Alerta
del FMI: los emergentes se debilitan y cae la economía global
El
Fondo rebajó sus previsiones a 3,4% debido a que China, entre otros países del
mundo en desarrollo, bajaron sus ritmos. Advertencia sobre EE.UU. Leve
crecimiento de Europa: 1,7%.
Con
una inquietante radiografía del mundo para los meses que vienen, el Fondo
Monatario Internacional (FMI) rebajó sus previsiones de crecimiento global para
este año debido a que el repunte de las economías emergentes –con China y
Brasil a la cabeza– será más débil de lo pronosticado y que Estados Unidos
mantendrá su ritmo, en lugar de cobrar impulso. En el informe presentado ayer
se sostiene que la economía se expandirá 3,4% y no 3,6% como se esperaba. A
pesar de este diagnóstico, el organismo no contempla “una nueva crisis en un
futuro inmediato”.
Para
el FMI, las perspectivas mundiales siguen estando determinadas por tres
transiciones críticas. Por un lado está la desaceleración y el
reequilibramiento gradual de la actividad económica china, que se está alejando
de la inversión y la manufactura para orientarse hacia el consumo y los
servicios.
Respecto
del gigante asiático, el Fondo pronostica un crecimiento del 6,3% este año y
del 6,0% en 2017, por debajo del objetivo del 7,0% de Beijing y del 6,8% que
tuvo el año pasado. A pesar de ese pronóstico, los mercados reaccionaron en
alza ayer a la espera de que el gobierno de China inyecte una extraordinaria
ayuda para recuperar su economía.
Por
otra parte está el descenso de los precios de la energía y de otras materias
primas y, finalmente, el endurecimiento de la política monetaria de Estados
Unidos, que recientemente comenzó a elevar sus tipos de interés. “Si estos
retos fundamentales no se manejan adecuadamente, el crecimiento mundial podría
descarrilar”, advierte el informe del FMI.
“El
repunte de la actividad mundial será más gradual de lo previsto (en octubre),
especialmente en el caso de las economías de mercados emergentes y en
desarrollo”, apunta el director de investigaciones del FMI, Maurice Obstfeld.
Cabe destacar que el 70% de la economía global depende de los países
emergentes.
También
Obstefeld dijo que las previsiones son “menos nefastas de lo que los mercados
parecían esperar” y explicó que se aguarda que el crecimiento “vuelva a subir
algo en la mayor parte de los países a finales de año”. Para las economías emergentes y en desarrollo
el FMI pronostica un crecimiento del 4,3% y 4,7% en 2016 y 2017,
respectivamente. En 2015 crecieron sólo un 4,0%, el nivel más bajo desde la
crisis financiera de 2008-09.
Respecto
de Europa, la baja inflación lastra las exportaciones y resulta difícil
calcular los costos económicos y financieros de la crisis migratoria en la que
se encuentra inmerso el continente. Esa realidad supone un “gran reto para la
capacidad de absorción de los mercados laborales y una prueba para los sistemas
políticos”.
Dentro
de la zona euro se destacan los pronósticos para España, al alza tanto para
este año como para 2017, a pesar de la inestabilidad política que vive el país.
Crecerá un 2,7%, por encima del promedio del bloque, que será de 1,7%.
América
latina seguirá en recesión de -0,3% igual que en 2015, bastante lejos de la
recuperación de 0,8% que se había anunciado en la revisión de octubre. Los
gruesos problemas que tiene Brasil pesan mucho en ese número. El gigante
sudamericano se precipita, con una caída de 3,5% en la previsión de 2016 tras
el fuerte retroceso de 3,8% en 2015 y con la expectativa de un cero en 2017.
La
contracción de la región no será tan pronunciada gracias al alza que se prevé
en México (2,6% en 2016 y 2,9% en 2017), el otro gigante del subcontinente.
Otro
caso preocupante de la región es el de Venezuela. El jefe del FMI para América
Latina, Alejandro Werner, advirtió que la situación en ese país “empeorará
tanto que la inflación podría alcanzar este año el 500%”.