se
engaña: el triunfo demócrata es precario, Biden expresa la falta de renovación
de la dirigencia, y el país que gobernará está resentido y absolutamente
fisurado. Trump, con 88 millones de seguidores en Twitter y más de 70 millones
de votantes, que acatan sus mentiras y bravuconadas, seguirá presionando para
profundizar la división y el odio entre los norteamericanos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Rusia y China observan
complacidos esta tragedia política. La pandemia completa el cuadro con una
incertidumbre desesperante. ¿Llegan los ecos de esta candente actualidad a la
aldea? No parece: aquí siguen las batallas mezquinas y las parcialidades
usuales. Un oficialismo popular receloso de la iniciativa privada y una
oposición que defiende la república omitiendo la desigualdad. La renovada
equidistancia entre Estado y mercado, que proponen pensadores reflexivos y
realistas como Fukuyama, tal vez pueda inspirar una hoja de ruta que acerque
posiciones. Es una lección para intentar, sin prejuicios ideológicos y con
honestidad intelectual, consensos indispensables ante la evidencia de una
crisis brutal. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">*Analista político. Director de
Poliarquía Consultores. (Fuente <a href="https://www.perfil.com/noticias/columnistas/el-giro-de-fukuyama-por-eduardo-fidanza.phtml" target="_blank" title="El giro de Fukuyama | Perfil">www.perfil.com</a>). </span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-39821844860200293052020-11-01T05:46:00.006-08:002020-11-01T05:46:51.127-08:00UN PAÍS QUE NO ES NEGOCIO. POR QUÉ SE VAN LAS MULTINACIONALES DE ARGENTINA<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De Falabella a Brightstar,
pasando por Walmart,Latam y Danone, en las últimas semanas las novedades del
mundo empresario en la Argentina no pasan por los anuncios de inversión o el
lanzamiento de nuevas líneas de productos, sino por las negociaciones de las
multinacionales para salir del país.</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los problemas que enfrenta el
sector privado en el mercado argentino no son nuevos y el mal clima de negocios
no se puede atribuir exclusivamente a la pandemia o un gobierno en puntual. La
economía argentina está cerca de cumplir una década con un crecimiento
prácticamente nulo y una inflación en constante ascenso que torna cada vez más
difícil cualquier inversión estratégica o de largo plazo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Qué le pasó exactamente a
Falabella?<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El panorama, sin embargo, se
complicó en forma muy acelerada en los últimos meses y a la hora de explicar
las razones de este éxodo los empresarios, banqueros y abogados especialistas
en empresas coinciden en que no se puede hablar de una única causa sino de una
conjunción de factores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Con la pandemia muchas
multinacionales están revisando sus estrategias de crecimiento y tomando
decisiones para concentrarse en lo que consideran como sus mercados claves. No
es que se van solo de la Argentina, pero a la hora de buscar en donde
desinvertir el país aparece siempre como el gran candidato porque lleva muchos
años de bajo crecimiento y baja rentabilidad", explica a LA NACION Matías
Eliaschev, CEO para América Latina de Lazard, el banco de inversión
internacional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En el sector privado explican
que la reducción del mercado no es un proceso nuevo, aunque destacan que la
caída se aceleró en los últimos años. "El récord de inversión extranjera
en la Argentina se alcanzó en 1999, cuando se alcanzó un récord de US$25.000
millones, con más de 300 operaciones de fusiones y adquisiciones. A partir de
ese momento, la inversión viene cayendo en forma sostenida todos los años, con
algunos pocos repuntes muy puntuales, pero ahora estamos cada vez peor. En 2020
llevamos 25 transacciones y con suerte vamos a llegar a las 50 o 60
operaciones, pero lo más grave es que se llega a ese número por las empresas
que se están yendo del país", explica Fernando Zoppi, socio de MHR
Abogados, uno de los principales estudios especializados en M&A (por las
siglas en inglés de mergers and acquisitions, es decir fusiones y
adquisiciones)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Latam. Una competencia
desigual que ya no se pudo sostener<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Incertidumbre política<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La falta de un clima de
negocios es tradicionalmente uno de los factores a los que apelan los
empresarios en el momento de explicar la falta de inversiones. Sin embargo, no
alcanza con este punto a la hora de entender lo que está pasando en la
Argentina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Falabella anunció hace un par
de meses el cierre de cuatro tiendas en el país y la búsqueda de un comprador
para sus activos localesFalabella anunció hace un par de meses el cierre de
cuatro tiendas en el país y la búsqueda de un comprador para sus activos
locales Fuente: Archivo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"La incertidumbre
política obviamente que influye pero no lo explica todo. Las grandes petroleras
no están en Suiza, sino que invierten en los países más complicados del mundo.
Si van a Nigeria no es por el gran clima de inversión sino porque es
negocio", se sinceró un empresario que analiza quedarse con algunos de los
activos que están dejando las multinacionales que se van del país.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En este contexto cada vez
menos atractivo, la pandemia terminó jugando un papel desencadenante para
muchas multinacionales que ya estaban analizando salir de la Argentina.
"La pandemia es un elemento coyuntural importante a la hora de tomar la
decisión de continuar o no en el país, pero lo veo más como un acelerador que
como un fenómeno de causalidad", opina el consultor de empresas y director
de Invecq, Esteban Domecq. Para el economista, la decisión final de las
empresas responde a un análisis más profundo de sus posibilidades en la
Argentina, donde no encuentran un horizonte de inversión, de desarrollo y de
rentabilidad acorde a sus objetivos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"La Argentina viene de
ocho años de estancamiento económico, con cuatro fases recesivas y ahí es donde
cae el coronavirus, que lastima a todo el mundo. Pero a la hora de pensar en la
salida, las empresas no están viendo que la Argentina esté dando los pasos
adecuados. Las medidas políticas y económicas que se toman atentan contra ese
escenario de recuperación y eso está precipitando el éxodo de empresas grandes,
medianas y chicas", apunta Domecq.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La idea de que la pandemia
terminó siendo la gota que rebalsó el vaso es confirmada por las empresas que
están la búsqueda de las oportunidades que dejan las multinacionales que se van
del país. "Con la pandemia muchas empresas multinacionales empezaron a
replantear su estrategia internacional y avanzan con planes para concentrarse
en los principales mercados internacionales, en un proceso antiglobalización.
Bajo esta idea, la verdad es que no tiene mucho sentido quedarse en la
Argentina que es un mercado chico y satelital", explicó a la nacion un
ejecutivo de uno de los fondos locales que se muestra más activo a la hora de
presentar ofertas de compra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Presión impositiva<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un buen ejemplo de la falta de
rentabilidad es lo que está sucediendo con las empresas de consumo masivo que
en los últimos meses iniciaron la búsqueda de un comprador para sus operaciones
locales. La lista incluye desde cadenas de tiendas como Falabella,
supermercados como Walmart y hasta lácteas como Danone que puso en
"revisión estratégica" sus activos argentinos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Walmart aceleró en las últimas
semanas el proceso de venta de sus supermercados en la ArgentinaWalmart aceleró
en las últimas semanas el proceso de venta de sus supermercados en la Argentina
Fuente: Archivo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Julián de Diego, especialista
en derecho laboral y titular del Estudio de Diego & Asociados, suma el
costo laboral como un tema central que tienen en cuenta las empresas a la hora
de planificar sus estrategias. Según dijo, en la Argentina ese costo es
"el doble" que en Brasil y "el triple" que en Chile y
México. "A eso hay que sumarle un costo invisible que deriva de los
conflictos sindicales que puedan surgir", señala.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A este escenario, de Diego
agrega el "paquete de medidas recientes que ha instrumentado el Poder
Ejecutivo, paralizando despidos y duplicando las indemnizaciones". Todos
puntos que, para el abogado, impiden que las firmas puedan determinar sus propias
estrategias y "competir con total libertad". "Hoy el mayor
problema de la Argentina es que casi imposible ganar plata. En el caso puntual
de los supermercados hay una regla que dice que cuando el costo laboral llega a
los dos dígitos, una operación no es rentable. Históricamente, en la Argentina
el costo laboral representaba el 6 o 7% de las ventas y hoy supera el
15%", coincide una fuente del sector supermercadista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Círculo vicioso<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para César Litvin,
tributarista y director del estudio Lisicki Litvin & Asociados, hay dos
factores tributarios que se potencian mutuamente y que pesan en las empresas a
la hora de definir sus planes en el país. Por un lado, la informalidad
existente en la Argentina. "Estas grandes empresas no están en la
informalidad, pero sus pequeños competidores sí, lo que genera una competencia
desleal por el costo adicional que genera la carga tributaria", explicó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por otro lado, menciona la
carga fiscal en sí, que en la Argentina representa el 32% del PBI, una de las
más altas de la región. "Si a esa presión fiscal objetiva le agregamos los
condimentos de la informalidad y la inflación, para quienes pagan impuestos la
presión efectiva termina siendo cercana al 50%", precisó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Litvin considera que la
Argentina debe "entrar en una etapa de competitividad tributaria".
"Si no se seguirán perdiendo inversiones, lo que genera un círculo
vicioso: menos inversiones y por consiguiente menos empleo, menos consumo,
menos actividad económica, más pobreza, más planes sociales y más gasto público",
enumeró.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Efecto contagio: después de
Walmart, se reactivan las ventas de Sodimac y la tarjeta de Falabella<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A la lista de factores que
explican el éxodo empresario también hay que sumar las dificultades cada vez
mayores que exhibe el mercado cambiario. "Las distorsiones que ofrece el
mercado cambiario son un factor fundamental a la hora de entender por qué
tantas empresas buscan irse del país, porque para una multinacional distribuir
dividendos es que cada vez más difícil y todas las operaciones de exportación
se terminan haciendo un dólar que es muy diferente al que tienen que
importar", explica Zoppi, socio de MHR Abogados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Seguridad jurídica<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para los expertos, la decisión
de las empresas de irse del país o relocalizar el núcleo de sus operaciones
tiene que ver en algunos casos también con la búsqueda de un escenario en el
que sea posible proyectar a mediano o largo plazo. Es decir, de mayor seguridad
jurídica. "Si el problema fuera la pandemia, la relocalización no serviría
de nada", sintetiza Miguel La Vista, tributarista del estudio La Vista
Casal, para quien la Argentina se caracteriza por sus "mecanismos
imposibles de prever".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Brightstar acaba de cerrar la
venta de su planta de celulares en Tierra del Fuego al grupo local
MirgorBrightstar acaba de cerrar la venta de su planta de celulares en Tierra
del Fuego al grupo local Mirgor Fuente: Archivo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Desde el punto de vista
estrictamente fiscal, La Vista mencionó la presencia de tributos muy
"particulares", como Ingresos Brutos e Impuesto al Cheque, "que
se aplican aún cuando hay pérdidas y a tasas muy altas".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Además, señaló que algunas
herramientas que podrían ayudar a las empresas extranjeras a permanecer en el
país, como la moratoria aprobada para pagar cargas sociales e impuestos en
cuotas, con beneficios de reducción de intereses y eliminación de multas,
"discrimina a las empresas que tengan activos en el exterior", porque
las obliga a repatriar el 30% de sus activos. "Es algo que en algunos
casos es imposible de hacer, porque no es dinero que esté en cuentas sino
invertido", apuntó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las 20 empresas que ya se
fueron de la Argentina, buscan un comprador o están trasladando su producción a
otro país<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">ANÁLISIS PORMENORIZADO DE LOS
CASOS:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><a href="https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/un-pais-no-es-negocio-las-20-nid2493674"><span style="font-family: arial;">https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/un-pais-no-es-negocio-las-20-nid2493674</span></a><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-91393241660274946282020-11-01T05:33:00.007-08:002020-11-01T05:33:58.284-08:00"ARGENTINA PRIMERO", EL NUEVO LIBRO DE MARTÍN REDRADO<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Viene un mundo con
condiciones monetarias y financieras muy laxas, pero hay que saber
aprovecharlas”. En una reciente publicación, que ya es best seller, el
economista reflexiona sobre los desafíos para la Argentina y el contexto global
luego de la pandemia. Fragmentos del capítulo “¿Puede volver a crecer la
economía argentina?</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">6 de Septiembre de 2020<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Estamos en presencia de un fenómeno nuevo
porque se registra, en forma conjunta, un shock de oferta —es decir, una caída
estrepitosa en la producción de bienes y servicios— junto a un shock de demanda
—debido a que más del 70% de la población mundial debe permanecer en sus
casas—”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Ese es uno de los primeros
conceptos que se destacan en “Argentina primero” (Sudamericana), el nuevo libro
del economista Martín Redrado, ex presidente del Banco Central, que salió al
mercado la semana pasada y rápidamente escaló a los primeros puestos de ventas
en las principales librerías del país.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Allí se propone construir un
nuevo camino, virtuoso e inclusivo, para estabilizar la economía, reducir la
inflación y la pobreza, y trazar un sendero de crecimiento sostenido con inclusión
social. “Un plan para dejar de improvisar”, como lo define el propio fundador
de la Fundación Capital y director, junto al Premio Nobel de Economía Robert
Merton, del Master of Central Banking de la Asia School of Business.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En una charla con Infobae, el
economista de la UBA y con un Master en Administración de la Universidad de
Harvard, detalló la génesis de su sexto libro, cómo imagina la economía global
post pandemia y qué Argentina sueña para dentro de 10 años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- ¿Cómo nació la idea de
“Argentina primero”, su nuevo libro?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- Surgió en medio de la
pandemia, en términos de cómo cambiaron todos los parámetros de análisis. La
idea es pensar y analizar la Argentina luego del coronavirus y la crisis
sanitaria. Venía madurando estos conceptos desde hace tiempo. En una de las
charlas habituales que doy en foros internacionales, sobre finales del año
pasado, en Nueva York, me preguntaron si está en el ADN de los argentinos ser
incumplidores seriales de contratos. Difícilmente se me nota cuando me molesta
algo, pero esa pregunta logró irritarme. Por supuesto dije que no, que habíamos
tenido políticas económicas muy pendulares, que vamos de un lado al otro, pero
que de ninguna manera era así. Entonces me puse a pensar con mi equipo por qué
nos ocurren estas crisis y a buscar miradas superadoras, integrales. Tuve
muchas charlas con economistas y otros especialistas, como Facundo Manes. Por
ejemplo, dedico un capítulo específico a la innovación productiva, algo que
emergió de charlas con Facundo a lo largo de los últimos dos años. Es parte de
la visión integral que debe buscar reemplazar a los compartimientos estancos de
la economía: quien piensa en lo fiscal no piensa en lo productivo; el que
piensa en la parte productiva no lo hace en términos de innovación; el que mira
lo monetario pierde la integralidad. Planteo una visión integral de las
necesidades económicas y políticas para los próximos 10 años. Cómo se puede
lograr un proceso de crecimiento de 3,5% anual para la próxima década. Así se
generó este libro, basado en un programa para estabilizar la economía y de una
transformación productiva y social que nos ponga en un sendero de crecimiento
productivo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- Cuenta una anécdota en la
que Ben Bernanke, el ex titular de la Fed de EEUU, propuso a sus colegas pensar
“fuera de la caja” en medio de la crisis de 2009. ¿Qué sería hoy pensar de esa
manera?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- Es una historia importante
porque siempre hay gente que nos marca en nuestra carrera profesional. En lo
doméstico, como hacedor de políticas económicas, está Roberto Lavagna, también
mis charlas con Manes; y en términos internacionales, esa charla con Bernanke
quien nos pidió, en medio de otra crisis tremenda, pensar instrumentos que no
fueran tradicionales. Hoy, pensar fuera de la caja es plantear un programa de
reducción de la tasa de inflación con la convergencia de las variables que
maneja el Gobierno, el gasto y los salarios públicos, recaudación, emisión
monetaria, subsidios, inversión. Generar un esquema hacia una inflación de un
dígito en 5 años. Todo con un marco legal específico. Por ejemplo, una ley de
innovación productiva que duplique la inversión en I+D en 10 años. Argentina se
va a diferenciar en esa materia cuando tenga a los científicos y a la capacidad
de investigación aplicada alineada con el sistema productivo, las
universidades, etc. Lo vemos con las vacunas, pro ejemplo, un sector en el que
estamos a la vanguardia. También con la biotecnología y la genética animal.
Necesitamos incentivos específicos. Junto a una ley de infraestructura que
permita aumentar la inversión en pequeñas obras para generar trabajo para los
que hoy no lo tienen, y también obras importantes financiadas por organismos
internacionales, con mecanismos puntuales. Y dos ejes finales: una revolución
impositiva y una exportadora sustentadas por esquemas legales discutidos y
acordados en el Congreso. Pensar fuera de la caja es pensar el país de manera
integral, hacer todo junto y al mismo tiempo para recuperar la confianza. Así
se consigue un sendero que le quita incertidumbre a la economía y da
previsibilidad. Es la forma de crecer de manera inclusiva y sostenida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hoy, pensar fuera de la caja
es plantear un programa de reducción de la tasa de inflación con la convergencia
de las variables que maneja el Gobierno, el gasto y los salarios públicos,
recaudación, emisión monetaria, subsidios, inversión. Generar un esquema hacia
una inflación de un dígito en 5 años<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- ¿Cómo cambiará el mundo
luego de la pandemia?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- Esta es una crisis de la que
se saldrá con condiciones muy favorables, con un costo del dinero que es igual
a cero. Será un mundo de grandes oportunidades para todo aquel que tenga buenos
proyectos, capacidad emprendedora y que esté en un país con predictibilidad de
sus principales variables. Pero serán oportunidades selectivas, no para todos.
Será también un mundo mucho más digitalizado, con empleos en el sector de
servicios. Hay que preparar al país para esa digitalización, para la
inteligencia artificial que permitirá conocer más a nuestros consumidores, por
ejemplo. Hay una cantidad de información que habrá que analizar y segmentar
para ser más productivos desde el sector privado. Cambiarán la formas de
trabajo y habrá nuevos desafíos, pero con condiciones monetarias y financieras
muy laxas. Los que las puedan aprovechar tendrán más posibilidades de crecer.
De eso se trata el libro: observar al mundo y poder generar una hoja de ruta
que nos de confianza a los argentinos y también a los que nos miran.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- ¿Qué Argentina le gustaría
ver en 10 años?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- Esta propuesta, plasmada en
el libro, tiene como objetivo crecer al 3,5% anual con generación de empleo de
calidad. Sueño con una Argentina con movilidad social ascendente. Para eso hay
otro capítulo importante en el que propongo “conectar a los desconectados”: que
todos los chicos del país tengan acceso a Internet y a la educación en línea.
Es central que esa movilidad social ascendente se base en una sociedad digital
que genere más y mejores oportunidades para todos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: arial;">A continuación, un extracto de “Argentina primero”.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Puede volver a crecer la
economía argentina?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En las últimas décadas, la
Argentina ha oscilado pendularmente entre dos modelos de desarrollo, cuyos
resultados han sido desalentadores. En ciertos períodos nuestro país decidió
insertarse en el mundo aceptando los precios de productos que rigen en él,
abriendo sus mercados financieros, y alentando el libre movimiento de capitales
y la integración a los mercados internacionales. En aquellas oportunidades, el
crecimiento se asoció a una expansión de los sectores en los que la Argentina
cuenta con ventajas comparadas, tales como la agricultura. Este tipo de modelo fracasó
sucesivamente en medio de recesiones, junto a niveles de desempleo y pobreza
cada vez más profundos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En otras etapas, optó por
divorciar los precios de productos domésticos de los internacionales,
sobrevaluar el peso de manera artificial junto con retenciones a las
exportaciones, en tanto que el sistema financiero se aisló de los mercados
globales. En esos períodos se favoreció la expansión de las actividades
mercado-internistas por sobre el agro y los servicios globales. Este tipo de
enfoque “hizo agua” en medio de una creciente inflación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Este péndulo desalentador de
nuestra economía se dio con gobiernos de distintos colores partidarios y en
contextos internacionales bien diferentes<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En las dos clases de modelos,
los problemas estructurales se acentuaron con políticas fiscales permisivas e
irresponsables. En el caso del modelo de inserción al mundo, el país se
financió emitiendo deuda, con niveles crecientes de tasas de interés que
agudizaron las recesiones. Mientras que, en el otro modelo, la financiación se
hizo con emisión monetaria, que obligó a incrementar de manera sostenida el
tipo de cambio nominal, generando saltos inflacionarios. En cualquier caso, los
desbalances de cuenta corriente tuvieron un lugar preponderante en ambos
modelos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Este péndulo desalentador de
nuestra economía se dio con gobiernos de distintos colores partidarios y en
contextos internacionales bien diferentes. Por tanto, sintetizan dificultades
estructurales complejas que solo pueden ir enfrentándose de manera sistemática
y realista, a través de políticas públicas y acuerdos empresariales y
sindicales consistentes. Esto exige lograr consensos básicos no solo entre la
dirigencia política, sino también en el conjunto de la sociedad. Los
lineamientos orientados a avanzar en un plan de desarrollo que aquí se
presentan se enmarcan en este enfoque conceptual.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras un programa de emergencia
que tiene como resultado una fuerte expansión monetaria y fiscal, el punto de
partida debe ser un programa de “empalme”, que tenga como objetivo estabilizar
a toda la política económica. Esto se alcanzará a través de la convergencia
hacia un mismo objetivo en la política fiscal, monetaria y de ingresos, que
deberán mostrar un sendero decreciente, simultáneo y compatible entre sí,
balizando el camino y permitiendo “anclar” las expectativas de la población. La
coordinación es esencial, ya que este esquema debe involucrar a todas las áreas
competentes del Estado. De esta forma, el compromiso es efectivo por parte de
todos. A esto debe sumársele un mecanismo de rendición de cuentas que permita
evaluar y corregir desvíos. Una vez generado este esquema de trabajo, será
necesario comprometer a todo el sector privado hacia la misma nominalidad, en
particular en términos de precios y salarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Debe generarse una verdadera
cultura de proyección hacia otros países que nos permita generar dólares
genuinos. Será necesario encarar una política muy práctica, país por país,
producto por producto, mercado por mercado<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para poner en marcha un
programa de esta naturaleza, es clave invertir, innovar y exportar. Es hora de
hablar de soluciones a través del impulso de las principales variables de la
economía: deben expandirse el consumo, las exportaciones y la inversión, todo
en conjunto y en forma sincrónica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A fin de lograr estos
objetivos múltiples, será necesario trabajar en herramientas no convencionales:
una modernización tributaria que simplifique y reduzca la presión impositiva
sobre las familias y las empresas, una reingeniería y desburocratización del
sector público con la incorporación de inteligencia artificial para cambiar los
procesos de gestión, junto a una revolución exportadora que proyecte nuestra
producción hacia el mundo. En particular, debe generarse una verdadera cultura
de proyección hacia otros países que nos permita generar dólares genuinos. Será
necesario encarar una política muy práctica, país por país, producto por
producto, mercado por mercado. Asimismo, este programa debe trabajar en
acciones y políticas para atraer inversiones generando incentivos fiscales y
crediticios que permitan iniciar un proceso de innovación liderado por la
investigación y el desarrollo de nuevos productos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Llevar adelante estas
iniciativas requerirá apoyos mayoritarios de un amplio espectro político que
muestre que este es un proyecto del país y no de una facción en particular.
Asimismo, se deberá pasar de un programa de emergencia con el Fondo Monetario
Internacional a uno nuevo con un horizonte que privilegie el equilibrio
presupuestario, pero con la creatividad para generar estímulos que impulsen un
desarrollo armónico y sustentable.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es hora de hablar de
soluciones a través del impulso de las principales variables de la economía:
deben expandirse el consumo, las exportaciones y la inversión, todo en conjunto
y en forma sincrónica<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La economía argentina puede
volver a crecer de manera sustentable y consistente, a tasas estables, sin
sobresaltos. Lograr un incremento sostenido de nuestra producción por encima
del 3% anual permitiría aumentar el ingreso por habitante en alrededor del 2%
al año. Como consecuencia de ello, la meta de crecimiento sostenido para la
economía que incorpora el presente programa se encuentra en estos niveles. En
base a esa meta, y en función de un modelo de tres brechas (ahorro/inversión,
externa y fiscal), proyectamos que para alcanzar un sendero de crecimiento
sostenido se requiere que la inversión crezca cuatro puntos porcentuales por
encima del promedio observado en lo que va de esta década, las exportaciones en
17% de la producción (tres puntos porcentuales por arriba de dicho período) y
la inversión pública dos puntos porcentuales más que el promedio de 2011-2018.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Lograr este desempeño requiere
contar con un esquema productivo acorde. Se trata de generar un sistema en el
que los sectores agrícolas, industriales, energéticos y de servicios sean cada
vez más complejos, creativos, y operen de manera competitiva e integrada al
mundo. Ello requiere:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- incrementar la inversión
(nacional y extranjera) en bienes y servicios que se vendan en el exterior y en
infraestructura;<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- alentar conductas
empresariales innovadoras;<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">- propiciar una creciente
interacción entre la economía del conocimiento y las actividades económicas
tradicionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se deberá pasar de un programa
de emergencia con el Fondo Monetario Internacional a uno nuevo con un horizonte
que privilegie el equilibrio presupuestario, pero con la creatividad para
generar estímulos que impulsen un desarrollo armónico y sustentable<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Con respecto a la inversión,
nuestro país debe ampliar sus capacidades empresariales de la mano de la
recuperación de la inversión productiva, nacional y extranjera. Así, y más allá
de lo expresado anteriormente sobre aumentar la tasa de inversión, en lo que
hace a la inversión extranjera directa (IED), si en los años noventa el país se
ubicaba como tercer destino en importancia como receptor de capitales
extranjeros en América Latina, desde el nuevo siglo la Argentina aparece como
quinto en dicho ranking. De este modo, recuperar la participación en los flujos
de inversiones externas que ingresan a la región implicaría pasar de los
actuales 12.000 millones de dólares a unos 25.000 millones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Más allá de la importancia de
la inversión en sectores exportables, incrementar en cantidad y calidad la
inversión en infraestructura, a efectos de ir cerrando la brecha (y reduciendo
los sobrecostos que afectan a la producción derivados de la ineficiencia en
este terreno), y perfeccionar el desempeño logístico son parte de la agenda de
mejora de la competitividad. Será de fundamental importancia alcanzar un
consenso para situar el gasto en infraestructura en el orden del 5% del total
de la producción (fue 5,6% en los años noventa, para caer al 2,1% entre 2008 y
2015 y ubicarse en 2,5% en 2017).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La economía argentina puede
volver a crecer de manera sustentable y consistente, a tasas estables, sin
sobresaltos. Lograr un incremento sostenido de nuestra producción por encima
del 3% anual permitiría aumentar el ingreso por habitante en alrededor del 2%
al año<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por otra parte, la dinámica de
crecimiento sostenido deberá estar acompañada de un mayor compromiso de la
sociedad para con la innovación, elemento diferenciador de los países que han
logrado transitar con éxito el camino del desarrollo. Los actuales niveles de
inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), que involucra toda acción
abocada a incrementar la productividad y a crear nuevos productos más
eficientes, son muy bajos en la comparación internacional, y la mayor parte de
estos —escasos— esfuerzos son realizados por el sector público. Por ende, resulta
necesario invertir más en I+D, y que el sector privado participe en mayor
medida de este esfuerzo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De este modo, para promover
esta inversión debe contarse con políticas claras y estímulos al sector privado
sostenidos en el tiempo. La brecha tecnológica respecto de otros países no solo
nos lleva a dificultades para competir con nuestros productos en el mundo, sino
que limita nuestro potencial. Más aún, esta distancia se amplía año a año, por
lo que se hace preciso fomentar el desarrollo de actividades de alto valor
agregado con potencial, a la vez que es clave desarrollar y modernizar las
instituciones que conectan la investigación con el sector privado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Recuperar la participación en
los flujos de inversiones externas que ingresan a la región implicaría pasar de
los actuales 12.000 millones de dólares a unos 25.000 millones<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En función de ello, se
promueven acciones específicas para avanzar en estos objetivos. Del lado
público, se prevé establecer una regla de inversión estatal en I+D de carácter
procíclico, que habilite un incremento continuo de 0,05%/ de la producción
total en los años de crecimiento mayor o igual al 3%, durante quince años. Para
fortalecer o impulsar la inversión privada se prevé la desgravación parcial del
Impuesto a las Ganancias de los montos que las empresas destinen a ello, cuando
estos representen más del 5% de la facturación total.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En materia de inserción
internacional, nos caracterizamos por bajos niveles de importaciones y
exportaciones comparados con la producción total, ubicándonos entre las
economías más cerradas del mundo. Si bien a lo largo de las últimas décadas el
negocio exportador comenzó a presentarse como una actividad estratégica de un
creciente número de empresas, la performance observada por las ventas de nuestro
país al mundo registra escaso dinamismo, aun en comparación con otras economías
de América Latina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es precisa una modernización
tributaria que simplifique y reduzca la presión impositiva sobre las familias y
las empresas, y una reingeniería del gasto público con la incorporación de
tecnologías de la información para mejorar y transparentar la gestión<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Desde el punto de vista de la
política exportadora, es necesario ejecutar tres medidas prioritarias: la
revisión del arancel externo (ajustando la protección que efectivamente recae
sobre un producto para desarrollar más y mejores bienes); el mejoramiento de
los instrumentos financieros para el sector (mediante una Agencia de Seguro de
Crédito a la Exportación, orientada a las necesidades de las empresas exportadoras
de bienes y servicios); la rebaja de costos y la simplificación normativa para
reducir costos operativos. En forma complementaria a estas medidas, se propone,
entre otras acciones, la focalización de las negociaciones internacionales y
las acciones de promoción comercial: con América Latina (para abrir mercados en
manufacturas y alimentos); con Asia y África para alimentos (enfatizando normas
técnicas y sanitarias, registros, estándares); la creación de un fondo para el
desarrollo de mercados y difusión de marcas y diseño; el impulso al desarrollo
de cadenas de valor exportadoras en base a recursos naturales, servicios
basados en el conocimiento y productos industriales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En simultáneo, es precisa una
modernización tributaria que simplifique y reduzca la presión impositiva sobre
las familias y las empresas, y una reingeniería del gasto público con la
incorporación de tecnologías de la información para mejorar y transparentar la
gestión. Así, surge la necesidad de contar con bienes públicos de mucha mayor
calidad que los actuales y garantizar un financiamiento equitativo por parte de
la sociedad. Además, es necesario reducir la evasión y la elusión fiscal y
avanzar hacia una estructura tributaria más justa y menos distorsiva, que
traccione la inversión y la generación de empleo en el sector privado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para ello, nuestro enfoque
busca promover la creación de regímenes laborales especiales en los sectores
mayormente informales, tales como indumentaria y juguetes, entre otros, y una
reducción importante de los impuestos distorsivos (en particular, Ingresos
Brutos y Cheque) y su reemplazo por impuestos de mayor “calidad”.</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-17335390842587807932020-10-17T14:24:00.001-07:002020-10-17T14:24:20.181-07:00ARGENTINA, ¿UN PAÍS SIN FUTURO?<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Carlos De Angelis Sociólogo</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Uno de los problemas más serios e
invisibles que tiene hoy la Argentina actual es la impresión de que se ha
secado la generación de grandes ideas. Por ideas aquí no nos referimos a la
idea personal, al emprendimiento individual que es muy valioso pero que se
quema en la lava del volcán de la grieta y la incertidumbre político-económica.
La referencia es a la idea de la “comunidad imaginada” para ponerlo en términos
de Benedict Anderson, un retorno a los grandes proyectos transformadores que
convoquen a la sociedad en pos de un futuro posible. Hoy, este concepto suena
desde naïve hasta absurdo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Chusmerío de barrio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las discusiones planteadas en los
artículos periodísticos (los que suelen tener más extensión y argumentos) pero
también en los análisis radiales y televisivos que “garpan” son los que
presentan en su título alguna referencia a Cristina Kirchner, del estilo “Ella
es la que gobierna”, “Alberto se cansó de Cristina”, o cosas del estilo.
También para levantar la recepción se puede poner en sus términos al ex
presidente con el estilo “Macri rompe el silencio” o “Macri levantó a Cornejo
para opacar a Rodríguez Larreta”. No es que no se deba hablar sobre los líderes
políticos, ni mucho menos, si no que la discusión pública que alimenta a las
redes sociales y que impregna a una parte de la sociedad, la más politizada e
intensa, no logra salir de una simplificación extrema del drama político
argentino. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En este sentido, se puede suponer
que hay un goce y un disfrute allí por parte de la audiencia. Plantear todo el
debate en términos bélicos parece generar las endorfinas de una serie danesa,
mientras que toda forma de expresar ideas para sacar al país de su
estancamiento secular causa la somnolencia de un documental de ositos panda. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Todo tiempo pasado fue mejor? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por alguna extraña alquimia de la
razón política parece ser que los grandes proyectos nacionales fueron los que
se plantearon en el siglo XIX. Julio Argentino Roca, Domingo Faustino
Sarmiento, Juan Bautista Alberdi o la generación del 1880 quedaron en el
inconsciente colectivo como los promotores de un modelo de país, polémico,
discutible o incluso elitista o probritánico (como intentó demostrar el
revisionismo más tarde) pero un modelo al fin. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Algo en qué creer. Inclusive un
personaje tan particular como Sarmiento, un emblemático antirrosista y
desterrado varias veces en su vida, parece haber sido redescubierto por el
progresismo de hoy. La legislación que promovió el “loco” (como lo llamaba
Urquiza) tanto como gobernador de San Juan (1862-1864) y como presidente de la
Nación estableciendo la educación pública, gratuita y obligatoria (1868-1874)
fueron la piedra angular de un proyecto unificador nacional y una comunidad
lingüística consolidada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sarmiento era liberal por
convicción, pero no dudó en aprobar una ley de subvenciones para financiar a la
escuela pública. Era una lucha sin cuartel con la Iglesia que tenía hasta esos
momentos casi el monopolio de la educación, entre otras facetas de la vida
social argentina. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El final de las narrativas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Durante el siglo XX se plantearon
dos proyectos o paradigmas principales: el peronista y el frondicista o
desarrollista. Son más cercanos en el tiempo, pero no por eso menos discutidos.
El peronismo planteó una dualidad (finalmente incompatible) entre el desarrollo
de una industria pesada impulsada desde el Estado y el consumo popular, junto
con la generación de derechos de los trabajadores. Estos últimos dos elementos
le permitieron trascender a su tiempo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El frondicismo promovió un
desarrollo centrado en la introducción del capital trasnacional en la economía
argentina. Era una época donde el país podía ser un imán para el capital
productivo de las grandes corporaciones del mundo, aun en un entorno de alta
conflictividad política por la proscripción del peronismo y la existencia de un
sindicalismo combativo. Quizás con Frondizi se terminaron los grandes relatos
sobre un proyecto de país. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Raúl Alfonsín primero urgido para
sostener las instituciones democráticas y contener la sedición militar, por
necesitar luego contener el dólar y la inflación desbordante no encontró
espacio para su “tercer movimiento histórico”. La excepción fue la propuesta de
traslado de la capital a Viedma-Carmen de Patagones que además de fallida,
inauguraba la mutación de las grandes narrativas hacia los megaproyectos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No hay dudas que luego Carlos
Menem traería una modernización acelerada tardía y desordenada pero que
escondía un nivel de descomposición social impresionantes cuyos efectos son
evidentes en el día de hoy. La era de la urgencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se abre la discusión si la década
larga kirchnerista generó algún proyecto de desarrollo económico integrado,
pero sobre todo perdurable en el tiempo más allá de intentar la distribución de
parte de la renta agropecuaria hacia los caídos en la pobreza de los 90. En
algún momento Cristina planteó la posibilidad de construir un tren bala que
uniera Buenos Aires con Mar del Plata. La sociedad ya para ese entonces no
estaba ni siquiera para grandes proyectos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mauricio Macri trató en sus
comienzos en arroparse en las simientes desarrollistas, pero finalmente su
proyecto quedó en buscar dar marcha atrás a las políticas kirchneristas. Una
propuesta que pareció propiciar cierta actualización fue la incorporación de
empresas de aviación low cost, pero pobremente implementada. Hoy más que nunca
parece imperioso plantear una directriz de modernización para la Nación, aun
cuando las palabras progreso y desarrollo (y mucho menos planificación u orden)
están excluidos del diccionario político argentino. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se puede argumentar con cierta
lógica que la situación nacional y el contexto internacional no están para
planteos estratégicos. Es más, todo proyecto que se piense a más de unos pocos
meses puede ser catalogado de mesiánico y pomposo, pero su otro extremo, estar
en emergencia permanente, cancela el espacio del largo plazo y genera el efecto
desaliento. Se instala la idea de que los proyectos personales y familiares no
tienen espacio de ser desarrollados en estas tierras. En pocas palabras, un
país sin futuro. *Sociólogo (@cfdeangelis) (Fuente <a href="https://www.perfil.com/noticias/columnistas/argentina-un-pais-sin-futuro-por-carlos-de-angelis.phtml" target="_blank" title="Argentina, ¿un país sin futuro? | Perfil">www.perfil.com</a>).
</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-7861344946446031482020-10-17T14:00:00.001-07:002020-10-17T14:00:28.281-07:00EL CAPITAL HUMANO Y LA EDUCACIÓN, CLAVES<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El capital humano y la educación,
claves</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Mauricio Grotz. El enfoque de la
productividad inclusiva dice que, a más saber, más crecimiento.17 de octubre de
2020<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A principios del siglo XX, la
Argentina se destacó por su movilidad social ascendente y la imagen de un país
donde el progreso era posible: la "excepcionalidad argentina",
caracterizada por el crecimiento económico y la inclusión. Estos pilares fueron
socavados paulatinamente por una performance económica que se tornó errática al
compás de vaivenes políticos e institucionales y crisis recurrentes. La
pobreza, antes un fenómeno pasajero, se transformó en un problema grave y
persistente. Basta revisar la evolución de los números de pobreza, desempleo y
distribución del ingreso para advertir cómo fue irrumpiendo la exclusión en las
poblaciones en situación de vulnerabilidad, a pesar de algunos períodos -breves
o intermitentes- de crecimiento económico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se acumulan ya demasiadas décadas
sin que la sociedad sea testigo de períodos de progreso sostenido que permitan
romper los mecanismos que retroalimentan la exclusión. Las tendencias recientes
no pronosticaban un porvenir auspicioso, y el Covid-19 no ha hecho más que
potenciar los obstáculos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Cómo revertir el proceso para
mejorar los estándares de vida de las personas en situación de pobreza y sus
descendientes? Parte de las respuestas están asociadas con la productividad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"La historia de la
productividad es en esencia el registro de los esfuerzos del hombre para salir
de la pobreza", dijo en 1961 John W. Kendrick, economista estadounidense
pionero en estudiar y medir la productividad. La frase resume el espíritu del
proyecto "Productividad Inclusiva", del IAE-Business School y la
Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral y explica por qué
la temática fue cobrando relevancia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Una de las dimensiones del
proyecto se relaciona con la "productividad total de los factores",
un indicador no ajeno a controversias, pero que intenta reflejar la eficiencia
en el uso de los recursos productivos. Existen múltiples formas de incrementar
esa eficiencia y mecanismos que fomentan el crecimiento y cómo "agrandar
la torta". Entre ellos, además de la tecnología y la innovación, nuestro
foco es el capital humano (en especial la educación). La idea es simple,
mientras más sabemos, producimos más y mejor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Estudios previos en la Argentina
señalan el uso ineficiente de sus recursos y los principales hallazgos atribuyen
las dificultades de crecimiento al menor esfuerzo en promover la inversión
productiva con episodios de recuperación atribuibles al uso de capacidad
instalada ociosa. Ante esta insuficiencia, el premio Nobel de economía Finn
Kydland predijo en 2004 un largo período de pobreza y crecimiento de la
desigualdad. En las últimas tres décadas, el aporte promedio de la
productividad total de los factores al crecimiento ha sido nulo, lo cual
indicaría no solo ineficiencia, sino también escasa innovación tecnológica.
Análisis similares para América Latina han dado lugar a un nuevo argumento: el
problema es la falta o pérdida de capital humano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p><span style="font-family: arial;">Existe un amplio consenso en que
la educación es clave para el crecimiento económico y los primeros avances de
nuestro proyecto, que compilan estudios sobre cómo el capital humano afecta la
eficiencia productiva, confirman un claro efecto positivo. Profundizar en esta
temática es vital porque la educación es vista como una luz a seguir para salir
de la pobreza, pero es probable que no sea suficiente en todos los casos, sobre
todo allí donde la pobreza está arraigada y la pandemia ha agravado el acceso a
la educación.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La excepcionalidad argentina hoy
no es la inclusión social y el progreso, sino tener record de inflación, problema
casi resuelto en el resto del mundo, pero reincidente aquí, con efectos severos
en los sectores más vulnerables. Se requiere un cambio de estrategia de largo
plazo para torcer el rumbo, crecer y reducir la pobreza. Esperamos que un
enfoque desde la productividad inclusiva contribuya a esta transformación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Economista, magíster en Ciencias
Políticas; Facultad de Ciencias Empresariales, Universidad Austral</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-1081576098254487032020-10-17T13:54:00.004-07:002020-10-19T06:48:40.953-07:00PRODUCTIVIDAD INCLUSIVA, CLAVE PARA LA ARGENTINA<p><span style="text-align: justify;">Juan J. Llach. 17 de octubre
de 2020</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Ya antes de la pandemia, y
ahora más, eran muchos los países necesitados de aumentar su productividad y de
más y mejor inclusión. Ambas cosas son complementarias porque, sin inclusión,
la política o la sociedad cuestionan la productividad y, sin ella, la inclusión
no es financiable.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Para abordar este problema en
la Argentina, conviene inscribirlo en un marco global. La gran recesión de
2008, que siguió al estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos,
pegó fuerte en la productividad de los países avanzados, que ya en los años
ochenta mostraban aumentos de la desigualdad por menor participación de los
asalariados en el producto bruto interno (PIB), por el aumento de la
concentración de los ingresos en el 1% y el 1 por mil de la población y por los
cambios tecnológicos de la "cuarta revolución industrial".</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La Revolución 4.0 impacta en
el trabajo </p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En la última década se
acentuaron los reclamos de soluciones inmediatas a las desigualdades y creció
el populismo en Europa y en Estados Unidos, alentado por el nacionalismo, el
sentimiento antiinmigración y aun el racismo. Aquí entendemos por
"populismo" la demanda de soluciones inmediatas con independencia de
sus costos futuros.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Entretanto, desde 1990 muchos
países emergentes afianzaban su liderazgo en el crecimiento económico global,
con China y otros países de Asia a la cabeza. También mostraban una fuerte
reducción de la pobreza, aunque no de la desigualdad, e iniciaban un camino de
convergencia hacia del nivel de vida de los desarrollados, probablemente más
corto que la divergencia anterior, que duró 500 años. América Latina disfrutó
solo en parte esta bonanza, a punto tal que, en el siglo XXI y pese al
"viento de cola", fue la región del mundo que menos creció.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El capital humano y la
educación, claves</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El liderazgo de los emergentes
se da también en el crecimiento de la población, al que aportarían nada menos
que el 97% en las próximas dos décadas, la mitad en África. En el entorno
globalizador vigente, con rápido aumento del comercio internacional, muchas
regiones manufactureras del mundo desarrollado perdieron posiciones respecto de
China y otros asiáticos, erigiéndose en baluartes de la de la
antiglobalización. Ante este cuadro, cabe preguntarse si ella continuará, más
aún en la pospandemia. Nuestra visión es que la globalización seguirá en pie,
acotada, pero sin retroceder al proteccionismo. En ese marco, potenciado por un
gran endeudamiento, es probable que el crecimiento sea menor, incluso en los
emergentes, aunque sin perjudicar su liderazgo. La Argentina tendrá
oportunidades, sin vientos de cola ni de frente a la vista.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Desafíos para la Argentina</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En nuestro país, la
productividad por persona ocupada cae desde hace diez años, debido
principalmente al derrumbe de la inversión en capital físico, de 19,5% del PIB
en 2007 a solo 11,5% en 2019 y, Covid-19 mediante, a 10% en 2020, la menor
desde 1950. En teoría, la productividad podría haber aumentado con una
performance estelar del capital humano, pero no ocurrió. Comparando ocho
indicadores de educación de la Argentina con países latinoamericanos -desde la
escolarización hasta el aprendizaje, pasando por la doble jornada o la
graduación- nuestro país es superado por cinco o seis naciones, algo sin
precedentes. La inversión en capital humano no fue el precio necesario de un
aumento de la inclusión, y el deterioro de la educación respecto de países
latinoamericanos se observó también en indicadores de pobreza, salud, vivienda,
nutrición y empleo formal. Por caso, nuestra esperanza de vida al nacer (76,5
años) ya es menor que la de seis países de América Latina, algo inédito.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La propuesta</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Qué hacer ante tamaños
desafíos? En el IAE y la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad
Austral comenzamos en 2018 un proyecto permanente de investigación de la
productividad inclusiva (PI), que comprende diagnósticos y políticas. Nuestras
propuestas se asientan en un trípode: inversión, empleo e inclusión. Es decir,
invertir en capital físico y humano, para aumentar así la productividad y el
empleo formal, y combatir la pobreza y mejorar otros aspectos de la inclusión.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Esas orientaciones bastarían
en un país menos complejo, pero no en la Argentina. Padecemos demasiados males,
inexistentes en casi todo el mundo. Varios de ellos implican una ruptura del
contrato fiscal entre los ciudadanos contribuyentes y el Estado: alta inflación
y déficit fiscal crónico, gasto público, presión tributaria y evasión muy
elevados, carga impositiva regresiva y desalentadora de la inversión y las
exportaciones, además de ser el país más bimonetario del mundo. La PI necesita
que estos problemas sean superados. Emprender un rumbo en el sentido de nuestro
trípode también ayudaría a superar los mencionados desafíos macroeconómicos.
Por caso, el camino genuino para resolver la escasez de divisas es un salto
duradero del saldo comercial externo por mayor inversión orientada a las
exportaciones, para depender así menos de sus precios o de la demanda y más de
la productividad aumentada por la inversión.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Además de necesitarse
mutuamente, productividad e inclusión solo pueden sostenerse si se basan en
acuerdos políticos y sociales sólidos. Muchas de las políticas pro-PI requieren
más de un período presidencial, por lo que su eficacia depende de una
continuidad rara vez observada en la Argentina. La grieta política actual
dificulta o impide los acuerdos, y harán falta estadistas para lograrlos. En
nuestra historia existen algunos casos de interés. Perón los intentó en su
segunda presidencia, convocando a un congreso de productividad y bienestar
social que arribó a algunos acuerdos, pero naufragó por el violento clima
político de 1955. En las circunstancias críticas de la crisis de 2002 tuvo
lugar el Diálogo Argentino, que llegó a muy buenos acuerdos, también
inviabilizados por cuestiones políticas. En 2017, en fin, se acordó y se hizo
ley una sólida reforma tributaria, pero la crisis la dañó y fue prácticamente
abandonada ahora. En fin, las mesas sectoriales recién convocadas no tienen
alcance suficiente para lograr la productividad inclusiva.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Reactivación o crecimiento?</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Hoy se discute, sordamente, si
el camino para salir de la crisis es reactivar la economía o apuntar al
crecimiento. Quienes apoyan la reactivación apuestan al liderazgo del consumo y
el gasto público. El problema de esta alternativa es que, tarde o temprano,
suele terminar en crisis fiscales y externas. Nuestra propuesta de la PI
sugiere que el camino más eficaz y menos riesgoso es un crecimiento compatible
con la reactivación, cuyo corazón es impulsar la demanda con protagonismo de la
inversión en capital físico y humano y vinculada a las exportaciones. Eso
favorece una mayor creación de empleos formales y una generación de divisas más
sostenible. La inversión requiere un cambio cultural de la sociedad que lleve a
confiar en el futuro del país, no solo con grandes proyectos, públicos y
privados, sino también con la refacción o ampliación de la casa, el taller o la
oficina, las obras municipales y hasta la ambición personal de graduarse en la
universidad, en la secundaria o en un oficio. Todo eso reactiva y contribuye a
la PI, simultáneamente.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El rumbo es crucial</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿Hacia dónde marcha la
Argentina? Muchos se formulan esta pregunta, aún sin respuesta. El Gobierno
declina decirlo y tampoco da señales de estar planteándoselo. No advierte que
ese mutismo es un gravamen para el país, más aún cuando, erráticamente, se
anuncian estatizaciones o expropiaciones sin fundamento que coexisten con el
fenómeno de empresas que se van del país o reducen sus operaciones en él. Se
puede creer más o menos en el rol del Estado en la economía, pero es muy
costoso desconocer sus crónicas recaídas en la insolvencia.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Actuar erráticamente es aún
más dañino en un contexto tan incierto como el de la pandemia. En contraste, el
anuncio de un rumbo fundado y creíble podría atraer capitales que, además de
sus efectos positivos sobre la inversión y el crecimiento, acarrearían divisas
productivas e impulsarían la propensión al gasto y a alargar los horizontes de
planeamiento. En otras épocas, el rumbo se escribía en un plan de desarrollo,
en varios tomos, casi siempre incumplido. No se propone aquí volver a ese pasado,
pero sí hay que tener metas, plazos, costos y beneficios de las acciones y
políticas del Estado.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Políticas para la inclusión</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Ilustraremos nuestra visión de
la PI mencionando algunas de las políticas generales analizadas en el proyecto,
buena parte de ellas más urgentes por la pandemia. No se incluyen aún
propuestas sectoriales.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Productividad del Estado. El
sector público debe dejar de ser una caja negra y, cumpliendo parte del
contrato fiscal, debe publicar un informe anual, en los tres niveles de gobierno,
que muestre su producción y productividad. Entre ministerios, secretarías y
subsecretarías, el Estado nacional tiene 274 organismos, además de una
treintena de gabinetes de asesores. Un volumen inexplicable, contrario a la
productividad y a la inclusión de los más necesitados.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Información. Pese a los
progresos del Indec, todavía debe mejorarse sustancialmente la información. Un
ejemplo es corregir la subdeclaración de ingresos en las encuestas de hogares,
que subestiman la desigualdad y sobreestiman la pobreza, sin negar la gravedad
de ambos males en la Argentina de hoy.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Más y mejor inversión en
capital humano. Como ninguna otra, esta inversión aporta al mismo tiempo a la
productividad y a la inclusión y es el núcleo central de la PI en un país como
la Argentina. Posible instrumentos son una nueva ley de financiamiento
educativo, vinculado a metas; fortalecer el combate contra la desigualdad
educativa, con escuelas ricas de jornada extendida para los más pobres;
continuidad de las evaluaciones censales, con devolución de resultados a las
comunidades educativas para la mejora escolar; un nuevo contrato docente, con
incentivos a los logros, optativo para quienes ejercen y obligatorio para los
ingresantes; especialización de los institutos de formación docente;
jerarquizar la preparación para el trabajo en la educación primaria, media,
terciaria y en la formación profesional; inducir más vocaciones en ciencias
duras y tecnologías; en el nivel superior, informar a los estudiantes las
perspectivas de las profesiones que eligen (como se hizo en el año 2000);
mejorar la articulación con el secundario; aumentar la cantidad de becas,
financiadas con un impuesto a los graduados (como en Entre Ríos o en Uruguay) y
mejorar continuamente su pertinencia, arraigo y relevancia, identificando las
áreas de vacancia por regiones.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Mejor y mayor inversión en
ciencia y tecnología, basada en un nuevo plan estratégico, con asignaciones
crecientes a las áreas prioritarias. Junto a un rumbo claro del país, esto
podría ayudar a reducir la fuga de cerebros que nos afecta, erráticamente,
desde hace décadas.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Empleos formales y
personalización. Para ser tal, la PI debe aumentar la productividad sin reducir
el empleo. Un camino relevante para eso es bajar el costo laboral no salarial,
que en la Argentina supera en dos tercios a los de los países desarrollados.
Eso facilitaría la formalización de muchos trabajadores, algo esencial para la
PI. También es esencial reemplazar los planes sociales permanentes, salvo la
AUH, por capacitaciones laborales personalizadas con posterior acceso de sus
beneficiarios al empleo formal.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Nutrición y salud. En la
Argentina pre-Covid era mucho mayor la malnutrición que la desnutrición. Este
problema mejoraría si la tarjeta alimentaria vigente tuviera descuentos mayores
para los alimentos más nutritivos. La salud es otro componente esencial de la
inclusión. El acceso a ella podría facilitarse, gradualmente, con una cobertura
universal y una solución financiera para el PAMI, muy compleja.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Otras inclusiones en mora. En
la agenda pendiente del proyecto PI figuran las dificultades que se oponen a la
plena realización de las mujeres y de otras minorías, por ejemplo, en el
mercado laboral; también, las desigualdades intergeneracionales, en especial la
previsional y la ambiental, ambas muy postergadas. Está pendiente además la
esencial cuestión de la vivienda digna.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Una menor desigualdad
requiere, además de las políticas mencionadas, un impuesto a las ganancias
realmente más progresivo y una sustancial mejora de los impuestos
patrimoniales, sin duplicaciones y generadores de inversión.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Políticas para crecer</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La previsibilidad, esencial
para la inversión, requiere seguridad jurídica protegida por un Poder Judicial
independiente, un tema todavía no resuelto en la Argentina.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Respecto de la inserción en el
mundo, no se conoce la agenda externa de la Argentina, crucial para el
crecimiento y para la PI. Ella debe contemplar volver a poner en valor el
Mercosur, lograr su ampliación, persistir en el acuerdo con la Unión Europea y
promover un mayor acercamiento a África y Asia, los continentes con mayores
perspectivas de crecimiento. China es, por cierto, un socio estratégico, pero
sería erróneo erigirlo en "salvador".</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Carga impositiva. Tal como
establecían los acuerdos legislados en 2017, aumentar la inversión requiere
reducir la altísima carga tributaria que castiga a la producción y las
exportaciones, Hasta tanto se recupere espacio fiscal para restablecerlos,
pueden licitarse cupos de las rebajas allí previstas, otorgándolos a quienes
más inversión comprometan y más empleo y divisas generen por peso de impuestos
rebajados.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Protección arancelaria. Otro
modo de incentivar la inversión y las exportaciones es integrar gradualmente la
economía argentina al mundo, dando carácter contractual a la protección
arancelaria, con magnitudes y plazos que dependan de la inversión comprometida
y de los acuerdos comerciales que logre la Argentina.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Economía del conocimiento. El
país cuenta todavía con una dotación de capital humano con potencial para
diversificar la producción y las exportaciones mediante la creación de empleos
calificados. El Congreso aprobó recientemente una nueva, y polémica, versión de
la ley respectiva. Es casi seguro que atraerá menos inversión y empleos que la
anterior. Un error común a ambas leyes es no incluir a toda actividad económica
que genere empleos de científicos, profesionales o técnicos, o que patente
descubrimientos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Empresas y trabajadores</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En una sociedad de economía
mixta como la nuestra, la PI requiere el concurso de los trabajadores, los
empresarios, las empresas como organizaciones y el Estado. Hay quienes avizoran
que en la pospandemia surgirá una nueva institucionalidad socioeconómica. No lo
sabemos, pero lo vemos poco probable. Sí es seguro, en cambio, que la PI no
solo requiere mucha mejor calidad de políticas públicas. También necesita una renovación
de las empresas, de la calidad de sus prácticas de management y de la
integración y la participación de los trabajadores, para construir así
organizaciones empresarias que aporten más y mejor a la productividad
inclusiva.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Sociólogo y economista<o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-54911495708207773362020-09-27T06:21:00.009-07:002020-09-27T06:37:15.895-07:00THOMAS FRIEDMAN: SI GANA TRUMP, TENDREMOS ALGUNA FORMA DE GUERRA CIVIL EN EE.UU.<p><span style="font-family: arial; text-align: justify;">Thomas Loren Friedman es un
periodista y escritor estadounidense, tres veces ganador del Premio Pulitzer.
Es columnista de The New York Times.Thomas Loren Friedman es un periodista y
escritor estadounidense, tres veces ganador del Premio Pulitzer. Es columnista
de The New York Times. Fuente: Archivo - Crédito: Silvana Colombo</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hugo Alconada Mon. 26 de
septiembre de 2020<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿El vaso medio lleno, según
Tom Friedman, el legendario analista internacional de The New York Times?
"La pandemia puede ser la mayor creación destructiva de todos los tiempos.
Veremos aparecer empresas nuevas e increíbles".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿El vaso medio vacío, según el
tres veces ganador del premio Pulitzer? "Estamos en el momento más
peligroso para la democracia estadounidense de toda la historia". ¿Y eso
qué puede importarle a quienes no viven en Estados Unidos? Mucho, explica
Friedman a LA NACION, por todo lo que ese país significó para el mundo desde la
Segunda Guerra Mundial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"¿Quién diablos querría
emularnos hoy?", desafía, para luego trazar la que considera la hoja de
ruta para el desarrollo. "Estados Unidos debe volver a lo que lo hizo
grande: a las inversiones inteligentes en educación e infraestructura, a una
ética protestante de trabajo duro, a investigaciones financiadas por el
gobierno, a fijar las reglas correctas para incentivar la toma de riesgos,
evitando al mismo tiempo la temeridad, y a fomentar la inmigración para atraer
a los emprendedores que estén dispuestos a arriesgarse, a los más activos y de
alto coeficiente intelectual del mundo. Eso es lo que importa, seas la
Argentina o Estados Unidos", plantea.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Porque si no tienes la
base correcta, nada más importa", insiste. "Sea Estados Unidos o la
Argentina, mejor que estemos construyendo cimientos realmente sólidos porque el
mundo será más inestable de lo que era".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¿Qué es lo que más le
preocupa durante esta pandemia, excluyendo muertes y contagios?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Que estamos teniendo nuestra
segunda guerra civil en Estados Unidos. Comencé mi carrera cubriendo la segunda
guerra civil en el Líbano; nunca pensé que terminaría mi carrera cubriendo la
segunda guerra civil en Estados Unidos. Pero ahí es donde estamos. ¿Tenían los estados
del sur el derecho soberano de separarse de la Unión? El presidente Lincoln
reafirmó que no y lanzó la Guerra Civil para evitarlo. Pero también se trató de
una cuestión cultural y moral. ¿Tenía la mayoría blanca el derecho de
esclavizar a la minoría negra? Ahora, nuestra segunda guerra civil es por una
cuestión cultural subyacente: ¿Cuál será la relación entre la nueva mayoría
minoritaria en Estados Unidos y la próxima minoría blanca? Esa transición
ocurrirá alrededor de 2045. Y a eso se suma una pregunta estructural: ¿Cuál es
la relación entre la política y las cosas de las que se supone que trata la
política?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¿Puede expandirlo?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-La política no puede tratar
sobre sí misma. No podemos tener derecha e izquierda discutiendo por discutir.
Pero, ¿qué pasa cuando todo se vuelve política? Están discutiendo sobre la
pandemia. ¿Cuándo se convirtió en algo político llevar un tapabocas? ¿Cuándo se
convirtió en algo político mantener el distanciamiento social durante una
pandemia? ¿Cuándo se convirtió el cambio climático en algo político? Si todo se
convierte en discusión política, no puedes tener una democracia que funcione.
La política tiene que tratar sobre el bien común. Pero, ¿qué pasa si no podemos
definir el bien común? ¿Y si hemos destruido a los adjudicatarios del bien
común, como los tribunales? Cuando todo se vuelve política, se acaba la
política y es el fin de la democracia. Eso está pasando aquí, en Estados
Unidos, y es lo que más me preocupa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¿Puede darse una verdadera
guerra civil?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Cuando presionas, presionas y
sigues presionando y dejas a la gente con la sensación de que le estás
cambiando las reglas de forma permanente y que nunca podrán revertirlo,
realmente estás cortejando la violencia. No sé qué pasará. Pero vivo en un país
donde mucha gente tiene armas. ¡Alguien envió veneno al presidente [Trump] hace
unos días! Creo que la gente realmente se está acercando al límite y estoy
extremadamente preocupado por eso. Encima, todo esto está inflamado por las
redes sociales, cuyo verdadero modelo de negocios es enfurecer a la gente y
destruir la verdad. Entonces, cuando juntas todo esto, cuando tienes plataformas
como Facebook donde pueden circular teorías conspirativas y un presidente que
erosiona aún más la política... creo que estamos en el momento más peligroso
para la democracia estadounidense de toda la historia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¿Qué avizora como escenario
post-pandémico? Sus columnas denotan preocupación por el cambio climático, los
efectos de las redes sociales o el cisma entre Estados Unidos y China...</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Creo que el cambio climático
es el problema número uno... Llamémoslo el "desafío sanitario".
Porque estamos en medio de dos problemas sanitarios. Por un lado, porque la
pandemia fue provocada por la destrucción del medioambiente a medida que China
avanzó sobre áreas hasta entonces silvestres, destruyendo ecosistemas y dejando
especies como murciélagos, ratas y primates sin sus predadores naturales. Estos
animales evolucionaron con sus propios virus, y uno de esos virus resultó ser
el Covid19. Cuando los vendieron en los mercados, invitaron al virus a pasar a
los humanos. Eso es lo que pasó. Pero eso se combina con el segundo problema
sanitario: estamos viendo incendios forestales y tormentas de proporciones
bíblicas en California, por ejemplo, que demuestran que la madre naturaleza
está en la boleta electoral de Estados Unidos en 2020.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Cómo es eso?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-La diferencia entre Joe Biden
y Trump es muy clara. Lo que hace Trump con la salud y el medioambiente es
enfrentarlos. Plantea que puedes usar un barbijo o puedes tener un trabajo.
Puedes enviar a tu hijo a la escuela o puede usar un tapabocas. Enfrenta a la
ciencia con la economía. Con Trump la ecuación es siempre tu dinero o tu vida.
Por el contrario, Biden y otras personas cuerdas dicen: "No, no es una
cosa o la otra; ¡son ambas!". Si usas un barbijo, puedes tener un trabajo,
puedes volver a trabajar antes. Y la forma de ir a la escuela es usando un
tapabocas. Entonces, para Biden, es tu dinero y tu vida, si eres inteligente.
Ese es el contraste entre ambos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-En sus columnas de los
últimos dos años es notable cómo una y otra vez remarca la falta de liderazgo
en Estados Unidos y en el ámbito internacional. ¿Cuáles son sus consecuencias?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-No hay duda de que otro
subproducto de las redes sociales es el aumento en la toxicidad de entrar en la
política. Eso acentuó esta increíble "selección negativa" que tenemos
hoy para entrar en política y nos lleva a seleccionar a un sociópata como
Donald Trump y a un veterano como Biden. ¡Vamos! Sea en Argentina o en Estados
Unidos, ambos conocemos a gente joven e inteligente. Los vemos y pensamos:
"¡Wow! ¿Por qué no se postula ella para presidente?", "¿Por qué
no está él compitiendo?". ¿O no? Pero ambos sabemos la respuesta: porque
involucrarse en política es muy tóxico, es muy feo. La gente puede decir
cualquier cosa sobre vos, puede destruir tu vida. Entonces obtienes una
selección negativa. Es lo que estamos obteniendo en todo el mundo. Obtienes a
[Jair] Bolsonaro, obtienes a [Vladimir] Putin, a [Rodrigo] Duterte en
Filipinas. Son las únicas personas que pueden hacer frente al destrato y a las
difamaciones que conllevan una carrera política.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-El año pasado abogó por el
juicio político contra Trump y planteó que estas elecciones presidenciales
podrían conllevar el fin de la democracia en Estados Unidos; y en julio de este
año destacó que Trump puede ganar. Eso: ¿Y si gana Trump?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Si Trump gana, se sentirá
completamente libre de ataduras. Sentirá que los votantes lo validaron a pesar
de todas las cosas que hizo, como lo de Ucrania [en alusión a la presión que
ejerció sobre el gobierno de ese país para que promoviera teorías conspirativas
contra Biden y el Partido Demócrata], entre otras acciones. Estados Unidos, tal
y como lo conocemos, no será el mismo. El daño que causará a nuestras
instituciones y a la política será demasiado grande. Tendremos alguna forma de
guerra civil. No será una guerra civil caliente, pero se pondrá muy, muy feo en
Estados Unidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-En semejante contexto, ¿cuál
es la salida para Estados Unidos y otros países que afrontan una polarización
creciente, dificultades económicas y sociales y tanto más? ¿Reafirma las
premisas de disrupción, innovación, creatividad y versatilidad, entre otras,
que expuso en su libro La Tierra es plana? ¿O esta pandemia trastocó esas
pautas?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-La pandemia nos está trayendo
destrucción creativa con esteroides. Ya está pasando y vamos a experimentar
ambas facetas de esa expresión schumpeteriana de una manera muy clara y muy
potente. Primero, porque nunca antes hubo tantas personas con acceso a
herramientas baratas de innovación como hoy. Nunca. Y jamás ocurrió esto con
tasas cero de interés [en Estados Unidos, Japón y Reino Unido, entre otros]. Y
nunca hubo, tampoco, tantas personas en condiciones de acceder a computadoras
de IBM o Microsoft como ahora. Entonces, cuando se juntan esos tres factores y,
por el otro lado, una cantidad increíble de problemas de salud, laborales y
educativos, se da todo para una explosión de destrucción creativa. La pandemia
puede ser la mayor creación destructiva de todos los tiempos. Veremos aparecer
empresas nuevas e increíbles. Y veremos que algunas de las grandes empresas
tradicionales terminarán aplastadas. Va a pasar; la pandemia solo lo está
acelerando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¿Es de algún modo, y pese a
todo, optimista?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Suelo ser optimista porque
uso muchas drogas [risas] Es un chiste. No tuitees eso [risas; luego cambia el
tono de su voz]. Me resulta muy difícil ser optimista en este momento. El mundo
como lo conocemos desde la Segunda Guerra Mundial ha disfrutado de mucha
prosperidad y mucha paz en términos generales. Se registraron episodios de
tremenda violencia y tenemos focos terribles de pobreza, sí, pero el mundo ha
mantenido una pendiente ascendente. Eso se debió a que hubo un Estados Unidos
saludable que promovió las instituciones, que tomó la iniciativa cuando se
presentaba una crisis y organizaba la respuesta, ofreciendo ayuda y consuelo a
los damnificados, respondiendo con una respuesta basada en la ciencia. Pero en
esta pandemia no hemos visto nada de eso. No hemos buscado liderar la coalición
global. Al contrario, nos retiramos de la Organización Mundial de la Salud.
Tampoco hemos brindado ayuda ni consuelo a prácticamente nadie. Y Dios sabe que
no hemos brindado soluciones basadas en la ciencia. Todo esto explica por qué
estamos viendo hoy un déficit de democracia en el mundo. El ideal de la democracia
alcanzó su cima en la década de 1990, después que Estados Unidos ganó la Guerra
Fría porque la emulación es la fuerza más poderosa en política. Cuando la gente
ve que algo funciona quiere emularlo, y la gente quiso emular lo que veía en
Estados Unidos. Pero ahora lo que estamos mostrando como país está llevando a
mucha gente a plantearse emular a China. "Mira cómo lidiaron con la
pandemia. Tampoco tiene una Internet donde cualquiera puede difundir mentiras.
Sí, claro, no puedes escribir un artículo de opinión criticando a Xi Jinping,
y, sí, debes tener un puntaje de crédito social. Sí, sí, ok. Pero la vida en
China parece ser estable y avanzar, mientras que la vida en Estados Unidos
parece un caos total". ¡Y es así! ¿Quién diablos querría emularnos hoy? Hoy
no somos el país que creemos que somos, ni somos el país que el mundo creía que
éramos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¿A qué debemos prestarle
atención?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-Estados Unidos está ahora en
una guerra fría con China porque China jugó fuerte y Estados Unidos no estuvo a
la altura. China creció con trabajo duro, retrasando sus gratificaciones,
invirtiendo inteligentemente en educación, en infraestructura, en investigaciones
financiadas por el gobierno, y robando la propiedad intelectual de terceros y
firmando acuerdos comerciales no recíprocos. Se expandió con buenas y muy malas
artes. Mientras tanto, Estados Unidos debe volver a lo que lo hizo grande: a
las inversiones inteligentes en educación e infraestructura, a una ética
protestante de trabajo duro, a investigaciones financiadas por el gobierno, a
fijar las reglas correctas para incentivar la toma de riesgos, evitando al
mismo tiempo la temeridad, y a fomentar la inmigración para atraer a los
emprendedores que estén dispuestos a arriesgarse, a los más activos y de alto
coeficiente intelectual del mundo. Eso es lo que importa, seas la Argentina o
Estados Unidos. Porque si no tienes la base correcta, nada más importa. Si no
construyes una base dura como un diamante, como país, como empresa, como
periódico o, en nuestro caso, como periodista, la palabrería no te salvará.
¡Basta de quejarnos y de lloriquear! ¡Lo importante es la solidez de lo que
construyes! Sea Estados Unidos o la Argentina, mejor que estemos construyendo
cimientos realmente sólidos porque el mundo será más inestable de lo que era.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-¿Hay alguna pregunta que no
le hice y le gustaría responder?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">-No, abordamos todos los temas
en los que estaba pensando. Por eso las respuestas salieron tan fácilmente
[risas].<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Biografía</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Nacido en 1953, en
Minneapolis, asistió a las universidades de Minnesota y Brandeis, como así
también a la Universidad Hebrea de Jerusalén y a la American University en El
Cairo, y se graduó con honores en Estudios Mediterráneos<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras ganar una beca y
completar su maestría en Estudios del Medio Oriente en la Universidad de
Oxford, en 1978 comenzó a trabajar para United Press International (UPI), que
un año después lo designó corresponsal en Beirut, donde cubrió la guerra civil<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En 1981 comenzó a trabajar
para The New York Times y en los años posteriores ganó sus dos primeros premios
Pulitzer por su cobertura internacional, para luego publicar el libro De Beirut
a Jerusalén, ganador de múltiples premios<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras trabajar como
corresponsal jefe ante la Casa Blanca, en 1995 pasó a escribir las columnas
internacionales del Times, que le valieron su tercer Pulitzer en 2002, además
de 16 títulos honoris causa y otros reconocimientos, como la Orden del Imperio
Británico.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-9756775397977123702020-09-15T14:57:00.005-07:002020-09-15T14:58:11.685-07:00"ARGENCHINA": POR QUÉ CHINA DESPLAZÓ A BRASIL COMO EL MAYOR SOCIO COMERCIAL DE ARGENTINA<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Marcia Carmo. De Buenos Aires
para BBC News Brasil. 27 agosto 2020</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El cambio en las relaciones
comerciales entre Argentina y Brasil se debe a varios factores, incluyendo la
pandemia de covid-19 y las desavenencias entre Jair Bolsonaro e Alberto
Fernández.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Por primera vez en la
historia, China desplazó a Brasil como el mayor socio comercial de Argentina. Este hecho inédito, que pasó
casi desapercibido, ocurrió en septiembre y octubre de 2019, cuando Argentina
exportó US$ 74 millones más al país asiático que al mercado brasileño. En
octubre, la diferencia a favor de China fue menor, de US$ 37 millones.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En ese momento los números no
llamaron mucho la atención. Pero el tema cobró relevancia luego de que China
superara a Brasil como socio comercial argentino por tres meses consecutivos,
abril, mayo y junio, y por un volumen mayor. En abril, las exportaciones
argentinas a China alcanzaron los US$509 millones, principalmente en soya y
carne bovina, un aumento de 50,6% en relación al mismo período de 2019.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>En el caso de Brasil, la
exportaciones a Argentina sumaron US$393 millones, cuando en el mismo período
en 2019 habían llegado a US$907 millones, lo que representa una caída de casi
dos tercios, según datos del Instituto Nacional de Estadística de Argentina
(Indec). En el mismo período, Argentina
importó más de Brasil que de China, aunque el país asiático cerró el mes con un
saldo positivo de US$98 millones en el comercio bilateral, mientras que Brasil
tuvo un déficit de US$132 millones.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>¿Cómo logró China desplazar a
Brasil como el mayor socio comercial de Argentina?</span></u></b></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>La pandemia de coronavirus,
que desaceleró y hasta paralizó la industria, es uno de los principales motivos
que explican el cambio, según especialistas consultados por BBC News Brasil. El sector industrial,
especialmente el automotriz, representa por lo menos el 40% del intercambio
comercial entre Brasil y Argentina.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>Por otro lado, la producción y
exportación de granos no sufrió el mismo impacto y continúa siendo el pilar de
las exportaciones de Argentina y de otros países de la región hacia China. Aún así, a pesar de las
circunstancias actuales, no hay dudas de que Argentina y China vienen
consolidando sus lazos, mientras los vínculos con Brasil se han
"enfriado", de acuerdo a los especialistas.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p><b><u>"ArgenChina"</u></b></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El acercamiento de Argentina
con China va más allá del comercio. Un ejemplo es el observatorio espacial
chino para misiones a la Luna que va a ser instalado en la provincia argentina
de Neuquén, en la Patagonia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>Otro ejemplo es la producción
china de carne porcina a gran escala en territorio argentino, destinada al
mercado del país asiático. China se ha vuelto tan importante para Argentina que
la revista Noticias ilustró recientemente su portada con el título
"ArgenChina, las nuevas relaciones carnales" (esta última expresión
era usada antes en relación a la aproximación de Argentina a Estados Unidos).</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>El presidente argentino
Alberto Fernández aparece en la portada, en un fotomontaje, con un sombrero
cónico. Por otra parte, la relación comercial entre Argentina y Brasil se viene
debilitando. El presidente de Brasil, Jair Bolosonaro, no ha hablado con
Fernández desde que el mandatario argentino tomara posesión de su cargo hace
ocho meses, algo inédito en la relación entre ambos vecinos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>El silencio entre los
gobernantes generó especulaciones sobre hasta qué punto ese distanciamiento
político, sumado a quejas de Brasilia por barreras comerciales a productos
brasileños, puede estar perjudicando las relaciones entre ambos países. "La relación con China
tiene que ser vista desde tres ángulos: el económico, el político y el
estratégico", le aseguró Raúl Ochoa, profesor de relaciones
internacionales de la Universidad Nacional Tres de Febrero (Untref) en Buenos
Aires, a BBC News Brasil.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>"Existe la impresión de
que, debido a las características de Bolsonaro, China está buscando un segundo
actor en la región". Ochoa señaló que Brasil, por
sus dimensiones, habría sido el territorio natural para la producción de carne
porcina que China ahora planea desarrollar en Argentina.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>"Claramente, China no
quiere centralizarse solamente en un país", afirmó el académico. Marcelo
Elizondo, de la consultora DNI, fue más allá, y aseguró que China no mira solo
hacia Argentina como una alternativa a Brasil, "porque China precisa de
todos, desde los recursos mineros de Perú a los peces de Chile, por
ejemplo".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p><b><u>Sin dilema</u></b></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">China es el principal socio
comercial de Brasil. Durante la pandemia algunas autoridades brasileñas
criticaron a China. Y políticos de la oposición en Brasil criticaron a su vez
la postura de "alineamiento" del gobierno de Bolsonaro al discurso
del presidente Donald Trump en Estados Unidos, según señaló bajo condición de
anonimato un ex ministro de Relaciones Exteriores brasileño.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>Durante un reciente encuentro
promovido por la organización empresarial estadounidense Council of the
Americas, Sergio Amaral, exembajador brasileño en Estados Unidos, señaló que
por sus dimensiones e intereses propios, Brasil "no puede caer en el
dilema de tener que elegir entre China o Estados Unidos y debe relacionarse con
los dos".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>De acuerdo a datos y
predicciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
divulgados a inicios de agosto, las exportaciones regionales a China tendrán
este año una caída mucho menor que las ventas a Estados Unidos o entre los
mismos países de la región.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>Mientras está prevista una
retracción de 32% en las exportaciones regionales a Estados Unidos, y del 28%
en las exportaciones entre países de la región, en el caso de China la
reducción sería "apenas del 4%", según la CEPAL.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p><b><u>"Temporaria"</u></b></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Lo que está sucediendo
es coyuntural. Gran parte del comercio entre Brasil y Argentina está basado en
automóviles", señaló Eva Bamio, de la consultora económica Abeceb. "El
sector automotriz, que representa cerca del 40% de la balanza comercial entre
los dos países, estuvo prácticamente parado en Argentina debido a medidas de
prevención por el coronavirus. A medida que se retomen las actividades, la
participación de Brasil como socio comercial se va a recuperar".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>En la evaluación de Elizondo,
a pesar de la pandemia, las exportaciones primarias (no industriales) están aumentando
de manera general y tienen como principal destino Asia. "Las personas
siguen comprando alimentos, pero dejaron de comprar automóviles, por ejemplo.
Otro motivo es que la recuperación de las economías asiáticas fue más rápida. Y
lo mismo no ocurre con Brasil o Argentina", afirmó Elizondo. "Pero
creo que el hecho de que China supere a Brasil como destino de exportaciones es
algo temporario", agregó.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>Bamio apuntó además que los
insumos médicos enviados por China a Argentina (y a otros países de América
Latina), también pesaron en los resultados de la balanza comercial. "China
fue el primer país en tener el coronavirus y en cerrar su comercio a inicio del
año. Pero a partir de la reapertura las cosas cambiaron y China volvió a
importar, lo que también se reflejó en las exportaciones de Argentina",
señaló Bamio.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>El gigante asiático pasó a
tener un papel más destacado en las exportaciones de Argentina y otros países
de América Latina debido al ciclo de las materias primas o commodities, aseguró
el economista Santiago Taboada, de la consultora OJF&Asociados.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>"En términos anuales,
Brasil continúa siendo el principal socio comercial de Argentina, pero esa
posición dependerá de lo que suceda con las dos economías este año",
afirmó Taboada.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>Además de la industria
automotriz, que no produjo ni un automóvil en abril durante la primera etapa de
la cuarentena en Brasil, Argentina fabrica insumos ligados a éste y otros
sectores que también estuvieron paralizados, como la producción de plásticos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p><b><u>Desvalorización del real</u></b></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Otro factor que influyó en la
perdida de espacio de Brasil ante China en el comercio argentino fue la
desvalorización del real, señaló el economista Matías Rajnerman, de la
consultora Ecolatina, fundada por el exministro de Economía Roberto Lavagna.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>"El impacto de la
covid-19 en la actividad del gigante de América del Sur y la desvalorización de
su moneda, que pasó de cerca de 4 reales por un dólar a fines de 2019 a 5,6
reales (un aumento superior al 30%), contrastaron con la recuperación, aunque
débil, de China, el país más poblado del mundo". La relación entre los dos
países suele verse afectada también por las críticas, principalmente del lado
brasileño, contra medidas que dificultan la fluidez de los desembarques de
productos de Brasil en Argentina.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>La semana pasada, sin embargo,
el nuevo embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli, afirmó al diario La
Nación luego de reunirse con el presidente Bolsonaro en Brasilia que "ese
asunto ya fue resuelto".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>Cuando los periodistas le
preguntaron sobre la caída de cerca del 30% en el comercio bilateral, Scioli
respondió que va a trabajar para que "el incremento del comercio sea de
forma sustentable en cantidad y en calidad".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p><b><u>Exploración aeroespacial</u></b></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Hace pocos días, Argentina
ratificó un acuerdo firmado en 2014 durante el gobierno de la expresidenta
Cristina Fernández para la instalación de una "estación terrestre de
seguimiento, comando y adquisición de datos" en la provincia de Neuquén,
"para las misiones chinas de exploración interplanetaria en el marco del
Programa Chino de Exploración en la Luna".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>Ambos países declararon que
quieren trabajar juntos en el desarrollo de tecnología espacial, con fines
pacíficos y beneficios mutuos. El mes pasado, la Comisión Nacional de
Actividades Espaciales de Argentina, CONAE, informó queparticipa de la misión
china que lanzó una sonda a Marte en julio desde la base de Hainan, en el sur
de China.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p><b><u>Central nuclear</u></b></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En entrevista con BBC News
Brasil, el ex embajador de Argentina en China, Diego Guelar, señaló que
Argentina y China acordaron construir una central nuclear en la provincia de
Buenos Aires, lo que representará una inversión de cerca de US$ 8 mil millones
por parte del país asiático. </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Con esa central nuclear los
dos países buscan generar energía para Argentina y vender productos ligados a
ese sector a otros países de América Latina.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p> </o:p>BBC News Brasil intentó
contactar al responsable del sector en el Ministerio de la Producción de
Argentina, pero no obtuvo respuesta hasta la fecha de cierre de este reportaje.</span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-1724836223729222052020-08-24T05:38:00.004-07:002020-08-28T08:11:20.300-07:00ENTRAMPADOS OTRA VEZ EN EL JUEGO IMPOSIBLE<p> Jorge<span style="text-align: justify;"> Liotti</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La reforma judicial expone
otra vez los déficits del sistema político argentino, entre una polarización
rabiosa y la falta de consensos</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Fuente: LA NACION - Crédito:
Fabián Marelli. 23 de agosto de 2020<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">"Alberto, no tengo los
votos. Si no te involucrás vos directamente, no la vamos a poder sacar".
Promediaba el almuerzo del martes en Olivos cuando Sergio Massa le reclamó al
Presidente que hablara con Roberto Lavagna y Juan Schiaretti para que sus
diputados acompañaran la reforma judicial. Ese día los tres legisladores de
Consenso Federal dijeron que no votarían el proyecto, y anteayer los cuatro
cordobeses los imitaron. Operación fallida.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El tigrense informó que la
votación es muy compleja en la Cámara baja, lo que algunos entienden como una
buena estrategia para subirse el precio si finalmente se aprueba, o para abrir
el paraguas por si fracasa, hoy un escenario posible. La reforma judicial no es
un tema que lo conmueva, pero entiende que es crucial para un sector de su
coalición. Algunos advierten que se activó el "sensor social 2002":
cuando Lavagna y Duhalde se oponen, quiere decir que se corrió la línea del
medio y están en problemas. Ya les pasó con Vicentin.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Esta tensión que se percibe en
la Cámara de Diputados, en donde hay una paridad de fuerzas que seguramente
forzará a una definición por no más de dos o tres votos si el proyecto llega al
recinto, es la expresión más visible de una problemática muchísimo más
profunda, una disfunción institucional que se ha transformado en la trampa
argentina. El sistema político está atrapado desde hace años en un esquema de
dos bandos que no pueden imponerse, y que tampoco negocian, con lo cual no hay
progreso posible. Se puede forzar el número y terminar como el macrismo bajo
las piedras por la reforma jubilatoria. O como el kirchnerismo con la
democratización de la Justicia, frenada por la Corte. El mecanismo se anula a
sí mismo por la falta de consensos mínimos. A veces es por la acción del
Congreso, otras de la Justicia, en ocasiones por las internas partidarias y
muchas por la presión de una opinión pública que intuye una falla en la ingeniería
y se fastidia. Es más medular que la grieta discursiva o la polarización
electoral: es la obstrucción del sistema.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Pasa desde 2013, cuando
Cristina perdió el hechizo del 54% que había conseguido dos años antes y
encontró un freno al "vamos por todo". Desde entonces, ni ella, ni
Mauricio Macri ni Alberto Fernández lograron sortear el laberinto para avanzar
con un plan consistente de gobierno. No tuvieron mayorías propias, y no las
regeneraron con la negociación política. Cuando termine el actual mandato
presidencial se habrá cumplido una década pérdida en el altar de la
confrontación, que coincide con un período de profundo retroceso económico y
social. La trampa argentina cristalizó la decadencia y la irrelevancia y la
sociedad lo empezó a advertir. Las protestas hay que interpretarlas en todas
sus dimensiones.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Un grupo de académicos estudió
los déficits de la Argentina posperonista de mediados de los 50 a los 70, que
iba y venía entre efímeros gobiernos democráticos y golpes militares, y acuñó
términos como "el juego imposible" de Guillermo O'Donnell, o el
"empate hegemónico", de Juan Carlos Portantiero, una línea que
también trabajaron Torcuato Di Tella y Manuel Mora y Araujo. Todos reflejaban
las limitaciones de un sistema atrapado entre dos polos "alternativamente
capaces de vetar los proyectos de los otros, pero sin recursos suficientes para
imponer de manera perdurable los propios".</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p>Una promesa fugaz</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Alberto Fernández prometió
superar la reedición de esa arraigada tendencia a la polarización inconducente,
pero no le está yendo bien con el emprendimiento. Empezó la semana merendando
con la marcha antigobierno del 17-A, y la terminó el viernes desayunando con la
enmienda Parrilli. Acción y reacción. Leyó el tuit de Mauricio Macri que
festejaba la movilización del feriado, escrito en un descanso de su actividad
oficial en Zurich, e intuyó el guiño de Cristina detrás del artículo sobre los
medios que propuso el fiel ladero de la vice. El Presidente está atrapado y
todo el tiempo ensaya gestos de disimulo, su especialidad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">No comparte la lógica de los
que lo desgastan con las movilizaciones pero tampoco puede entender por qué el
kirchnerismo incluyó el agregado de los "poderes mediáticos" en el
artículo 72 de la reforma. "No solo es jurídicamente absurda la expresión,
sino que políticamente es como pegarse un tiro en el pie", reflexionaba el
viernes una persona muy cercana al Presidente que intuye que el aporte de
Parrilli les puede costar apoyos en Diputados (la salida de Lanziani de Energía
también podría poner en duda los dos votos misioneros que responden al
exgobernador Carlos Rovira, su padrino político). Los autores de la movida no
pueden explicar del todo cuál fue el sentido político de la decisión, si la
finalidad es sumar adhesiones para sancionar la ley. Admiten que ese objetivo
se complicó con la enmienda, pero la hicieron igual.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La senadora María de los
Ángeles Sacnun, presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, se
comunicó dos veces con la ministra de Justicia, Marcela Losardo el jueves,
durante las largas horas en las que se terminó de pulir el dictamen. Hablaron
de los cambios en los juzgados del interior, pero nunca del apartado de los
medios. "Ella lo había escuchado de boca del propio Parrilli cuando lo
planteó en la reunión del 4 de agosto, y nunca lo objetó ni preguntó nada. No
puede decir que no sabía que ese tema estaba", se defienden desde el
kirchnerismo. Losardo está en la mira directa de Cristina. En su entorno la
acusan de "no poner el cuerpo por el proyecto", además de enrostrarle
su vínculo con la Corte y su período de asesoramiento a la Secretaría de
Derechos Humanos del macrismo. En Olivos la defienden: "Pegarle a Marcela
es pegarle al Presidente. Ella trabajó todas las causas de los detenidos que
visitaba Alberto en las cárceles, como Milagro Sala, mientras La Cámpora estaba
en su casa".</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La última reunión del plenario
de comisiones del Senado tuvo ribetes desopilantes, y no solo por el holograma
de Esteban Bullrich. Ningún legislador sabía sobre qué texto estaban
trabajando. Por eso pareció una ironía que José Mayans, jefe del bloque del Frente
de Todos, haya terminado su alocución diciéndole a la oposición que si hubieran
leído el dictamen lo hubiesen apoyado. Cristina le puso su marca de agua al
proyecto, pero en el Senado todos la ven más entusiasmada con frenar los
traslados de los jueces Bruglia y Bertuzzi y con tumbar al procurador Casal. Lo
de ella son las efectividades conducentes.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En las turbulencias
polarizadoras, Alberto Fernández tiene cada vez más dificultades para imponer
una agenda propia. Con él, los intentos de moderación se diluyen en la nada. La
gran bandera de la pandemia no le rinde como antes (según Poliarquía en el
último mes bajó otros 6 puntos en el nivel de aprobación por su manejo
sanitario) y el logro del acuerdo con los bonistas se le esfumó sin siquiera
poder calmar el dólar blue. El horizonte económico es muy sombrío pero no hay
señales de liderazgo en la búsqueda de una reactivación económica. Alberto paga
cada vez más costos por las iniciativas del ala dura, sin poder definir su
propia impronta. Y esa es la razón del éxito de los polarizadores; es que le
han quitado incentivos a los que gesticulan moderación.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Quizás por eso Fernández
también terminó la semana dando una señal de que la mesura puede terminarse.
Plantó un decreto que declara esenciales a los servicios de telefonía, internet
y cable, una iniciativa que en la propia quinta de Olivos admiten que fue
producto de una decisión más política que técnica. También reconocen que tiene
un aroma a vendetta ante lo que percibe como un "tratamiento injusto"
de parte de ciertos medios. Parrilli debe sentirse reivindicado. Si hasta ahora
regía una distribución de tareas entre Cristina, que imponía sus urgencias en
materia judicial, y Alberto, que administraba una relación racional con los
medios, las paralelas empezaron a tocarse. Justicia y medios son siempre las
materias sensibles para medir el compromiso institucional de un gobierno.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Los dilemas de Larreta</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Algo similar le pasa en la
vereda de enfrente a Horacio Rodríguez Larreta. Para ausentarse el martes del
zoom posbanderazo de Juntos por el Cambio argumentó que debía estar en una
reunión de planeamiento del Ministerio de Hacienda a la que nunca asiste.
"No pensaba participar con Macri, que parecía Perón en el exilio, y con
Patricia Bullrich, que se creía Eisenhower en Normandía", explicó con
espíritu histórico un integrante de su equipo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El jefe de Gobierno porteño
enfrenta un dilema. Por un lado, la pandemia nacionalizó su figura antes de lo
previsto y lo posicionó como uno de los dos políticos más valorados del país,
junto a Fernández. Pero al mismo tiempo, la construcción a la que aspira se
localiza en la avenida intermedia de la moderación, donde habita
aproximadamente un 40% de la sociedad, pero que se vacía rápido cuando se
reinstala el clima de tensión. "Está angustiado Horacio porque ve que
hasta los propios medios buscan extremarlo. Nosotros le decimos que tiene que
aguantar, que su negocio está en 2023", reflexionan en el gobierno
porteño, donde se resignan a que la elección del próximo año estará fuertemente
polarizada. Un consultor al que escucha el jefe porteño le sugirió que no
confunda imagen positiva con intención de votos. "Horacio tiene más
atributos que Patricia Bullrich, pero ella puede ser más efectiva. La gente no
quiere a los que gritan, pero al final opera desde el rechazo y ahí los
moderados pierden", señala. En tiempos de redes y rating la polarización
se exacerba.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Por eso Larreta decidió
acelerar su proyecto presidencial, sin declamarlo en público. Incluso opera en
territorios sensibles. María Eugenia Vidal le notificó que podría ser candidata
en 2021 pero que no piensa regresar a la gobernación bonaerense. La abruma la
sola idea de volver, algo similar a lo que hoy le pasa a Axel Kicillof, quien
le transmitió a gente de confianza cuánto padece la gestión (en el almuerzo del
martes en Olivos quedó mudo mientras cinco intendentes destrozaban a Berni y se
quejaban por la interna entre La Cámpora y el Movimiento Evita por la toma de
terrenos en Quilmes). Larreta activó entonces el proyecto de Santilli en la
provincia, que empezó a tomar contacto con algunos intendentes. Sería un
indicador de un incipiente armado nacional propio. El plan de Larreta incluye
un progresivo desacople de Alberto Fernández, a quien ve cada vez más
condicionado por Cristina y erosionado por la parálisis económica. Por eso
busca mostrarse como un adelantado en materia de apertura comercial y social,
aunque sea por un par de semanas.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Cuando la anestesia de la
pandemia se haya evaporado, volverán a quedar a la vista los hilos de un
sistema político atrofiado, con dos minorías en los extremos que tienen
liderazgos nítidos e imponen su dinámica, y una mayoría pendular en el centro
con referentes que no logran prevalecer con su agenda. La cordialidad entre
Alberto Fernández y Rodríguez Larreta sirve para administrar la cuarentena. No
construye un nuevo escenario. Por ahora la Argentina sigue entrampada en un
juego imposible. La sociedad, agazapada, presiente que el sistema de
representación se desvanece entre crisis recurrentes.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-17850045153270927792020-08-09T05:30:00.003-07:002020-08-09T05:30:24.056-07:00SE LANZÓ EL CONSEJO AGROINDUSTRIAL ARGENTINO: DETALLES DEL PLAN<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Más de 40 cámaras se unieron
para impulsa un proyecto de Ley que promueva la salida exportadora de productos
del agro. </span></span></p><p><span style="font-family: arial; text-align: justify;">Por Yanina Otero. 17 de julio
de 2020</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La agroindustria argentina
lanzó hoy el Consejo Agroindustrial Argentina, grupo conformado por más de 40
cámaras y entidades del sector que busca promover las exportaciones para
alcanzar los u$s100.000 millones anuales en envíos, lo que significa un aumento
del 54% respecto a los u$s65.000 millones que se exportan actualmente en el
segmento de productos agrícolas.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Venimos a contribuir en la
salida de la pandemia, a traer soluciones y no exigir, sino plantear un marco
de diálogo para alcanzar el objetivo de crecer en exportaciones generando como
mínimo 210.000 nuevos empleos directos en el sector y hasta 700.000
indirectos”, detalló José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos
Aires y vocero del Consejo.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La cuarta política del
Gobierno que debería ser cuestión de Estado</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Según adelantaron en paralelo
también están impulsando un proyecto de ley orientado al desarrollo agroindustrial
exportador que “debe ser tratado este año en el Congreso" y que tiene por
objeto brindar un “marco de estabilidad fiscal y financiera por un período no
menor a 10 años”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El Consejo ya ha llevado su
propuesta a diversos funcionarios nacionales y provinciales. El ministro de
Producción Kulfas, el de Agricultura Basterra y el canciller Solá, fueron
algunos de los “que nos están apoyando en esta iniciativa”, contó Martins.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“La crisis nos apura y no
queremos quedar solo como algo enunciativo, la propuesta final queremos tenerla
lista en un plazo máximo de 60 días. Aspiramos además a plantearle directamente
nuestros objetivos al Presidente de la Nación en el corto plazo”, remarcó
Martins.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Respecto a los derechos de
exportación y los reintegros, el Consejo propone no ir hacia un “esquema
regresivo”, en este marco, remarcaron “entendemos el contexto económico que
está atravesando la Argentina que incluso es anterior a la pandemia”.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Finalmente, en lo inmediato
teniendo solo en cuenta los complejos agroindustriales de base, es decir carnes
lácteos y granos, entre otros. El sector podría crecer hasta u$s16.000 millones
al año en envíos externos, generando un movimiento económico para la Argentina
de u$s31.000 millones.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">“Somos una iniciativa
totalmente horizontal y federal y nuestro objetivo primordial no es solo creer
en exportaciones de alimentos sino también de agrotecnología y conocimiento
relacionado con el campo. Siempre, sin descuidar el mercado interno. Queremos
contribuir fuertemente con la generación de empleo y el arraigo de la población
en el interior”. Incluso Martins arriesgó que a partir de nuevas oportunidades
laborales relacionadas con el sector podrían descomprimirse poblacionalmente
los grandes centros urbanos.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u><span style="font-size: 14.0pt;"><span style="font-family: arial;">Esta es la propuesta empresaria para
que Argentina genere exportaciones por u$s100.000 millones anuales</span></span></u></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Tras el acuerdo del Gobierno
con un grupo de bonistas extranjeros para reestructurar la deuda externa,
empresarios de la cadena agroindustrial reclaman el lanzamiento de un plan
exportador con el objetivo de consolidar a la Argentina en el comercio internacional.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Agrupados en el Consejo
Agroindustrial Argentino (CAA), más de 45 cámaras y entidades de la cadena
agroindustrial mantuvieron un encuentro con el presidente Alberto Fernández en
la Quinta de Olivos durante la tarde de este martes 4 de agosto.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En ese marco, le entregaron al
Jefe de Estado un documento bajo el nombre de "Plan Exportador y de
Inversiones" o como "Estrategia de Reactivación Agroindustrial
Exportadora, Inclusiva, Sustentable y Federal".</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El paper contiene cuatro ejes
que consideran estratégicos para alcanzar ese objetivo: institucional;
productivo-exportador; social-territorial y ambiental.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La propuesta reclama la
sanción de una serie de leyes y medidas, en especial fiscales y financieras,
para impulsar las exportaciones de alimentos de origen animal y vegetal;
fibras, biocombustibles y tecnologías agroalimenticias.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Las metas fijadas por este
sector son las de aumentar las exportaciones para que Argentina alcance los
u$s100.000 millones anuales en ventas al exterior. También, la creación de
700.000 empleos adicionales en las distintas cadenas agroindustriales y
asegurar la sustentabilidad de los sistemas de producción, a través de un uso
eficiente de los recursos naturales y la conservación del medio ambiente.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El documento que ya tiene el
presidente Fernández en su escritorio enumera una serie de herramientas de
política institucional, de relaciones internacionales, impositivas, financieras
y técnicas que tengan alto impacto en la producción, las exportaciones y el
empleo.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Queda claro que para que estas
iniciativas funcionen, el país debe ofrecer un marco de certidumbre económica
para el mediano y largo plazo, con una macroeconomía estable y mejores
condiciones de financiamiento para que inversores y empresarios puedan
proyectar sus planes de negocios.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Es decir que, a partir del
acuerdo por el pago de la deuda externa, el Gobierno anuncie cuál será el plan
con el que pretende reactivar la economía post pandemia que hasta ahora se
desconoce y que, por las últimas declaraciones del ministro de Economía, Martín
Guzmán, no será anunciado de manera oficial.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">De hecho, muchas de las
medidas reclamadas por los empresarios requerirán la sanción de leyes y
normativas específicas tendientes a promover las actividades agroindustriales.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Detalles del plan</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En sus primeras páginas, el
informe detalla los ejes institucionales para el fortalecimiento de la
capacidad de negociación de los organismos públicos y establecer una agenda de
negociaciones internacionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">También hace referencia al eje
exportador y productivo para la promoción de las inversiones mediante la
sanción de varias leyes vinculadas a este objetivo. Por caso, un régimen
especial de amortización acelerada para el impuesto a las Ganancias que se
aplique a los bienes de capital adquiridos por personas y empresas del sector
agroindustrial y forestal.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los que accedan a este
régimen, podrán optar por acogerse al esquema de amortizaciones a partir del
período fiscal de habilitación del bien, de acuerdo con las normas generales de
la ley de Impuesto a las Ganancias.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A esto se le suma la sanción
de otro régimen especial para promocionar las inversiones en bienes de capital
que contemple un Plan Canje Integral para la compra de maquinarias y
tecnologías de procesamiento de origen nacional como: tractores, sembradoras,
cosechadoras, pulverizadoras, maquinaria agrícola, equipos de riego, camiones,
camionetas, maquinarias y equipos para plantas de procesamiento de productos de
origen vegetal y animal, entre otros.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Según la propuesta de los
empresarios, el régimen también favorecerá a los bienes de capital amortizables
importados que no sean producidos ni ensamblados en el país con una serie de
promociones.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El documento asegura que se
pueden crear 700.000 empleos adicionales en las distintas cadenas
agroindustriales</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Comprende además la exenciones
en el pago de los derechos a la importación y de todo otro derecho, impuesto
especial, gravamen correlativo o tasa de estadística, con exclusión de las
demás tasas retributivas de servicios, por la introducción de bienes de
capital, equipos especiales o partes o elementos componentes de dichos bienes,
siempre que se demuestre que no existen proveedores nacionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En otro de sus capítulos, la
propuesta empresaria reclama fuertes cambios impositivos y la sanción de una
ley de estabilidad fiscal por 10 años para fomentar las inversiones e
incrementar las exportaciones y la producción agroindustrial.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"La estabilidad fiscal
implicará que no se incremente la carga tributaria nacional total determinada
al momento de su solicitud de adhesión a los Registros Nacionales que se
conformarán para este programa", detalla la propuesta de la CAA.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El régimen no será aplicable
al IVA que se ajustará al tratamiento impositivo general pero sí alcanzará al
resto de los tributos nacionales.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los empresarios le piden
también al Presidente Fernández un decreto que otorgue reintegros a las exportaciones
con la aplicación de dos dos niveles de alícuotas en función del grado de
industrialización y procesamiento que van del 4% (productos de menor
procesamiento) y 7% (productos de mayor procesamiento).</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">No se otorgarán reintegros a
las exportaciones de poroto de soja, maíz, trigo, cebada y girasol y para el
complejo industrial oleaginoso el reintegro será del 1,5% a harinas y pellets y
del 2,5% a aceites y biodiesel.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En otro párrafo, el informe
pide una reducción gradual de impuestos a las exportaciones de bienes
agroalimentarios pero aclara que para no afectar los ingresos fiscales, se
propone un programa de reducción gradual de los derechos de exportación, a
pesar de que los mismos son distorsivos para la actividad económica
agroindustrial y forestal.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Al inicio del "Plan
exportador y de Inversiones" se propone un recorte de las alícuotas de
derechos de exportación a distintos productos, que se establecerían en los
siguientes niveles:</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">i. Productos con mayor
procesamiento (carnes enfriadas, aceites envasados, vinos embotellados, quesos
fraccionados), quedarán sin retenciones al inicio del plan.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">ii. Complejo Soja: 25% en
poroto de soja, 22% en harinas y aceites y 19% en Biodiesel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">iii. Trigo, Maíz y Cebada: 5%.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">iv. Harina de trigo, productos
procesados de trigo y productos procesados de maíz quedarán exentos de
retenciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">v. Girasol: 4%, quedando sus
productos procesados en 0%.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A esto se le agrega otro
decreto que establezca por tres años la posibilidad de una deducción especial
de Ganancias según el tipo de actividad para que personas y empresas puedan
descontar un porcentaje especial y adicional equivalente al 50% del monto de
las facturas correspondientes a adquisiciones de fertilizantes orgánicos e
inorgánicos, insumos biológicos, material genético, semillas autógamas y
hortícolas identificadas y fiscalizadas y contratación de seguros índice,
multirriesgo y productos derivados climáticos.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"La deducción incluye
también a las facturas emitidas por proveedores del exterior cuando estos
productos e insumos no cuenten con producción local", agrega el documento.
El resto de los beneficiarios del plan que no contemplen este tipo de compras,
podrán deducir del resultado fiscal en un porcentaje equivalente al 10% del
valor FOB de las exportaciones, también por un plazo de tres años.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se hace referencia también a
la implementación mediante una resolución de la AFIP de una Cuenta Única
tributaria automática para operaciones de comercio exterior en la que las
empresas podrán descontar devoluciones de reintegros contra pagos de derechos
de exportación y otros impuestos.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">También que se incluya en el
Presupuesto 2021 un Pacto Fiscal Federal para uniformar criterios impositivos,
reducir otros tributos, tasas y contribuciones que gravan el comercio exterior
de bienes producidos en el país. "Esto implicará un Pacto Fiscal Federal
para que las provincias, municipios y comunas apliquen los mismos criterios
impositivos que el Gobierno Nacional, especialmente en Impuesto a los Ingresos
Brutos y tasas municipales y/o comunales, incluida la Estabilidad Fiscal",
aclara la CAA.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Del mismo modo, se suman otras
propuestas como las de:</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">1) Implementación de un
mecanismo de solución para los retrasos en la devolución del IVA.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">2) Agilizar la aprobación de
las devoluciones del impuesto que se encuentren pendientes y que los
beneficiarios tengan a su favor en AFIP para facilitar la compensación con
otras obligaciones tributarias y/o previsionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">3) Programa de Trabajo para la
reducción de costos de fobbing derivados de los servicios públicos para hacer
más eficientes y competitivas las operaciones de exportación de los productos
de origen vegetal y animal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">4) Líneas de financiamiento
con bancos del exterior y fondos de inversión Internacionales para inversión en
activos fijos y capital de trabajo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">5) Créditos especiales de
prefinanciación de exportaciones para PyMEs y cooperativas con planes
exportadores de mediano y largo plazo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">6) Nueva Ley de Warrants que
promueva la utilización masiva deveste instrumento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">7) Prefinanciación de
exportaciones para productos agroindustriales, servicios y tecnologías del agro
que liquiden sus divisas no más de 180 días de emitido el cumplido de embarque.
Estas líneas tendrían menores encajes bancarios y la garantía será el bien
exportado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">8) Programa de garantías
financieras para el fomento de las inversiones y exportaciones
agroindustriales, con el objeto de garantizar un marco de previsibilidad y
sostenimiento para las inversiones proyectadas y un fluido acceso al capital de
trabajo requerido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">9) Impulso al acceso al
mercado de capitales con la salida a la cotización y oferta pública de empresas
agroindustriales de modo de complementar el financiamiento de largo plazo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El programa finaliza con una
importante cantidad de propuestas para innovación y nuevas tecnologías,
creación de fondos de promoción de la biotecnología, la investigación y el
desarrollo agroindustrial; la aprobación de una Ley de semillas y creaciones
fitogenéticas.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Se le suman propuestas sobre
negociaciones internacionales y promoción comercial, la profundización del
Mercosur con una agenda de relacionamiento externo del bloque, buscando
flexibilidades para avanzar en tratados comerciales con los principales
mercados del mundo.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-4257284459368570712020-08-08T19:48:00.001-07:002020-08-08T19:48:16.688-07:00UN SOLO MUNDO? TRAS EL VIRUS, LA GLOBALIZACIÓN YA NO SERÁ LO QUE ERA<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">María Paula Etcheberry, 8 de
agosto de 2020</span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Respuestas locales y
descoordinadas frente a una amenaza transnacional. Cadenas globales de
producción interrumpidas, reflejo del alicaído comercio mundial. Fronteras
cerradas que pusieron en pausa al turismo. Los bienes, las personas y el
capital ya no fluyen tan libremente por el mundo como antes del coronavirus.
Pero, aunque todavía hay millones de personas confinadas en sus hogares, la
tecnología les permite estar más conectadas que nunca con cualquiera en
cualquier parte del mundo. Esta es la paradoja: la pandemia desafía a la
globalización y la alienta al mismo tiempo. Su origen es indisociable de la
condición global que ha adquirido el mundo. Y también lo serán sus
consecuencias.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">¿Habrá más o menos
globalización en el mundo después de la pandemia? ¿Puede emerger un mundo más
proteccionista, con países más replegados hacia el interior de sus fronteras?
¿Cuánta capacidad tendrán el turismo y el comercio para reestablecerse? ¿El uso
más extenso de la tecnología y el crecimiento de la vida virtual causados por
la pandemia pueden acelerar la globalización? ¿Cómo impactará la falta de una
respuesta conjunta a la crisis sanitaria por parte de los gobiernos en el plano
internacional? ¿Cómo influye, en este escenario, el ascenso chino y el declive
de la hegemonía estadounidense?</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Coronavirus: ¿Cuánto cambiará
nuestra vida con la vacuna? </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Sobre el terreno se despliegan
fuerzas contrapuestas. El turismo, así como el comercio basado en las
manufacturas y en cadenas de valor transnacionales, son sectores que hoy contribuyen
a desacelerar la globalización. El fin del multilateralismo en la política
internacional, y las respuestas fragmentadas de los Estados a la pandemia,
también implican un freno. Y el ascenso chino, aunque no necesariamente atenta
contra la globalización, puede redefinirla. A la inversa, la creciente
digitalización de las relaciones laborales y sociales actúa como una fuerza
poderosa a favor de la globalización, con capacidad de consolidarla y
transformarla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Alberto Fernández habla
durante una videoconferencia del G20 por la crisis del coronavirus, en
marzoAlberto Fernández habla durante una videoconferencia del G20 por la crisis
del coronavirus, en marzo Fuente: Reuters - Crédito: Esteban
Collazo/PresidenCiA/DPA</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">En el plano económico, la
pandemia colocó a las videollamadas, las clases virtuales, el teletrabajo y las
compras online, a través de apps y plataformas, en un lugar protagónico de la
vida laboral y social. Aunque este año se espera una fuerte caída económica a
nivel mundial, los especialistas consideran que la creciente digitalización
provocada por el confinamiento impulsará el crecimiento de la exportación de
servicios tecnológicos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Va a cambiar la anatomía
de la globalización. Hubo una aceleración de la transformación digital, y eso
termina acelerando la formación de un mercado global de servicios de alta
calificación, vinculado a las plataformas digitales. Vamos camino a tener un
mercado único, con competencia bien abierta. Es una tendencia que ya existía y
que la pandemia magnificó. Veo ahí una profundización de la
globalización", explica el economista Ramiro Albrieu, investigador
principal de Desarrollo Económico en Cippec.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Distinta será la realidad para
las industrias más tradicionales. Y para el comercio vinculado a la logística
internacional, un sector muy golpeado por la pandemia, donde asoma un futuro
con mayor proteccionismo y menos globalización. "En las manufacturas
posiblemente habrá una desaceleración de la globalización. Es muy factible que
los gobiernos implementen proteccionismo en los empleos manufactureros, y que
haya cadenas de valor más nacionales y regionales antes que globales, con
reemplazo de importaciones y fabricación de insumos por región. En esa
dinámica, Asia emergente se cerraría sobre sí misma y quizás haya un nuevo tipo
de Mercosur. Las cadenas de valor tal como las conocíamos, con China como
centro del esquema, van a cambiar. Van a predominar las plataformas de
servicios a nivel global, antes que la logística de piezas que pasan de país a
país para fabricar un aparato. Vamos hacia un mundo más digital", señala
Albrieu.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Notición: esta no fue la peor
semana </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El año pasado, el volumen del
comercio de mercancías ya había registrado una desaceleración del 0,1%,
mientras que el comercio de servicios creció un 2%, según datos de la
Organización Mundial del Comercio (OMC). La pandemia, entonces, no hace más que
profundizar una tendencia que ya estaba presente. Uno de los fenómenos que
potenciará, gracias a la tecnología, es la posibilidad de contratar a
trabajadores de todas partes del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La tecnología, imparable</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"El comercio global venía
desacelerándose, con algunos matices. Quizás el principal cambio será un mayor
regionalismo y algo menos de universalismo", afirma Juan José Llach,
economista, sociólogo y profesor emérito del IAE-Universidad Austral. "La
revolución tecnológica no solo seguirá en pie, sino que se potenciará. Es
necesario, con buenas políticas, corregir su propensión a aumentar la
desigualdad de ingresos. Las contrataciones internacionales han avanzado mucho
y seguirán avanzando. Hay allí amenazas y oportunidades. La Argentina tiene el
potencial para seguir aumentando su exportación de servicios. No es bueno haber
sancionado a tambor batiente una ley sobre teletrabajo, que debía vincularse a
un plan estratégico, hoy inexistente, sobre esas exportaciones".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El economista Claudio
Zuchovicki concede que puede haber algún intento político de proteccionismo,
pero lo relativiza. "El avance de la tecnología y la misma descripción de
la pandemia nos integró mucho más. Las marcas son globales, todos nos vestimos
de la misma manera. La tecnología y las empresas tecnológicas también son
globales, al igual que los laboratorios. Va a ser imposible evitar que se
contraten trabajadores de cualquier parte del mundo, sobre todo en América
Latina, donde hay un sector informal importante. La tecnología abarata costos y
nos facilita la vida. Y las nuevas generaciones ya son enteramente digitales.
Para esas nuevas generaciones no va haber fronteras. Vamos a ser ciudadanos del
mundo", dice. Aun cuando está acelerando la
globalización tecnológica, la pandemia afectó gravemente a dos componentes
centrales de la "aldea global": el turismo y el comercio.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Un golpe al comercio</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Para 2020, la OMC estimó un
descenso en el comercio de mercancías de entre el 13% y el 32%, como
consecuencia de la caída de la actividad por las medidas preventivas contra el
virus. Esta caída es más fuerte que la registrada durante la crisis de 2008. En
mayo, el turismo a nivel mundial cayó un 98%, en comparación con el mismo mes
del año pasado, según la Organización Mundial del Turismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El interrogante es el tiempo
que les demandará recuperarse al comercio y el turismo. Algunos expertos creen
que es factible una recuperación rápida. Otros consideran que será más lenta.
El miedo al contagio, junto con las regulaciones y controles sanitarios que se
impondrán una vez que se reactive el turismo, pueden ralentizar su
recuperación. Sin embargo, la demanda latente de consumidores y turistas podría
acortar los tiempos.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Llach señala que la
recuperación depende de un dato que nadie conoce: cuándo y cómo se eliminarán
las cuarentenas y demás medidas limitantes de la actividad económica.
"Todavía es factible una salida global en V -dice-. El FMI prevé una
economía mundial con PIB 2021 levemente menor que el de 2020. Si esos
escenarios se concretan, el comercio global también rebotará, en especial en
sectores con mucha demanda insatisfecha, como el turismo".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Coronavirus en la Argentina:
la costa ya planea un verano atípico con protocolos sanitarios </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Zuchovicki coincide: "En
las aperturas que tuvimos hasta ahora en Europa y en China hubo colas de diez
cuadras en locales de ropa, e incluso se vendió mucho más que antes. Habrá más
ahorro, y ese ahorro puede llevar a más consumo".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Los sectores que requieren
alta proximidad física e interacción para brindar sus servicios van a
recuperarse más lentamente, advierte Albrieu. "La industria del turismo y
la movilidad va a tener que ser repensada como un todo, y es posible que
aparezca un turismo más local, más de cercanía. El sector manufacturero y del
turismo, que es lo que miden las estadísticas, sin duda va a presentar una
caída. En los números, se va a ver un gran parate comercial. Sin embargo, en
forma subterránea e invisible va a crecer por debajo este otro tipo de
globalización más vinculada a lo digital".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">El multilateralismo, en crisis</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La globalización económica
también puede verse impactada por lo que ocurra en la política interna de
algunos países con gran peso en la arena internacional. "Las elecciones en
Estados Unidos son decisivas respecto al proteccionismo. Suponiendo que la
pandemia llega a su fin, si ganan los demócratas el comercio y la globalización
rebotarán bastante, quizá sin llegar a niveles históricos, en una suerte de
globalización más regulada. Si gana Trump, tendremos más problemas",
observa Llach, dadas las políticas proteccionistas que el actual presidente
estadounidense impulsó durante su mandato.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Albrieu destaca en este
sentido la actual debilidad del multilateralismo: "En 2009, el G20 encabezó
una discusión abierta para desactivar mecanismos proteccionistas como respuesta
a aquella crisis económica. Esta vez es muy poco probable que el G20 logre
hacer lo mismo a tiempo. Una vez que los grandes jugadores, como Estados Unidos
en el mundo, o Brasil en la región, empiecen a jugar a ese juego
proteccionista, es posible que el resto de los países los sigan".</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">A falta de una, dos pandemias </span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Este retroceso del
multilateralismo en las relaciones internacionales y la escasa cooperación a la
hora de encontrar una salida conjunta a la crisis sanitaria también implican un
golpe para la globalización. La carrera por desarrollar una vacuna en tiempo
récord, así como la competencia entre los países por los insumos médicos, son
evidencias de que la respuesta a la pandemia fue asumida con un criterio
nacional o local antes que global.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"La pandemia afectó la
globalización, y la reacción no coordinada de los gobiernos la podría afectar
aún más. Desde un punto de vista epidemiológico, toda pandemia es global, pero
desde un punto de vista político, toda pandemia es local. Los infectados y
fallecidos son nacionales. Los gobiernos hicieron algo que no sorprende: cada
uno cuida sus casos, sus enfermos, y maneja la epidemia de manera
autónoma", apunta Federico Merke, director de la maestría en Política y
Economía Internacional de la Universidad de San Andrés (UdeSA).</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Cada cual por su lado</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La respuesta fragmentada y
heterogénea de los Estados es síntoma de un alicaído multilateralismo, coincide
Juan Negri, doctor en Ciencia Política y profesor en las universidades Torcuato
Di Tella (UTDT) y San Martín (Unsam). "No hubo una respuesta coordinada,
cada Estado salió disparado para su lado. Las posibilidades económicas de cada
uno determinaron los resultados: los países con buenas respuestas a la pandemia
son los que tienen más recursos. Por eso, la pandemia profundizó las
características de cada Estado. Las grandes organizaciones internacionales no
estuvieron a la altura de las circunstancias. La Unión Europea no fue capaz de
coordinar una respuesta. En la región, la OEA está muy ausente. La ONU tampoco
estuvo a la altura. Otras instituciones de agenda regional, como la Unasur,
están desaparecidas. Las que tuvieron más influencia son las más específicas,
como la OMS, aún pese a sus limitaciones".<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La búsqueda de la vacuna
contra el Covid-19 exhibe esta respuesta fragmentada. En el último mes, Rusia,
China, Estados Unidos y países europeos como Gran Bretaña y Alemania anunciaron
que estaban cerca de tener éxito en las pruebas. "Cada país está embarcado
en una especie de carrera espacial para sacar la vacuna primero, profundizando
el nacionalismo. Podría haberse avanzado más rápido si se aunaban los esfuerzos
científicos y se hacía un desarrollo conjunto. Es otro aspecto que muestra la
falta de cooperación, la fragmentación y el fracaso del multilateralismo",
afirma Negri.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"El desafío es pensar la
vacuna no como un bien privado al que accede cada país por separado, sino como
un bien público al que accedemos todos los que hemos contribuido para su
desarrollo", agrega Merke. Si bien existe la alianza Covax, que apunta a
asegurar un acceso equitativo a la vacuna, los países desarrollados ya se
aseguraron por su cuenta millones de dosis con los laboratorios.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Más allá de la pandemia, el
ascenso de China, país en el que se originó la crisis sanitaria, también podría
transformar la globalización en múltiples sentidos. "El crecimiento de
China y su estrategia internacional están sacudiendo los cimientos de la
globalización mucho más que la pandemia. Sin la pandemia, igual estaríamos
discutiendo la relación de China con Occidente y con la globalización. Este es
un problema que tiene ya varios años. Se aceleró con la llegada de Trump a la
Casa Blanca y con un giro más asertivo de China en sus relaciones con
Occidente. También, con un giro más autoritario hacia adentro de sus fronteras",
considera Merke.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">"Hasta ahora, la relación
entre China y Occidente pudo avanzar y generar ganancias en ambos lados porque
la política y la economía fueron por carriles separados. El gran éxito del
Partido Comunista Chino fue poder convencer a los productores americanos de los
beneficios de la interdependencia, sin que esto implicara involucrarse en los
asuntos domésticos del régimen chino. Hoy esto está en cuestión y la ideología
ha vuelto a ser un factor que separa en vez de unir. Estamos viendo una coexistencia
de interdependencia y conflicto entre dos potencias como Estados Unidos y
China", señala el experto.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Otra consecuencia del ascenso
chino es que fragmentará el proceso de globalización, con países que se
alinearán con China o Estados Unidos en distintas áreas, como la tecnología o
el comercio. "En el mundo, estamos yendo hacia una multipolaridad. Estados
Unidos está en declive, pero sigue resistiendo. China está ascendiendo, aunque
todavía no domina. La Unión Europea, y Rusia por su parte, quieren seguir
siendo importantes. China y Estados Unidos competirán en todos los tableros
mundiales generando áreas de influencia distintas, no tanto geográficas, sino
temáticas. La disputa tecnológica y comercial entre ambos va a fragmentar la
globalización. América Latina, por ejemplo, va a elegir si recurre a Estados
Unidos o a China para implementar el 5G", sostiene Negri.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">La voz de la sociedad</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">Otro interrogante es cómo se
articularán las fuerzas del mercado y la sociedad con las políticas
implementadas desde los Estados. Eso también puede redefinir la forma de la
globalización. "La sociedad organizada está generando boicots o campañas
para no comprar en ciertas empresas porque viola estándares laborales. Los
consumidores pueden demandar globalización, pero también están demandando una
más justa y sustentable. El motor de la globalización no son los gobiernos sino
las empresas, los inversores, los bancos, los consumidores y los turistas. Más
que estar en riesgo, la globalización va a ser repensada en términos más
nacionales, sociales y ambientales", afirma Merke.</span><o:p></o:p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-73581759485226530302020-08-02T18:50:00.004-07:002020-08-02T18:52:09.957-07:00BUSCANDO UNA SALIDA AL LABERINTO DE LA ECONOMÍA<div class="barra" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 0px; position: relative; vertical-align: baseline;"><section class="autores" style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; outline: 0px; padding: 30px 0px 0px; vertical-align: baseline;"><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial">Carlos M. Reymundo Roberts. <span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;">2 de agosto de 2020</span></font></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial">Es llamativo lo que pasa con
la crisis económica argentina. Todos la sufrimos, no hay quien la niegue,
legiones de investigadores la estudian, legiones la explican, sus causas y
consecuencias están en el debate diario, pero daría la impresión de que nadie está
en condiciones de ponerle un cascabel. El gato se escapa, una y otra vez.<o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">Entre intelectuales,
empresarios y dirigentes políticos ha empezado a cundir cierto desánimo y,
peor, cierta convicción -confesada en voz baja- de que no es por desidia que no
aparece alguien que se le anime. Tal es su complejidad, su magnitud, que ha
venido a destruir manuales y a desafiar recetas. Es un monstruo de mil cabezas
que sigue creciendo y reproduciéndose, sin cazadores que sepan cómo
neutralizarlo. Puesto en términos actuales: un virus para el que todavía no hay
vacuna. Un reconocido analista político confiaba días atrás: "Vivo
hablando con economistas, del país y de afuera, y ninguno sabe decirme qué hay
que hacer para arreglar esto".</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">Invitado a participar de esta
producción que hoy presenta LA NACION, uno de los más escuchados gurúes de la
City se excusó por la siguiente razón: "Me están pidiendo que diga cómo se
sale de la crisis. La verdad, es insalible".</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">A menudo se encuentran, sí,
enunciaciones generales, objetivos, principios: bajar el déficit, alcanzar un
equilibrio macroeconómico, reducir la inflación, abrir la economía (o
cerrarla), generar confianza, llegar a un acuerdo por la deuda. Pero nada
parecido a un programa consistente. Acaso en los extremos hay definiciones más
asertivas, vinculadas, desde lo dogmático, con la preminencia de lo estatal o,
del otro lado, con su virtual eliminación. Al Gobierno se le reprocha, con
razón, que no tiene un plan (el Presidente acaba de admitir que ni siquiera
cree en ellos). Pero, ¿alguien lo tiene?</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">Esa inquietud es el origen de
estas páginas, en las que 14 economistas de primera línea y distintas
orientaciones responden qué medidas habría que tomar en lo inmediato, si es
necesario un plan integral o alcanza con ir atendiendo la coyuntura, cuánto
puede perjudicar un eventual fracaso en la negociación de la deuda externa
-fantasma que revolotea en estas horas- y si el actual equipo económico está en
condiciones de emprender la titánica tarea de la reconstrucción o se impone un
recambio.</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">Para Ricardo Arriazu, nada hay
más urgente que "evitar el colapso social y la quiebra de las
empresas". La preocupación por la sostenibilidad de la actividad privada, al
considerarla un jugador fundamental de la recuperación, fue expresada también
por Juan Carlos de Pablo. Pide "reglas de juego claras, enunciadas de
manera inequívoca". Eduardo Levy Yeyati llama a evitar expropiaciones e
impuestos al patrimonio, y María Castigioni, a generar confianza para que el
sector privado lidere el repunte.</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">Emmanuel Álvarez Agis,
viceministro de Economía durante la gestión de Axel Kicillof, sostiene que la
caída del gasto privado debe ser compensada con gasto público. El Gobierno, dice,
"reaccionó contundentemente en lo sanitario, pero no en lo
económico". José Luis Machinea plantea que, una vez controlada la crisis
del coronavirus, lo prioritario será reducir la incertidumbre e ir bajando
gradualmente el gasto.</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">La importancia de llegar a un
rápido acuerdo por la deuda es señalada por todos los economistas consultados.
Exnegociador de la deuda externa argentina, Daniel Marx considera que sin una
reestructuración sostenible caerá el nivel de actividad. Con default, piensa
Miguel Kiguel,"la situación no empeoraría mucho en el corto plazo, pero va
a ser muy difícil volver al crecimiento". Sería un "golpe
tremendo", advierte Marcos Buscaglia: dejaría al sector público y privado
sin acceso al financiamiento. Sin acuerdo, "las chances de estabilizar la
macroeconomía en 2021 se derrumban", afirma Marina Dal Poggetto. Para José
Siaba Serrate, una salida sustentable de la crisis requiere "apoyo externo
visible".</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">Otra coincidencia generalizada
es que no se debe mirar tanto la conformación del equipo económico, aun con las
reservas que pueda provocar, como la ausencia de definiciones por parte del
Gobierno. "Cambiar de nombres en el plano técnico no subsanará la falta de
un rumbo político claro", opina Luciano Laspina. Si se logra un acuerdo
sobre la deuda externa, la actual conducción económica "puede encarar los
siguientes desafíos", expresa Ernesto Schargrodsky.</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;">En las antípodas, Javier Milei
no le daría ni un minuto más al ministro Martín Guzmán, y advierte de los
riesgos de una hiperinflación que llevaría a "la peor crisis económica y
social de la historia".</span><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"> </span></font></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial"><o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><font face="arial">Contra lo que podría pensarse,
no todos son escenarios de catástrofe o nubes negras entre los analistas. Sin
negar los peligros que acechan, algunos de ellos se permiten una cuota -módica,
es cierto- de optimismo. En la coyuntura encuentran ciertas señales
alentadoras. Álvarez Agis piensa que el hecho de partir de un piso tan bajo
representa una excelente oportunidad de encauzar la economía. Arriazu cree que
una negociación exitosa de la deuda, un buen acuerdo con el FMI y un probable
acuerdo de swap con la Fed (Reserva Federal de EE.UU.) contribuirían a
restaurar la confianza, fundamental para cambiar las expectativas.<o:p></o:p></font></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">Pero el que va más lejos es De
Pablo. Ya ve la luz al final del túnel. "De la crisis -dice- ya estamos
saliendo, aunque la recuperación no es igual para todos".</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-style: inherit; font-variant-caps: inherit; font-variant-ligatures: inherit; font-weight: inherit;"><font face="arial">LAS RESPUESTAS COMPLETAS DE CADA CONSULTADO</font></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><a href="https://www.lanacion.com.ar/economia/buscando-salida-al-laberinto-economia-nid2409572"><font face="arial">https://www.lanacion.com.ar/economia/buscando-salida-al-laberinto-economia-nid2409572</font></a></p></section></div><p style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: georgia, serif; font-size: 19px; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: 30px; margin: 0px 0px 40px; outline: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"></p><div class="externo ifrme" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; font-family: arial, sans-serif; font-size: 16px; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 60px auto; outline: 0px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;"></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6348973402047900646.post-46942791306139185582020-07-31T14:51:00.000-07:002020-07-31T14:51:11.010-07:00CRISTINA KIRCHNER RECIBIÓ A REFERENTES DE LA AGROINDUSTRIA Y APOYÓ UN PLAN PARA EXPORTAR POR U$S 100.000 MILLONES<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u>Artículo aparecido en el diario La Nación</u></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El Consejo Agroindustrial
Argentino (CAA), que integran más de 40 entidades ligadas a la agroindustria,
se reunió ayer por la tarde en el Senado con la vicepresidenta de la Nación,
Cristina Kirchner, y le presentó su plan para que la Argentina pase de exportar
US$65.000 a 100.000 millones de dólares y pueda generar 700.000 nuevos empleos.
<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El CAA está integrado por
entidades del gremialismo rural -menos la Sociedad Rural Argentina (SRA)-,
entidades de las cadenas de valor, exportadores, bolsas de cereales y la Mesa
de las Carnes, entre otras organizaciones. Su vocero institucional es el
presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, que concurrió
acompañado por Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras
Avícolas (CEPA), y Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria y
el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC).</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">"Nos dio un respaldo al
proyecto, se puso a disposición y nos alentó a seguir trabajando. Fue una
reunión muy cordial. Nos atendió de primera, muy amable", señaló Martins
en diálogo con LA NACION. La reunión con la vicepresidenta duró 30 minutos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El CAA impulsa la formación de
una mesa nacional exportadora con el Gobierno, una ley de desarrollo exportador
y estabilidad fiscal y financiera por 10 años. Su plan contempla la
implementación de beneficios para la inversión, las ventas al exterior, una
política de reintegros e incluso de derechos de exportación ante un crecimiento
de las mismas exportaciones.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Cuando se creó, el foco estuvo
puesto precisamente en buscar desde la agroindustria una salida para la
reactivación de la economía con más exportaciones y empleo. En el programa se
apunta a que de los 700.000 nuevos empleos al menos 200.000 vengan como una
creación directa del sector agropecuario.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Según contó Martins, cuando
llegaron al encuentro se sorprendieron porque la vicepresidenta ya tenía leído
el trabajo de la agroindustria y la charla se focalizó en aspectos que Cristina
Kirchner quería interiorizar. Por caso, el que pasaría con el mercado interno
en medio de este proyecto exportador.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">"Hablamos mucho de
infraestructura, nos preguntó qué pensamos del mercado interno. Le dijimos que
está considerado (el mercado interno), no es una u otra cosa", señaló
Martins. En rigor, el grupo de cámaras armó el proyecto considerando un buen
abastecimiento del mercado interno y no plantea ningún antagonismo entre ambos
mercados.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">"La doctora ya tenía la
presentación en su escritorio. No tuvimos que presentarla porque ya la tenía
leída. Nos sorprendió gratamente, nos felicitó", indicó el presidente de
la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. La vicepresidenta les preguntó si ya
tenían un proyecto de ley como tal. Vale recordar que Massa le acercó una idea
al respecto al CAA, pero la agrupación está elaborando uno y quiere que tenga
el consenso de todo el arco político. "Queremos que toda la política esté
de acuerdo para trabajar en conjunto", apuntó Martins.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Plantean como objetivo
consolidar a la Argentina como líder en el comercio internacional de alimentos
de origen animal y vegetal, alimentación animal y exportador de tecnologías del
ecosistema agro alimenticio como biotecnologías, edición génica, tecnologías de
la información, maquinarias, insumos, servicios profesionales y técnicos.
Aseguran que, entre 2020 y 2030, se pueden generar 210.000 empleos directos en
el interior del país y 700.000 en el total de la economía, sin descuidar el
entorno ambiental, y lograr U$S100.000 millones anuales de exportación (un 52%
más que los U$S65.000 millones que se exportan hoy). Todo esto sin requerir
subsidios del Estado", dijo un comunicado difundido desde el área de la
vicepresidenta tras la reunión.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La agrupación de la cadena ya
se reunió con el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, ministros del
gabinete nacional y gobernadores. Ayer mantuvo un encuentro virtual con el
gobernador de Chaco, Jorge Capitanich. Tras ver a la vicepresidenta, la
agrupación pretende llegar luego al presidente Alberto Fernández, que no
obstante ya está al tanto de la iniciativa del CAA.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Sus integrantes iniciaron esta
ronda de consultas justamente para lograr el apoyo de los diversos actores
políticos sobre todo para la sanción de la ley que buscan. La última vez que, al menos de
manera pública e institucional Cristina Kirchner participó de algo vinculado al
agro fue en marzo de 2015, cuando como presidenta anunció un programa de
estímulo por unos $2600 millones para pequeños productores. Su gobierno había
hablado en ese momento sobre ese plan con la Federación Agraria Argentina (FAA)
que en esa oportunidad presidía Omar Príncipe.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La Nación - Fernando Bertello</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><u>Artículo aparecido en el diario La Nación</u></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">¿El fin de la grieta? “Los
felicito y estoy a disposición”, les dijo Cristina Kirchner a directivos del
Consejo Agroindustrial<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Aunque parecía casi imposible
poco tiempo atrás, en los últimos días se fue contemplando como posibilidad, y
finalmente este jueves Cristina Fernández de Kirchner recibió a directos del
flamante Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que le presentaron un Plan
Federal de Reactivación Económica.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">"Los felicito y estoy a
disposición para avanzar", les dijo la vicepresidenta de la Nación a tres
representantes del CAA, que en ese momento se sintieron protagonistas del fin
de la grieta iniciada en 2008, con la Resolución 125 de retenciones móviles, un
conflicto de 4 meses que terminó justamente en el Senado con el voto "no
positivo" del entonces titular de la Cámara baja, julio Cobos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Aquella disputa marcó la
relación del kirchnerismo con el sector agropecuario desde entonces. ¿Esa
herida empezará a cerrarse ahora? Desde la simbología política, lo primero que
debe señalarse es que la representación "del campo" esta vez no fue
ejercida por la Mesa de Enlace, que integran las 4 entidades que nuclean a los
productores.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El CCA es un nucleamiento de
más de 40 entidades del campo y la producción de alimentos, en el cual
participan las entidades de la Mesa de Enlace -salvo la Sociedad Rural
Argentina- y que se desde una actitud muy enfocada a construir consensos con la
mayor amplitud posible, logró el apoyo clave de la Unión Industrial Argentina
(UIA).</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La iniciativa también fue
captando la adhesión de diversos representantes del oficialismo político,
incluidos varios ministros, gobernadores y el presidente de la Cámara de
Diputados, Sergio Massa, que se reunieron con los dirigentes del sector privado
en los últimos días.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En el marco de esa secuencia,
este jueves fueron al Senado, José Carlos Martins, presidente de la Bolsa de
Cereales de Buenos Aires y coordinador del Consejo Industrial Argentino,
Roberto Domenech, presidente de la Cámara de Empresas Avícolas (CEPA) y Gustavo
Idigoras, presidente del Centro de Exportadores de Cereales y de la Cámara de
la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA-CEC).</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Allí, Cristina, los sorprendió
gratamente con un tono amable durante 45 minutos, casualmente el tiempo que
suelen durar las sesiones de psicoanálisis... En ese contexto no fue necesario
que los dirigentes del sector privado explicaran el documento porque, de entrada,
CFK les dijo que lo había estudiado en profundidad y estaba en general de
acuerdo con las instrumentación de las medidas que allí se proponen. A partir
de esa introducción se intercambiaron ideas en forma coloquial, yendo
directamente a algunos aspectos de la iniciativa.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">"El nudo del diálogo fue
el acuerdo sobre la necesidad de fomentar las exportaciones pero sin descuidar
al mercado interno en la provisión de alimentos", le dijo Martins a
Clarín. "Ese punto fue el gran mensaje que transmitió la vicepresidenta,
pero ninguno de los presentes lo vimos como una contradicción con el plan,
porque que más allá de la promoción de las ventas externas ponemos el acento en
el desarrollo federal con inclusión social", destacó el vocero del CCA.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">La vicepresidenta preguntó si
se estaba redactando un proyecto de ley. Y cuando le respondieron que "no,
porque primero se busca construir un consenso amplio", estuvo de acuerdo.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">El CCA se lanzó el 17 de julio
-casualmente a 12 años exactos del voto no positivo de Cobos- y nuclea a
CONINAGRO, Confederaciones Rurales Argentinas, la Federación Agraria Argentina,
las bolsas de cereales de Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba, Entre Ríos,
Chaco, Rosario y Santa Fe. También participan la Cámara Argentina de Feedlot,
la de la Alfalfa, de productores avícolas, del maíz Pisingallo, de industriales
arroceros, de la industria aceitera y de puertos privados; el Centro de
Empresas Procesadoras Avícolas, el de Exportadores de Cereales y la mesa
nacional de carnes.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Plantean como objetivo
consolidar a la Argentina como líder en el comercio internacional de alimentos
de origen animal y vegetal, alimentación animal y exportador de tecnologías del
ecosistema agroalimenticio como biotecnologías, edición génica, tecnologías de
la información, maquinarias, insumos, servicios profesionales y técnicos.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Aseguran que, entre 2020 y
2030, se pueden generar 210.000 empleos directos en el interior del país y 700
mil en el total de la economía, sin descuidar el entorno ambiental, y lograr
U$S 100 mil millones anuales de exportación (un 52% más que los U$S 65 mil
millones que se exportan hoy). Todo esto sin requerir subsidios del Estado.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Gustavo Idígoras, presidente
de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y ex Agregado
Agrícola por la Argentina ante la Unión Europea, alertó que "Europa ya
lanzó el Pacto Verde (Green Deal) que planea descarbonizar su economía e imponer
certificaciones ambientales obligatorias y posibles impuestos de importación al
carbono que emitan los alimentos que ingresen a la UE desde terceros países.
Explicó que "esto se puede traducir en barreras de exportaciones
agroalimentarias por lo que nuestro país debe planificar como sectores
productivos y exportadores una estrategia de descarbonización de nuestra
agricultura; promover la siembra directa masiva que reduce sensiblemente
emisiones, consumo de combustibles fósiles y evaporación del agua, mostrar que
protegemos el “Gran Chaco” (segundo bioma de América Latina) e impulsar las
certificaciones de carbono neutro de todos los productos alimenticios
exportables".</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">En tanto, Roberto Domenech,
presidente de la Cámara de Empresas Avícolas (CEPA) resaltó que "este año
habrá un nuevo récord de producción de pollos" y también dijo que
"hay que trabajar ahora para tratar de visualizar cuáles serán los cambios
que se avecinan, los nuevos hábitos, las nuevas demandas de los consumidores,
qué servicios deberemos proveerles. Saber que estos cambios demandarán
inversiones y rápidos reflejos para responder a las demandas de todos los que
nos rodean y nos observan".</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Martins explicó que "se
busca definir una política activa de corto plazo, con fuerte impronta hacia las
relaciones internacionales, con herramientas de políticas institucionales, impositivas, financieras y técnicas con
efectos fiscales neutros. Además opinó que se apunta a detener el flujo
migratorio del interior hacia las grandes urbes. Además resaltó que, desde el
Consejo, entienden que el contexto económico que está atravesando la Argentina
es anterior a la pandemia. Y agregó que "se necesitan propuestas
sectoriales, en los próximos 60 días, que integren un proyecto de Ley que pueda
ser tratado por el Congreso de la Nación antes de terminar este año, y que debe
tener que ver con el desarrollo agroindustrial exportador con fuerte inclusión
social y federal, que dé estabilidad fiscal y financiera por los próximos 10
años".</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Los próximos pasos serán continuar
con las reuniones con otros ministros -no está previsto por ahora un encuentro
con el presidente Alberto Fernández, mientrsas los equipos de estudios
económicos de las entidades que conforman el CCA analizan números para
"bajar a tierra" los objetivos que generan este consenso preliminar.
El desafío es que a la hora de darle forma a las propuestas, surjan diferencias
que diluyan este acercamiento.</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">Clarín – Mauricio Bártoli</p>Unknownnoreply@blogger.com0