25 de diciembre de 2019
El Letagum Institute, con sede en Londres (Reino Unido), presentó el informe anual que cuantifica la prosperidad en 167 países de todo el mundo. Allí se evalúan las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos. Argentina se ubicó en el puesto número 59 y ascendió cuatro lugares respecto al índice de 2018.
El Letagum Institute, con sede en Londres (Reino Unido), presentó el informe anual que cuantifica la prosperidad en 167 países de todo el mundo. Allí se evalúan las fortalezas y debilidades de cada uno de ellos. Argentina se ubicó en el puesto número 59 y ascendió cuatro lugares respecto al índice de 2018.
Si se tiene en cuenta la medición de 2009 respecto a la publicada este
año, Argentina sólo escaló un lugar en el ranking general. Según el
informe, el país “se desempeña con mayor fuerza en libertad personal y
salud", pero es más débil en las condiciones que se les ofrecen a los
inversores.
En la categoría “libertad personal" Argentina se ubicó en
el puesto número 30, encontrando su mejor posición dentro del Índice de
Prosperidad, que también resaltó cuáles son los puntos más endebles de las
naciones. Si bien Argentina mejoró en la calidad de gobierno en relación a
los parámetros de una década atrás, empeoró en otros indicadores respecto a la
misma medición de 2018.
En seguridad y protección pasó del puesto 66 (2018) al 93 (2019). Lo
mismo ocurrió en libertad personal (22 al 30) y capital social (75 al 113). Sin
embargo, de un año a otro hubo síntomas de mejoras en algunos aspectos y escaló
posiciones en calidad económica (110 al 108), calidad de gobierno (64 al
53), educación (74 al 53), entorno natural (79 al 50) y salud (57 al 46).
Argentina ocupó
el puesto número 59 y se ubicó séptimo en el ranking regional
Para alcanzar la definición de prosperidad, el índice combina el
crecimiento económico con el nivel de libertades y democracia en un país, así como
las mediciones de felicidad y calidad de vida.
En América Latina y el Caribe, la prosperidad aumentó
significativamente desde 2009 hasta ahora, aunque se estancó en 2014. En
las mejoras -aquí se incluye a la Argentina- “todos los países vieron una mejora
en su acceso al mercado y su infraestructura”. También en la seguridad
(aquí Argentina disminuyó su performance) como la educación y las reformas que
han adoptado algunos países en sus sistemas educativos.
El informe destacó que, a pesar de que la calidad de los gobiernos se
vio deteriorada en la región, Argentina y Ecuador fueron los únicos países
que lograron resistir a la tendencia y escalar 24 posiciones en la última
década. En el caso de Chile, Haití y Nicaragua, el deterioro fue la
consecuencia de la poca efectividad de los gobiernos y la responsabilidad
política de ellos. En Venezuela, el índice manifestó que se vive
una “situación política recientemente inflamada”.
En el ranking latinoamericano, el mejor ubicado fue Chile (37). Luego
Costa Rica (38), Uruguay (39), Panamá (51), Trinidad y Tobago (55) y Perú
(56). Recién en el séptimo lugar Argentina (59), quien superó a México
(67), Brasil (69), Colombia (72), Paraguay (79), Ecuador (80), Cuba (95) y
Bolivia (105). Venezuela, en el puesto 143, ocupó el anteúltimo lugar de
la tabla que tuvo a Haití (153) como el peor país de la región.
Los resultados que obtuvo
Argentina en cada ítem del estudio
Respecto a las naciones latinoamericanas, Argentina
encontró su principal déficit en las condiciones para emprender. Es
decir, en los términos que encuentran los inversores extranjeros para hacer
negocios e incorporar capital en el país. En el índice, se lo expresa
como “el pilar que mide el entorno empresarial de un país es su
infraestructura, las barreras a la innovación y la flexibilidad del mercado
laboral”.
En este ítem, Argentina está en el puesto
18 de los 28 que conforman el grupo latinoamericano. Un puesto que
implica estar debajo -entre otros- de países como Uruguay, Perú, México,
Colombia y Brasil.
En cuanto a la “tabla general”, desde 2009 hacia
acá Argentina osciló entre el puesto 59 y 63. En 2015 alcanzó su peor
posición cuando fue ubicado en el puesto 68. En la región, el país que
más creció durante la década fue Ecuador, seguido de Paraguay y
Perú. En el caso ecuatoriano, el país pasó del puesto 94 en 2009 al 80 en
2019. El peor fue Venezuela, quien ocupó la posición número 116 hace 10
años y actualmente está en el 143.
En este último Índice de Prosperidad, Argentina
fue ubicado en el grupo de los países “medio prósperos”. Es decir, que
mantienen un nivel estándar sin crecimiento pero sin un descenso significativo.
Lo ocupa junto a Macedonia del Norte, Trinidad y Tobago, Perú, China, Bahrein,
Omán, Armenia, Kuwait, Indonesia y Jamaica.
Los primeros 10 puestos del
ranking mundial los ocuparon Dinamarca, Noruega, Suiza, Suecia, Finlandia,
Países Bajos, Nueva Zelanda, Alemania, Luxemburgo e Islandia.
El Índice de Prosperidad es revisado y criticado por un panel asesor de académicos y expertos que representan a una amplia gama de disciplinas.
El Índice de Prosperidad es revisado y criticado por un panel asesor de académicos y expertos que representan a una amplia gama de disciplinas.
“Llevamos a cabo una extensa
revisión para cada pilar analizando la literatura académica. Identificamos
más de 200 variables que tienen un efecto sobre la riqueza y el bienestar. Esta
lista fue basada en el aporte de académicos y políticos expertos en cada área
de los pilares, quienes asesoraron sobre la fiabilidad de las fuentes de datos,
medidas alternativas y la credibilidad de la medición de variables”, indicaron
desde el Legatum Institute en el informe.
“Las variables en el Índice de
Prosperidad se basan en muchas unidades de medida diferentes, incluyendo números
de individuos, años, porcentajes, entre otras cuestiones. Estas diferentes
unidades necesitan ser normalizadas para la comparación entre variables y
países para que tengan sentido. Empleamos una distancia de enfoque de
frontera para esta tarea. El enfoque de frontera compara el desempeño de
un país en una variable con el valor de la lógica. Es decir, el mejor caso
lógico y el peor caso", completó el estudio.